El discurso narrativo en Dominicanos de Pedro Antonio Valdez

Olfir A. Guzmán Méndez

Todorov (1972) ha sido consciente de que el discurso es uno de los componentes indispensables de toda obra literaria y lo ha definido como la forma en la que está organizada la historia, ya que existe un narrador que la relata y hay un lector que la recibe (Todorov, 1972). Esto implica que el discurso narrativo juega un papel importante ya que impacta al lector y coadyuva a la recepción del texto.

No es un secreto que los escritores que trascienden dejan huellas en la literatura a través de sus producciones. Muchas veces, esas marcas pueden hallarse en otros elementos, pero en la forma de narrar los autores demuestran de qué están hechos. Es por esto por lo que grandes teóricos y críticos literarios como Genette (1972) y Todorov (1972) han puesto sus ojos en las categorías que componen el discurso literario.

La República Dominicana cuenta con narradores que se distinguen por la especial incorporación de múltiples estrategias narrativas, como es el caso de Pedro Antonio Valdez. En momentos diversos, personalidades prominentes de territorio nacional e internacional han coincidido en que la narrativa del referido autor lo hace destacar (Almánzar, 2019; del Carril, 2018; Guzmán, 2018; Pérez, 2018).

Recientemente, Valdez ha traído al mundo su libro Dominicanos (2019), conformado por 10 textos en los que el escritor se desborda mostrando sus múltiples facetas de narrador. Esto así porque emplea de forma magistral diferentes tipos de narradores, tiempos, niveles, funciones y situaciones narrativas. Por tal razón, en las líneas siguientes se darán a conocer algunos de los elementos del discurso narrativo empleados en el referido libro.

El primer aspecto que se ha de resaltar es el empleo de tipos de narradores tanto heterodiegético como homodiegético. El primero se puede ver en cuentos como: La Muerte y el niño, El sofá, Ramonón ganador…, El mundo es algo chico, Librado y en los capítulos: I, II, III, IV, V, VI, VIBIS, VII que conforman a Relación acerca de la ruina de la Concepción. Esto puede demostrarse a través de los siguientes fragmentos:

“Las sombras del crepúsculo borraban el cuarto. La mujer encendió una vela. Mientras se maquillaba, veía en el espejo a su hijo, quien jugaba con la pelota encima de la cama” (Valdez, La Muerte y el niño, 2019, p.111).

“La mole del sofá quedó en mitad de la sala. Lucio suspiraba agotado por el acarreo mientras América contemplaba aquel armatoste mullido y silencioso que daba forma a su más reciente sueño.” (Valdez, El sofá, 2019, p. 63).

“Ramonón deambuló por la acera bajo un crepúsculo que tremolaba por el neón y los letreros de colores” (Valdez, Ramonón ganador, 2019, p. 54).

“Sentado a la sombra de una de las paredes del patio, leyendo el periódico, así como está, a Librado Jiménez jamás se le ocurriría pensar en su muerte (…)” (Valdez, El mundo es algo chico, Librado, 2019, p.43).

“Las palabras del obispo, como espinas resecas, rasgaban los oídos de la multitud (…)” (Valdez, Relación acerca de la ruina de la Concepción, cap.1, 2019, p. 18).

“El alcaide don Alonso Lucas, asediado por la fatiga del insomnio y el ulular indescifrable de los pájaros nocturnos, deletreaba la cédula real que marcaba su desventura” (Valdez, Relación acerca de la ruina de la Concepción, cap. II, 2019, p.19).

“En el alcázar sombreado por los grises del crepúsculo, don Alonso Lucas, erguido en el centro de la cámara de los seis espejos, lucía los vestidos virreinales que daban materia a sus sueños” (Valdez, Relación acerca de la ruina de la Concepción, cap. III, 2019, p. 24).

Lo presentado con anterioridad, muestra a un narrador que emplea la tercera persona y no se involucra como personaje en la historia. Además, Valdez logra que el lector pueda adentrarse en los textos, conocer los personajes, el ambiente y los sentimientos sin que quien narra haga una presencia notable dentro de lo relatado. Es por ello por lo que quien narra desde afuera debe lograr que la estrategia resulte pertinente y pueda causar los efectos deseados.

Por otro lado, la presencia del tipo de narrador interior u homodiegético también permea los textos: Relación acerca de la ruina de la Concepción, El mundo es algo chico, Librado; así como también a los cuentos: Mi cadáver predilecto, Contrapunto: Luis Vargas vs. Fréderic Chopin, El ladrón Amado y Carretera en el polvo. Nótese lo planteado en las siguientes citas:

Yo, fray Joan, mísero ermitaño de la orden de San Jerónimo y peregrino infatigable del Santo Cerro, donde hállase plantada la dulcísima Cruz que sella el pacto de fe entre los hombres et Domini Nostri Jesu Christi, escribo a V.M, cristianísimo Rey de las Españas (Valdez, Relación acerca de la ruina de la Concepción, 2019, p.17).

“Vivir es un grave problema; tú eras quien lo decía siempre. Yo nomás te miraba y me hacía el gallo loco, pero sabiendo mejor que nadie esa verdad. Nunca te conté lo que yo he pasado.” (Valdez, El mundo es algo chico, Librado, 2019, p. 51).

“Mi servicio termina a las cinco. Tomé el termo de café, el arma reglamentaria y los platos sucios” (Valdez, Mi cadáver predilecto, 2019, p.76).

“Me sirvo una taza de café. Coloco un tarro de maní tostado sobre la mesa y organizo los lápices para que sus puntas queden hacia abajo” (Valdez, Contrapunto: Luis Vargas vs. Frédéric Chopin, 2019, p.89).

“En el barrio teníamos nuestro propio ladrón. En realidad, no vivía en el vecindario. O como quien dice sí vivía, pero muy en las afueras, desde donde, de forma eventual pero sistemática, realizaba sus incursiones nocturnas” (Valdez, El ladrón Amado, 2019, p. 99).

“Detengo la camioneta frente a la casa de Bertoldo. Lo de la casa es un decir: tantos pedazos de madera vieja y el cartón raído parecen más el sueño de una casa destruida” (Valdez, Carretera en polvo, 2019, p. 121).

Se puede demostrar que los mismos personajes son quienes narran. Además, con el simple hecho de que se reiteren títulos de textos en el apartado anterior da a entender al lector que Pedro Antonio Valdez reconoce la importancia de mezclar ambos narradores, ya que aportan de forma significativa a la experiencia lectora. En el caso particular de este último narrador, narrar desde el punto de vista del personaje hace que el lector se identifique con él, viva sus peripecias, sus pasiones y sentimientos. Y esto lo logra el autor en cada uno de sus cuentos.

En lo que respecta a los tiempos narrativos, Valdez emplea tiempos ulteriores, simultáneos, anteriores e intercalados en los textos, muchas veces mezclándolos, logrando así llegar al lector y atraparlo completamente. Se puede señalar hay narración ulterior en textos, como: Relación acerca de la ruina de la Concepción y sus capítulos: IV, VI y VI BIS; Ramonón ganador, El sofá, El mundo es algo chico, Librado; Mi cadáver predilecto, El voto, El ladrón Amado,  La Muerte y el niño; simultánea en: El mundo es algo chico, Librado, Contrapunto: Luis Vargas vs. Frédéric Chopin y Carretera en polvo; anterior en cuentos como: El mundo es algo chico, Librado; y la narración intercalada en: El mundo es algo chico, Librado y  El sofá. Una muestra de narraciones en las que los hechos ya ocurrieron antes de contarse, se refleja en las siguientes citas:

Yo, fray Joan, mísero ermitaño de la orden de San Jerónimo y peregrino infatigable del Santo Cerro, donde hallase plantada la dulcísima Cruz que sella el pacto de fe entre los hombres et Domini Nostri Jesu Christi, escribo a V.M, cristianísimo Rey de las Españas, la versión única y veras de los acaecimientos que indispusieron la voluntad divina contra vuestra villa de la Concepción de la Vega.  (Valdez, Relación acerca de la ruina de la Concepción, 2019, p.17).

“Llegó a la estación, esperó el tren. Entró a un vagón para dejarse apachurrar-tuvo la previsión de llevar solo una mano levantada: la otra la dejo anclada en el pantalón-, y permaneció de pie hasta llegar a su destino” (Valdez, Ramonón ganador, 2019, p. 60).

“Lucio abrió la puerta y entró a la casa, Al cerrarla tras sí, sintió que todo el cansancio del día se desplomaba contra su espalda” (Valdez, El sofá, 2019, p.64)

“(…) Habíamos quedado que, para el mentado viernes, Anita todavía llevaba dientes de leche y tenía recién repollados en el pecho unos senos de rosita, inocentones y tiernos” (Valdez, El mundo es algo chico, Librado, 2019, p.45).

“Todo principió una tarde de hace algunos años. Miércoles de ceniza y de máscaras era” (Valdez, Mi cadáver predilecto, 2019, p. 75).

“El día de las elecciones había llegado a su final. Luego de una agotadora campaña en la que invirtieran sumas millonarias habidas de todas las formas-inclusive las honradas, aunque en menor cuantía (…)” (Valdez, El voto, 2019, p. 81).

“En el barrio teníamos nuestro propio ladrón” (Valdez, El ladrón Amado, 2019, p. 99).

“La Muerte quedó impávida ante aquel gesto. Qué barbaridad, pensó, si es tan pequeño y tierno que aún no conoce lo que es la muerte” (Valdez, La Muerte y el niño, 2019, p.113).

Estos fragmentos hacen que el lector infiera la narración ulterior debido a las conjugaciones verbales. Por otra parte, es importante señalar que el empleo de esta narración alimenta la curiosidad y el deseo del lector por conocer los hechos que han acontecido, cosa que Pedro Antonio Valdez ha conseguido con cada uno de ellos.

Por otro lado, algunos ejemplos de narraciones simultáneas, en las que se evidencia el hecho de contar la historia a medida que ocurre, se puede percibir en las líneas que suceden:

“A Librado lo único que puede salvarlo de la muerte es el horóscopo. Él pasa la página inadvertido, pero la vuelve atrás… lo lee y no le pone caso alguno. Ahora nada puede salvarlo” (Valdez, El mundo es algo chico, Librado, 2019, p. 52).

“Cumplo con mi horario de trabajo en el College. Tomo con puntualidad mis pastillas” (Valdez, Contrapunto: Luis Vargas vs. Frédéric Chopin, 2019, P. 89).

“La mujer abre la puerta. La veo ver el retrovisor y quedar ligeramente pasmada. Musita unas breves palabras que se disuelven en el aire polvoriento de la tarde; se persigna” (Valdez, Carretera en polvo, 2019, p.122).

Como se ve, este tipo de tiempo está presente en el libro y causa sorpresa al lector a medida que los hechos ocurren. Sin embargo, algunos escritores deben ser cuidadosos al usarlo, ya que su mal empleo puede volver una historia predecible.  Esto último no ocurre con los de Valdez (2019).

En ese mismo orden, como prueba de tiempo anterior en el libro Dominicanos (2019) se puede utilizar al cuento: El mundo es algo chico, Librado:

Sentado a la sombra de una de las paredes del patio, leyendo el periódico, así como esta, a Librado Martínez jamás se le ocurriría pensar en su muerte, y mucho menos en que podía sorprenderle hora y media después, rayando las cinco, bajo la cuaja de ese domingo primero de marzo (Valdez, El mundo es algo chico, Librado, 2019, p.43).

“El cura joven se vestirá con una sotana nueva, ensayará algunos gestos en el vestuario y saldrá con la altivez de un ángel” (Valdez, El mundo es algo chico, Librado, 2019, p. 50).

Estos fragmentos evidencian la anticipación al futuro de las acciones en el cuento y, por consiguiente, reafirman la presencia de una narración anterior en el texto. Por otro lado, lo mismo ocurre con la narración intercalada, que está presente en el mismo cuento. El lector lo infiere por la aparición de noticias, presencia del horóscopo, fragmentos del diario de Anita:

Disparó

Kansas City-Steve L. Green, un policía fuera de servicio, mantuvo ayer a la expectativa al público y a las autoridades amenazando con suicidarse. Después de tres horas de conversaciones con quienes trataban de persuadirlo, el hombre puso el cañón de su Magnum 357 en la boca y se hizo un disparo (Valdez, El mundo es algo chico, Librado, 2019, p.44).

“Tauro (abril 21 a mayo 21). -La falta de un detallado análisis de acciones pasadas pondrá hoy en peligro tu estabilidad emocional. Trata de hacer un viaje, para tu seguridad personal” (Valdez, El mundo es algo chico, Librado, 2019, p.46).

Febrero 18, 1984

(Tomado del diario de Anita)

Pero el caso es que una, como maestra de escuela, debe tener principios. Yo le conté a Heriberto el   problema que me pasó a los trece años, de burra, porque me dolía no decírselo a quien amo tanto. Él dijo que no te apures, que me quería igual. Y así fue, hasta que vino con esa propuesta, muy serio él, que si no terminamos ahora mismo. Yo sentí asco y miedo, por eso rompimos antenoche (…) (Valdez, El mundo es algo chico, Librado, 2019, p. 47).

De tanto andar, la madre de un niño, de poca edad, de baja estatura, de pelo rizado, de un cuerpo adorable, yo conocí. Una hermosa mujer que me hizo sentir que aún había tiempo, que solo era el comienzo, que todo lo vivido era un reflejo de lo que pasaría, cuando la conocí…” (Valdez, Contrapunto: Luis Vargas vs. Frédéric Chopin, 2019, p. 90).

En lo que respecta a la cita del texto: Contrapunto: Luis Vargas vs. Frédéric Chopin, Pedro Antonio Valdez incluye como narrador al bachatero dominicano Luis Vargas, quien con su canción Esa mujer (1991) interrumpe al personaje principal de dicho cuento, mientras intenta escribir:

“De tanto andar, la madre de un niño, de poca edad, de baja estatura (…) ¿Qué sucede? ¡Inaudito! Mi espacio acaba de ser invadido por un ruido estridente (…)” (Valdez, Contrapunto: Luis Vargas vs. Frédéric Chopin, 2019, p. 90).

Con lo presentado anteriormente se puede inferir que el autor muestra dominio de la narración anterior, utilizándola como recurso para provocar al lector e involucrarlo en el acto mismo de lectura. Además, el uso de la interrupción musical hace que el lector que se identifique con la frustración del personaje, sobre todo si este ya ha pasado por situaciones similares.

En otro tenor, el discurso de este libro sobresale por el empleo de los niveles narrativos: extradiegético, intradiegético y metadiegético. El primero de estos en un plano externo, ya que el narrador esta fuera: “El Mercedes Benz se detuvo cerca de las bolsas de basura, frente a un sofá tapizado por un rompecabezas sin armar” (Valdez, El sofá, 2019, p.68); el segundo, a un plano interno, ya que quien narra es un personaje: “Mi hermana mayor trató de disuadirla. Era nuestra última esperanza” (Valdez, El ladrón Amado, 2019, p.104) y el tercero, ya que un personaje de uno de los cuentos relata una historia dentro de la misma, desde un plano metahistórico: “Les he hablado de Amado, de su madre y nuestro vecindario. Ahora que los conocen, les voy a contar una historia verdadera” (Valdez, El ladrón Amado, 2019, p.101).

Lo dicho anteriormente prueba la versatilidad narrativa del autor y reafirman lo planteado previamente.

Por otra parte, es importante resaltar que Valdez incorpora distintas perspectivas de narración. Algunas que pueden encontrarse en este libro son: la omnisciente: “La bodega estaba abarrotada por un gentío que deambulaba por los pasillos y terminaba acumulándose frente al mostrador” (Valdez, El sofá, 2019, p.53) y la interna: “Don Alonso Lucas retornó a su despacho marcado por el desaliento y el inicio de una duda.” (Valdez, Relación acerca de la ruina de la Concepción, cap. II, 2019, p. 22). El lector puede percibir la primera focalización ya que el narrador es como si fuera un Dios, conociendo todos los detalles en lo que se relata. Sin embargo, la segunda la puede identificar porque el nivel de información del narrador sobre los acontecimientos es menor, es decir, es limitada a lo que se percibe, no profundiza.

Sobre las funciones presentes, en Dominicanos (2019) hay tanto funciones narrativas como metanarrativas. De la primera, se ejemplifica una retrospectiva: “Por aquellos tiempos moraba en la Concepción un indio bautizado con el nombre de Antón Trinidad, quien una vez, mientras servía en la huerta del convento, injuriaría al obispo” (Valdez, Relación acerca de la ruina de la Concepción, cap. IV, 2019, p.26). Sin embargo, de la segunda se puede hallar una comunicativa ya que el narrador se dirige al lector. “Adivinó, caballo: ninguno quiso votar” (Valdez, El voto, 2019, p. 85). Un elemento a destacar de esta última cita es que el término “caballo” lo ha utilizado el autor para que su narrador pueda dirigirse de forma coloquial y con confianza a su lector. Además, da indicios de que este domina palabras del dialecto dominicano.

En otro tenor, también se da la conformación de situaciones narrativas dentro del libro. Se muestra una relación común en el discurso narrativo de Dominicanos (2019) basada en las categorías de narradores heterodiegéticos (exteriores) y homodiegéticos (interiores) con perspectivas ilimitadas e internas:

Cuadro I: Situaciones narrativas en Dominicanos de Pedro Antonio Valdez

Tipo de narrador Perspectiva Cuentos
Narrador interior/                          Narrador exterior Ilimitada Relación acerca de la ruina de la Concepción
Narrador interior/                                Narrador exterior Ilimitada El mundo es algo chico, Librado
Narrador exterior Ilimitada Ramonón ganador
Narrador exterior Ilimitada El sofá
Narrador interior Interna Mi cadáver predilecto
Narrador interior Ilimitada El voto
Narrador interior Ilimitada Contrapunto: Luis Vargas vs. Frédéric Chopin
Narrador interior Interna El ladrón Amado
Narrador exterior Ilimitada La Muerte y el niño
Narrador interior Interna Carretera en el polvo

                                                                                                                     Autoría propia.

 Como se ha dejado notar, el discurso narrativo juega un papel importante en toda producción, ya que es medio por el cual se dan a conocer las historias (Carrasco, 1981). Por eso es por lo que de las estrategias que utilice el escritor dependerá la garantía de la comunicación literaria y su receptividad.

Pedro Antonio Valdez con su libro Dominicanos (2019) demuestra que la escritura requiere de disciplina y compromiso con su formación para poder conectar con el lector ideal. Uno que solo aguarda una voz que lo invite con complicidad a viajar a lugares insólitos, de todas las formas posibles.

Referencias bibliográficas

Almánzar, J (2019). Prólogo. En Valdez, P. A. Dominicanos (p.09). Santo Domingo, República       Dominicana: Colección del Banco Central de la República Dominicana

Barrientos, J. L (1996). La creación literaria: El autor. En El lenguaje literario: 1. La comunicación literaria (p.47). Madrid, España: Arco/libros.

Carrasco, I (1981). Análisis de la narración literaria según Gerard Genette. Documentos Lingüísticos y   Literarios  UACh (N. 7). 8-15. Recuperado de: https://www.humanidades.uach.cl/documentoslinguiticos/docannexe.php?id=424

Del Carril,  E. (2018). La caja de dientes de un cuento: la microliteratura de Pedro Antonio Valdez. En   Valdez, P. A, Papeles de Astarot y todos los microrrelatos. (P.11). Santo Domingo, República    Dominicana: Editora Búho.

Guzmán, I. (2018). Contar es lo que cuenta. En Valdez, P. A, Papeles de Astarot y todos los         microrrelatos. (P.09). Santo Domingo, República Dominicana: Editora Búho.

Pérez, O. A. (2018). Cuentos sorprendentes y humanos. En Valdez, P. A, Papeles de Astarot y todos los     microrrelatos. (P.07). Santo Domingo, República Dominicana: Editora Búho.

Todorov, T. (1972). Categorías del relato literario. En El análisis estructural de los relatos (pág. 155)  Argentina: Editorial Tiempo Contemporáneo. Recuperado de: https://monoskop.org/File:          Barthes_Roland_Todorov_Tzvetan_El_analisis_estructural_del_relato_1970.pdf

Valdez, P. A (2019). Dominicanos. Santo Domingo, República Dominicana: Colección del Banco       Central de la República Dominicana.

Valdez, P. A. (2019). Relación acerca de la ruina de la Concepción. En Dominicanos (pág.17) Santo    Domingo, República Dominicana: Colección del Banco Central de la República Dominicana.

Valdez, P. A. (2019). El mundo es algo chico, Librado. En Dominicanos (pág.43) Santo             Domingo, República Dominicana: Colección del Banco Central de la República Dominicana.

Valdez, P. A. (2019). Ramonón ganador, o como cambiar un billete de la lotería sin que te pelen en el intento. En Dominicanos (pág.53) Santo Domingo, República Dominicana: Colección del   Banco Central de la República Dominicana.

Valdez, P. A. (2019). El sofá. En Dominicanos (pág.63) Santo Domingo, República Dominicana:   Colección del Banco Central de la República Dominicana.

Valdez, P. A. (2019). Mi cadáver predilecto. En Dominicanos (pág.75) Santo Domingo, República       Dominicana:   Colección del Banco Central de la República Dominicana.

Valdez, P. A. (2019). El voto. En Dominicanos (pág.81) Santo Domingo, República Dominicana:   Colección del Banco Central de la República Dominicana.

Valdez, P. A. (2019). Contrapunto: Luis Vargas vs. Frédéric Chopin. En Dominicanos (pág.89) Santo    Domingo, República Dominicana: Colección del Banco Central de la República Dominicana.

Valdez, P. A. (2019). El ladrón Amado. En Dominicanos (pág.99) Santo Domingo, República       Dominicana:   Colección del Banco Central de la República Dominicana.

Valdez, P. A. (2019). La Muerte y el niño. En Dominicanos (pág.109) Santo Domingo, República       Dominicana:   Colección del Banco Central de la República Dominicana.

Valdez, P. A. (2019). Carretera en el polvo. En Dominicanos (pág.121) Santo Domingo, República Dominicana:   Colección del Banco Central de la República Dominicana.

Vargas, L. (1991). Esa mujer. En El tomate. [mp3]. República Dominicana: Green Lite Music Group.

 

 

 

 

 

 

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