A propósito de las recientes declaraciones del doctor Roberto Cassá

Quisqueya-Lora
Quisqueya Lora Hugui

A propósito de las recientes declaraciones del doctor Roberto Cassá, en las que afirma que en los manuales de historia haitianos se enseña que “la existencia de los dominicanos constituye un elemento ilegítimo”, “la frontera no existe” y “esto no es un país”, difiero totalmente de estas aseveraciones y los invito a leer el detallado artículo de la historiadora María Filomena González “¿Cómo se miran haitianos y dominicanos en los libros de textos escolares?” en el que hace análisis comparativo de los textos escolares haitianos y dominicanos, publicado en la Revista Ecos No. 17, 2019.

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Con referencia a la afirmación de que “los intelectuales haitianos en su gran mayoría creen que somos los culpables los dominicanos de sus desgracias”, mi experiencia, leyendo los libros de historia de autores haitianos contemporáneos, es que la República Dominicana es la gran ausente en sus reflexiones sobre su devenir histórico. Autores como Leslie Pean con su obra “Aux origines de l´Etat marron en Haití (1804-1860)” (2009); Délide Jopseh “L´Etat Haitien et ses intellectuels. Socio-histoire d´un engagement politique (1801-1860)” (2015); Jean Alix René “Haití aprés l´esclavage. Formation de l´Etat et culture polítique populaire (1804-1846)” (2019); Jean Casimir. “The Haitians: A Decolonial History” (2020), son de mi particular interés porque tratan el período de gobierno de Boyer en el que la isla estuvo unificada, pero lamentablemente para ellos lo que tiene que ver con los habitantes de la Parte Este no tiene centralidad en sus preocupaciones y en consecuencia a penas se toca el tema.

Muy diferentes a los historiadores clásicos haitianos que en el siglo XIX escribieron los primeros manuales de historia de Haití, entre ellos Thomas Madiou (1848) y Beaubrun Ardouin (1853) y que en ninguna medida desconocen la legitimidad de la existencia de nuestro país, todo lo contrario son una fuente necesaria para estudiar el proceso de separación y fundación de la República Dominicana, como lo demuestra el hecho de que José Gabriel García, historiador nacional, en su “Compendio de la historia de Santo Domingo”, continuamente cita y hace referencia a dichos autores.

En el siglo XX Jean Price Mars, que es probablemente el historiador más importante e influyente en Haití, dedicó dos tomos a las relaciones históricas entre los dos países en 1954. A pesar de que escribe relativamente próximo a lo que fue la matanza de 1937, elemento que podría pesar en sus reflexiones no se puede decir que señaló a la República Dominicana como la responsable de las desventuras haitianas.

Sin duda alguna, a ambos lados de la frontera hay animadversiones históricas e intelectuales, pero lamento profundamente que el maestro Cassá recurra al “me lo han dicho a mí”, para hacer generalizaciones y afirmaciones tan tremendas cómo que entre los haitianos “se concluye que este país no tiene derecho a la existencia”. Lo propio del que hacer científico son las referencias puntuales, nombrar autores y libros. Por constituir una autoridad casi incuestionable, sus aseveraciones pasan por verdad absoluta. Entiendo que lo afirmado no tiene fundamento y que, de existir algún intelectual haitiano con semejante concepción, sin duda alguna caería en el ridículo y no constituye un ejemplo representativo de la intelectualidad haitiana. Cassá, en su abordaje del problema, no contribuye a un diálogo constructivo y necesario entre ambas repúblicas, sobre todo lo referente a nuestro pasado histórico y sus huellas en el presente.

Contexto:

El audio de la participación del Dr. Roberto Cassá en el programa «El gobierno de la mañana», que dio inicio a este debate, puede ser escuchado acá:

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2 comments

  1. No veo informacion acerca de quienes son ustedes.

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