«La inteligencia artificial afecta prácticamente a cada uno de los aspectos de nuestra vida moderna. La tecnología y el comercio garantizarán su impacto en todas las sociedades del planeta. Y se supone que para los humanos será un proceso neutral. Pero no será así».
Alberto Ibargüen, periodista y abogado estadounidense -de padre cubano y madre puertorriqueña- y presidente de la Fundación Knight, en EE.UU., cree que los algoritmos de las máquinas reflejan «ciertos estándares de comportamiento».
Por eso la Fundación Knight, el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), la Universidad de Harvard y otras instituciones han decidido crear el Fondo para la Ética y Gobierno de la Inteligencia Artificial(Ethics and Governance of Artificial Intelligence Fund, en inglés)
«Identificar los problemas, ayudar a determinar quién los decide y abordar diversas perspectivas es la manera en que sacaremos el mejor provecho a la inteligencia artificial para beneficiar a la sociedad y minimizar su daño potencial«, dijo Ibargüen.
En total, el fondo cuenta con una suma inicial de US$27 millones.
Pero ¿quiénes están detrás de esta inversión?
Los inversores
Los financiadores principales son el fundador de LinkedIn, Reid Hoffman, y el empresario e ingeniero informático estadounidense Pierre Omidyar, fundador y presidente del sitio de subastas eBay.
El propio Ibargüen también participa.
Colaborarán también Joichi Ito, director del MIT Media Lab y Tenzin Priyadarshi, presidente del Centro Dalai Lama Para La Ética Y Valores Transformativos del MIT.
Otros de los filántropos involucrados son Urs Gasser, director del Centro Berkman para Internet y la Sociedad de la Universidad de Harvard yJonathan Zittrain, profesor de Derecho de Internet en esa institución.
Pero, aunque Ibargüen espera que haya más inversionistas, es consciente de los posibles inconvenientes.
Lo que preocupa
«Sabemos que incluso a medida que el fondo crezca, será eclipsado por los miles de millones que la industria está gastando en el desarrollo de la inteligencia artificial», expresó Ibargüen.
Y es que pronto la inteligencia artificial manejará nuestros autos, suplantará nuestros trabajos y gestionará gran parte del funcionamiento de nuestras ciudades.
Algunas compañías ya han tomado medidas de precaución.
En septiembre, Facebook, DeppMind (Google), Microsoft, IBM y Amazon crearon el Partnership on AI (colaboración sobre inteligencia artificial), una coalición para garantizar las mejores prácticas en la inteligencia artificial.
Y Google patentó un «botón rojo» que debe ser capaz de «apagar» toda la inteligencia artificial, según el Instituto de Investigación en Inteligencia de Máquinas (MIRI, por sus siglas en inglés), de la Universidad de Berkeley, en California, EE.UU.
«Uno de los retos más serios es asegurarnos que las máquinas que ‘entrenamos’ no perpetúen y amplifiquen los prejuicios humanos que afectan a la sociedad», dijo Joi Ito.
«¿Cómo puede evolucionar la sociedad con esta tecnología […] desarrollando máquinas que no sean solo ‘inteligentes’, sino también socialmente responsables?», se preguntaba el responsable del MIT Media Lab.
Hoffman también se pronunció al respecto. «Urge asegurar que la inteligencia artificial beneficia a la sociedad y minimiza los daños».
«Las decisiones tomadas por la inteligencia artificial pueden influenciar muchos aspectos de nuestro mundo, desde la educación, hasta el transporte, pasando por el sistema sanitario, la justicia penal o la economía«, añadió.
De acuerdo con Ibargüen, el objetivo del multimillonario fondo es usar «la lógica y la investigación» para «fomentar la transparencia, integrar principios éticos y abordar diversas disciplinas y perspectivas».
«La promesa de la inteligencia artificial está inevitablemente ligada al beneficio público.Aprovecharemos al máximo ese potencial», aseguró.
Fuente: www.bbc.com
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