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Una flatulencia, pedo (vulgarmente llamado peo) es una mezcla compleja de gases, vapores y microorganismos que escapan desde el intestino grueso a través del ano. Por tanto, hay que destacar que además de una gran variedad de sustancias químicas se pueden encontrar microorganismos formando parte del mismo.
Entre otros, los principales gases que están presentes en un pedo son: nitrógeno (N2), Oxígeno (O2), Dióxido de Carbono (CO2), sulfuro de hidrógeno (H2S) y metano (CH4). Algunos de estos estos gases se producen como resultado de la acción de las bacterias que viven en el intestino grueso. Vale la pena señalar que, el olor característico de un pedo se debe principalmente al sulfuro de hidrógeno.
Como resultado de los cambios químicos que ocurren en el organismo (metabolismo), además de los gases anteriores; durante la fermentación de alimentos no digeridos, las bacterias también provocan la producción de otros tipos de sustancias químicas. Ejemplo de ellas son ácidos carboxílicos como el ácido acético (el que está presente en el vinagre) y el ácido butírico (presente en la mantequilla), entre otros tipos de ácidos que se mezclan en forma de vapor y salen al aire cuando se produce un pedo.
Algunas de las bacterias que participan de todo este proceso y que se encuentran formando parte de la mezcla de un pedo, son: Escherichia coli, Bacteroides, Clostridium, Prevotella y Streptococcus.
¿Qué debemos hacer para evitar producir pedos?
No podemos hacer nada, únicamente podemos reducirlos. Ya que la producción de gases y vapores en el intestino, y la presencia de bacterias en el intestino; con toda la complejidad señalada en los párrafos anteriores, es parte del metabolismo que nos permite permanecer con vida. Sí, la dinámica de las bacterias en el intestino también está relacionada con procesos químicos de producción de vitaminas. Y la composición química definitiva de los gases y desechos que se encuentren en el intestino está estrechamente relacionada con la dieta y las patologías que puede estar padeciendo una persona.
Es conveniente saber que el sulfuro de hidrógeno se produce por la acción bacteriana sobre las proteínas que contienen azufre (S). Así, los alimentos como el huevo y los derivados de productos lácteos que contienen compuestos químicos con azufre contribuyen a que haya mayor producción del gas de sulfuro de hidrógeno. En consecuencia, mientras mayor sea el consumo de estos alimentos mayor será el olor característico del pedo una vez haya abandonado el intestino.
Por tanto, es recomendable controlar la cantidad que se ingiere de estos alimentos; y también, evacuar oportunamente cuando el cuerpo lo indique. La retención de materias fecales promueve la producción de una mayor cantidad de gases en el intestino. Por tal razón, es esperable que el olor desagradable aumente mientras más se tarde en ir al baño. ¡Ojo con las habichuelas con dulce!
Además, como regla general, se debe tener presente que la retención de heces fecales, de orina o de cualquier otra sustancia que sea un desecho debe salir del cuerpo tan pronto sea posible. Acostumbrarse a retener sustancias de desecho puede provocar enfermedades. Parte de los desechos que no se eliminan oportunamente se pueden transformar y reabsorber como toxinas que servirán únicamente para dañar nuestra salud.
¡Qué emocionante es vivir con la conciencia que te dan los conocimientos básicos de la Química!
OBSERVACIONES ADICIONALES.
Este texto se ha escrito a solicitud de un compañero docente universitario. No obstante, al finalizar de escribir el mismo se debe añadir lo siguiente.
Sería interesante plantearse la posibilidad de incluir el análisis del pedo en la realización de un diagnóstico médico. Se trata de un complemento al análisis de la materia fecal. La producción de gases y sustancias químicas específicas en el intestino están directamente asociadas a un tipo específico de microrganismo y de materia fermentada. Este hecho podría relacionarse directamente con una patología determinada.
