República Dominicana en el concierto de estados caribeños

Prof. Hiran Sánchez

(Belice: Uno de los tantos Estados caribeños con potencialidades de mejoras comerciales con la República Dominicana)

Belice es un país soberano del continente americano, con un gobierno monárquico constitucional parlamentario, por encontrarse bajo el protectorado de la reina de Inglaterra y, a la vez, ejercer su autonomía mediante el control del poder legislativo (parlamento) y del poder ejecutivo (gobierno).

Su territorio de unos 22,966 km2 está localizado en el extremo noreste de Centroamérica. La capital es la ciudad de Belmopán, establecida como tal a partir del año de 1970, a raíz de la destrucción ocasionado por el huracán Hattie a su antigua capital Belice, cuya fundación es de 1960.

Su población no sobrepasa los cuatrocientos mil habitantes y tiene la particularidad de ser la nación caribeña densamente menos poblada, con apenas 16.6 habitantes por km2.

Destacar su ubicación es importante, por la peculiaridad de haberse llamado Honduras Británicas, igual que el golfo de Honduras y la República de Honduras, hasta el 1973, cuando adquiere su independencia y pasar a ser nombrada Belice.

Y, aunque limita, al norte con México y al sur y oeste con Guatemala, países notoriamente de mayor tamaño, y su población mayoritaria habla el, el idioma oficial es el inglés y el que mayor incidencia tiene a nivel oficial.

Belice comparte un pasado común no sólo con los países de América Central, sino también con el Caribe. Al igual que muchos de los territorios de la región caribeña, fue explorado por los conquistadores españoles, pasando a formar parte de la capitanía General de Guatemala.

Con el devenir de los acontecimientos relacionados con las pugnas entre los imperios coloniales, y por el desinterés de España, debido a la ausencia de recursos como el oro y plata en el territorio colonizado y la fuerte oposición de la población maya de la península de Yucatán, fue prácticamente abandonado y cedido, muchos años después, en los siglos diecisiete y dieciocho, a colonos ingleses, escoceses, fundamentalmente piratas, conocidos como los Baymen (hombres de la bahía, en el idioma español), quienes establecieron una colonia comercial basada en la tala del palo de Campeche para la producción de tinte, en lo que, en el presente se conoce como Belice.

De modo que, Belice es el resultado de la disputa del puñado de territorios americanos y caribeños, entre daneses, ingleses, franceses, contra los españoles que pretendían mantener la hegemonía en las tierras descubiertas.

En efecto, como se tiene conocimiento, las actividades beligerantes de corsarios, piratas y filibusteros, auspiciadas y apoyadas por las potencias imperiales, no sólo dieron lugar al comercio ilícito y de contrabando entre las islas y territorios caribeños, también dieron lugar al asentamiento de poblaciones que luego se convertirían en territorios pertenecientes a las naciones europeas en disputas con los españoles, como fue el caso de los mencionados Baymen, quienes al asentarse en la costa de Belice en 1638, en busca de una zona protegida desde la cual pudieran atacar a los barcos españoles, se establecieron definitivamente en el territorio de Belice, acogiéndose al tratado de Madrid de 1670, en el cual España otorgó licencia de ocupar el actual Belice, por parte de los colonos británicos a condición de que cesaran los actos de piratería, y se dedicaran a cortar madera de Campeche, materia prima necesaria para la fijación de los tintes de ropa que era vital para la industria lanar europea.

Baymen (Belice)

Los hechos históricos subsecuentes registran que, en la batalla del Cayo San Jorge, llevada a cabo del 3 al 10 de septiembre de 1798 en la costa de lo que hoy es el territorio beliceño, fueron derrotadas las fuerzas españolas. Posteriormente, los británicos nombraron en el año 1789 un superintendente del territorio de Belice.

Dado que el gobierno británico no reconoció, en lo inmediato, el asentamiento de Belice como una colonia, por temor a provocar una respuesta armada de España, permitió a los colonos el establecimiento de sus propias leyes y formas de gobierno.

Durante este tiempo unos pocos colonos ricos ganaron el control de la legislatura local, conocida como Public Meeting («Reunión Pública»), así como de la mayor parte de las tierras y bosques madereros.

Los españoles trataron de obtener el control repetidamente sobre Belice por la fuerza, pero no tuvieron éxito. El último intento español se produjo el 10 de septiembre de 1798, cuando los Baymen y sus esclavos repelieron la flota española en un breve enfrentamiento, sin ninguna baja, conocido como la batalla del Cayo San Jorge. El aniversario de la batalla es considerado día festivo nacional en Belice.

Pues bien, luego de conocer estos datos fundacionales de lo que hoy es Belice y aprender de su historia y características territoriales, habría la necesidad de estudiar la posibilidad de ver cómo se podría potencializar el comercio con la República Dominicana, no obstante el distanciamiento que pueda existir por la preminencia de la cultura anglosajona de la población de esa nación, como sucede con una parte significativa de los Estados caribeños anglófonos o afrancesados o neerlandeses, manteniendo algunos el reconocimiento de las monarquías europeas.

Es pues, que habría que analizar los datos relativos a la economía de Belice para conocer las reservas comerciales que entrañaría hacer negocios, dada la condición de importadora neta, pues según las cifras obtenidas del documento: Perspectivas del Comercio Internacional de América Latina y el Caribe 2018, de la CEPAL, las importaciones a finales del 2018 sumaran unos 943 millones de dólares, superando con creces las exportaciones que ascenderán a tan sólo 407 millones de dólares, lo que implica grandes oportunidades para República Dominicana de hacer negocios con esa nación, al igual que con la totalidad de los ocho países que forman parte del CARICOM, los cuales en su conjunto importarán bienes por 24,326 millones de dólares en el 2018, en tanto exportarán 19,127 millones de dólares.

Puerto de Belice

Ahora bien, tomando en consideración que la República Dominicana es un país importador neto de bienes, con una balanza deficitaria en términos comerciales, pues para el 2018, se prevé importaciones ascendentes a 19,903 millones de dólares, en tanto se prevé exportaciones por 11,178 millones de dólares, el país pudiera incrementar sus exportaciones hacia esos destinos y sobre el principio de las ventajas comparativas, incrementar los niveles de intercambio comercial con todos los países caribeños.

A todo esto, es preciso destacar las proyecciones de crecimiento de un 2.4% para Belice en el 2018, cuyo PIB en el 2017 ascendió a la cifra de 1,838 millones de dólares, que comparado con el crecimiento de la República Dominicana estimado en 5.1%, y un PIB de 76 mil millones de dólares, pudiera conllevar a una relación comercial asimétrica, dada las ventajas que pudiera ofrecer una economía de mayor tamaño que otra, sin embargo hay que tomar en cuenta que el aporte del sector exterior al PIB, en ambos países está bastante relacionado a bienes primarios, de amplia complementariedad a los fines de suplir de bienes de consumo a la población flotante proveniente de turistas y vacacionistas de los países desarrollados, además de que pudiera pensarse en un eslabonamiento en la cadena de valor de producción de bienes y servicios con las naciones caribeñas que forman parte del Caricom y del Sistema de Integración Centroamericana (SICA), de modo que se aproveche el crecimiento que, en su conjunto, lograrán las naciones del caribe insular, continental y centroamericano en los años venideros.


Nota biográfica

Bernando Hirán Sánchez Meloes economista, Ph.D.

Fuente: barrigaverde.net
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