Un limpiabotas

Prof. Román Castillo

Un limpiabotas, lustrabotas, lustrador o bolero es una persona que se encarga de limpiar y lustrar el calzado de eventuales clientes utilizando betún para calzado. Tradicionalmente lo ejercen personas del género masculino y muy frecuentemente niños. Aunque el rol es desaprobado en diversas latitudes del mundo, constituye el medio de manutención de familias de condición precaria en diversos países. Algunos limpiabotas ofrecen el servicio adicional de reparación de calzado y sastrería. Personalidades destacadas en la historia comenzaron su vida ganando el sustento desempeñándose como limpiabotas, incluyendo cantantes y presidentes.

Aunque no soy cantante y mucho menos presidente fui durante muchos años el Limpiabotas oficial de Don Melido Marte quien en vida fuera el primer paracaidista dominicano con rango de General durante los años del Gobierno del Dr. Joaquín Balaguer.

Melido Marte vivió en la avenida San Vicente de Paúl con Carretera Mella en Santo Domingo Este, allí fundó la Granja Avícola Aurora, por muchos años suplió al país de pollos,  hoy en el lugar se encuentra el famoso centro comercial Megacentro.

Recuerdo que cuando llegaba del colegio enviaban un chofer llamado Polín en un lujoso carro blanco marca Mercedes Benz para que fuera por mí, vivíamos casi al frente en lo que se llamaba Barrio Tapia al lado del Restaurante Pabellón Chino, frente estaba Galletas Tamara (Mabrano y Compañía después) y Pintura PIDOCA (hoy Palacio Consistorial de Santo Domingo Este).

A pesar de que el General Melido Marte estaba asociado a  los oscuros 12 años del Gobierno de Balaguer y  eran  muchos comentarios que escuchaba, siempre él mostró mucho respeto hacia mí y pagó dignamente el trabajo que le hacía.

Realmente fui su limpiabotas, porque fue la primera vez que veía calzados tan altos que llegarán hasta las rodillas, eran docenas y creía que nunca terminaría de limpiarlos. Cuando terminaba mis flacos brazos y dedos estaban entumecidos pero cuando pensaba que la paga era buena y que ayudaría a mis padres en los gastos familiares eso servía de analgésico y olvidaba el esfuerzo laboral infantil.

Hoy cuando vi la escultura del limpiabotas en el parque Central de Barahona, recordé mi primer trabajo y orgullosamente me sentí representado como barahonero que soy. 

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