El psicoanálisis como espejo de la sociedad: un análisis sociológico de la novela «El psicoanalista» (Génesis)

Glimairy Evangelista More

En el mundo literario existen diferentes formas de analizar los textos. Por esta razón, Juan Ignacio Ferreras en su libro Fundamentos de sociología de la literatura (1980) sugiere tres etapas para realizar un buen estudio: la Génesis, conlleva estudiar la obra, el autor, la sociedad, y un camino regresivo de esos aspectos; la Estructura, dividida en estructurante (EE) y estructurada (Ee), abarcan las temáticas, problemas y soluciones dentro del relato; y la Función social, última fase que contiene el impacto del texto en la humanidad, tanto en lectores como otros escritores. En este sentido se presenta un análisis sociológico de la novela El psicoanalista (2002).

I. Génesis

La idea de escribir esta novela surgió de una conversación entre John Katzenbach y su madre, quien era psicoanalista, lo que marcó el punto de partida de la trama. En una entrevista publicada por Infobae (2017) el escritor relataba que él le preguntó a su mamá cómo podía estar segura de que las personas que atendía eran quienes decían ser, a lo que ella respondió: “No lo sé”. Esta simple frase despertó en el novelista una serie de incógnitas sobre la identidad, el engaño y la mente humana, elementos que terminaron por formar el núcleo de la narración. Algo curioso que él dijo en ese encuentro es que nadie le enseñó psicología, sino que la aprendió leyendo grandes libros que abordan este tema. En sus palabras: (…) Pero la psicología que yo aprendí, no la aprendí leyendo psicología, sino leyendo grandes novelas. Es una gran educación. Resumiendo, mi educación fue: grandes libros más crímenes, todo eso junto y tienen novelas como esta (Peiró, 2017, Infobae).

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Esta producción surgió en la década de 1990, en un período en el que Katzenbach (2002) ya había ganado reconocimiento como escritor gracias a su primera obra, Al calor del verano (1982), que obtuvo el Barry Award en 2002 y fue nominada al Premio Edgar en 2004. En ese momento, se encontraba explorando su fascinación por los crímenes y los misterios del ser humano, de manera similar a Stephen King, conocido por obras como It (1986) y Carrie (1974). King tiene la habilidad de jugar con la mente de los lectores, creando textos tan perturbadores que logran generar un ambiente inquietante. De igual manera, Katzenbach (2002) ha logrado desarrollar una narrativa que va más allá del relato común, adentrándose en los rincones más profundos de la mente humana, creando un bucle psicológico que te hace dudar hasta de tu propia identidad. Estas circunstancias le permitieron crear un producto cargado de tensión psicológica inspirado tanto en sus experiencias personales como en los conocimientos adquiridos a lo largo de su carrera como periodista. La influencia de su madre no solo fue un punto de partida, sino también una guía para profundizar en los temas de la psicología que se encuentran en el objeto de este análisis.

La primera publicación tuvo lugar en 2002, a través de la editorial Bantam Books en los Estados Unidos. Fue lanzada en formato impreso, marcando el inicio de un recorrido exitoso que convirtió esta historia en un referente del thriller psicológico. La edición inicial cautivó a lectores de todo el mundo, consolidando a Katzenbach (2002) como uno de los maestros contemporáneos del género.

Los antecedentes biográficos y contextuales de Katzenbach (2002) son esenciales para comprender la profundidad de su creación. Nacido en 1950 en Princeton, Estados Unidos, este autor fue profundamente influenciado durante su crecimiento por su padre, Nicolás Katzenbach, un destacado político, y su madre, Lydia Phelps, psicoanalista, quien le inculcó un conocimiento significativo de la psicología. Tras abandonar el periodismo en 1987, se dedicó plenamente a la escritura, integrando en sus relatos una visión realista sobre el crimen y los dilemas emocionales.

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A finales del siglo XX, el contexto cultural, social e ideológico influyó significativamente en la obra de Katzenbach (2002). En el primero, tuvo origen en una familia acomodada y estuvo constantemente expuesto a temas políticos y psicológicos gracias a sus padres, que marcaron profundamente su creación literaria. En el segundo aspecto, el siglo XX y XXI despertó un gran interés por la psicología, lo que fomentó y popularizó géneros como el suspenso, que se reflejan en sus tramas. Ideológicamente, vivió en una época de cuestionamiento de los sistemas morales tradicionales y de prevalencia del individualismo, elementos presentes en las decisiones humanas que retrata. Además, su experiencia como periodista en el Trenton Times y el Miami Herald le permitió obtener una visión cercana y realista sobre el crimen y los conflictos emocionales, que integró de manera magistral en su narrativa.

Katzenbach (2002) es un autor contemporáneo, que se ha destacado en la novela negra y el suspenso psicológico. Igualmente, ha influido y se ha visto acompañado por autores cercanos, como Thomas Harris, quien con su personaje Hannibal Lecter en El Dragón Rojo (1981), y Don Winslow, con El Cártel (2010), han seguido una corriente similar, lo que ha inspirado a Katzenbach (2002) a continuar por ese camino. Su conocimiento adquirido con libros le ha dado la habilidad para estudiar la conducta humana, posicionándolo como una figura influyente en la literatura actual, dejando un impacto duradero a través de obras que abordan problemas universales desde una perspectiva cautivadora.

El proceso creativo de esta novela muestra cómo la vida personal y el contexto social de Katzenbach (2002) se evidencian en su narrativa. Su experiencia como periodista de crónica negra le permitió enfrentarse a diversos escenarios relacionados con el crimen, el sistema judicial y la psicología de los involucrados, convirtiéndose en una base sólida para su historia. Katzenbach (2002) afirmó en una entrevista publicada por ABC Cultura (2012), que: (…) “Para mí, el periodismo me educó y me enseñó toda la maldad de la que la gente es capaz” (Morán, 2012, ABC Cultura). Aunque sus reportes no están documentados, su labor en “Miami Herald” influyó en sus producciones. Al igual que la influencia de su madre, que curiosamente era psicoanalista, le permitió profundizar y mostrar interés en los problemas de la mente humana, integrando elementos psicológicos que enriquecen a sus personajes. Estos aspectos, sumados a su formación literaria y su competencia para construir intriga, convierten su obra en un puente entre el thriller psicológico y los juegos mentales, demostrando la capacidad que tiene la literatura para iluminar las zonas más oscuras del alma.

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