La frontera entre ciencia y no-ciencia: el neopositivismo y Popper

METACIENCIA ||
Edwin Santana, M.A.
Edwin Santana, M.A.

Cuando hablamos de lo que no es la ciencia queremos incluir ahí disciplinas que no son científicas pero que tampoco pretenden serlo, como por ejemplo la propia filosofía -que, como hemos visto, no es ciencia- pero sobre todo estamos pensando en disciplinas o teorías que pretenden ser científicas sin serlo realmente.

Como se ha dicho antes, a ese tipo de disciplinas o de teorías las llamamos pseudocientíficas, porque no se trata de ciencias auténticas, sino que son falsas ciencias. Estas pseudociencias son las que más han preocupado a los filósofos de la ciencia porque plantean realmente dificultades importantes desde el punto de vista social, así como desde el punto vista económico e incluso desde el punto de vista de la salud porque además son fraudulentas y peligrosas.

El Círculo de Viena, que hemos visto en entregas anteriores, propuso la verificabilidad como criterio de demarcación. Como ya dijéramos, para el positivismo lógico los enunciados con sentido, con significado, los enunciados que realmente dicen algo, se pueden clasificar en dos clases excluyentes: por un lado, los enunciados lógico-formales o analíticos, y por otro lado los enunciados sintéticos verificables.

Un enunciado lógico-formal o analítico es un enunciado cuyo valor veritativo -es decir, cuyo valor de verdad o falsedad- se puede determinar exclusivamente mediante el análisis del significado de los términos que lo componen, y no hay que acudir a la experiencia para saber si lo que dice el enunciado es verdadero o falso. Lo sabemos únicamente entendiendo lo que dice el enunciado, y su negación sería simplemente una contradicción. Este es el tipo enunciados que encontramos en la lógica y en las matemáticas -las ciencias formales-.

El segundo tipo de enunciados con sentido serían los enunciados sintéticos verificables. Se trata de enunciados que no pueden ser determinados analíticamente, es decir, su valor de verdad no se puede establecer únicamente a partir del significado de los términos, pero son susceptibles de ser verificados completamente por medio de la experiencia. Es decir, la experiencia permite establecer con firmeza que el enunciado es verdadero o falso.

a decir suyo -del Círculo de Viena y los neopositivistas- los enunciados con sentido son enunciados que están ya incluidos en una ciencia o pueden formar parte de alguna ciencia. En cambio, los enunciados metafísicos no son significativos porque no son, ni enunciados lógico-formales o analíticos, ni son tampoco enunciados sintéticos verificables. Serían enunciados sintéticos no verificables y, por lo tanto, no tendrían significado, y por esta misma razón no pueden formar parte de la ciencia. He aquí que el Círculo de Viena ha presentado un criterio de demarcación que al mismo tiempo es un criterio de significado.

El neopositivismo, entonces, no sólo pretende separar lo que es ciencia de lo que no es ciencia, sino que también pretenden separar lo que tiene significado de lo que no tiene significado.

Por su lado, Karl Popper rechazó el verificacionismo -así se llamó al criterio de demarcación propuesto desde el positivismo lógico-, pues para él la búsqueda de un criterio de significación (definir si los enunciados tienen significado o no, como proponen los neopositivistas), carece de sentido a la hora de separar lo que es ciencia de aquello que no lo es. Además, Popper no comparte el rechazo a la metafísica que muestran los miembros del Círculo de Viena. Propone, entonces, lo que se conoce como el criterio de falsación o falsabilidad.

El principal requisito para Popper es que la teoría que pretende ser científica contenga enunciados empíricos. Es decir, que se los pueda contrastar. Popper suele poner el ejemplo del enunciado “mañana lloverá o no lloverá”, un enunciado que no es empírico, puesto que ambos componentes de la proposición disyuntiva pueden ocurrir. De modo que para que el enunciado sea empírico ha de ser más simple y cumplir con el principio sintético de no contradicción; por ejemplo: “mañana lloverá”.

Si una teoría está compuesta por enunciados de este tipo, o pueden deducirse de ella enunciados empíricos, entonces esta teoría, en opinión de Popper, encaja dentro del conocimiento al que podemos llamar científico, pues es “falsable”.

Pero, ¿qué es esto de la falsación, la falsabilidad y lo falsable?

La falsación es el proceso mediante el cual se pone a prueba una hipótesis a los fines de aceptar o rechazar la teoría desde la cual esta hipótesis ha sido deducida. Esta contrastación o puesta a prueba consiste en imaginar un enunciado empírico que pueda contradecir (“falsar”, en términos popperianos) al enunciado que queremos poner a prueba, e intentar llevar a cabo la situación que describe este enunciado falsador. Si se consigue que lo que dice el enunciado falsador sea verdad, entonces hay que rechazar la teoría, pues ha sido falsada, es decir, es falsa. Si no se consigue una situación como la que describe el enunciado falsador, entonces la teoría ha pasado la prueba y será la teoría vigente hasta tanto se halle un caso en que esta quede falsada.

Para poner un ejemplo clásico: de una teoría se deduce la hipótesis “todos los cuervos son negros”. Esta teoría es falsable, pues se puede imaginar una situación que contradiga este enunciado, a saber: “existen cuervos blancos” (o cualquier otro color). La tarea del científico es, no sólo imaginar que pueden existir cuervos no negros, sino intentar dar con esos cuervos no negros. En la medida en que se empeñe la comunidad científica en dar con esos cuervos no negros y no lo logre, en esa medida se considerará cada vez más robusta la teoría de los cuervos negros.

Ese es el proceso de falsación. La falsabilidad es esa cualidad que deben tener las teorías para ser consideradas científicas según Popper (es decir, que se puedan deducir de ellas enunciados falsables) y falsable es aquel enunciado del que se puede imaginar una situación posible que lo contradiga, que lo convierta en falso.

Hasta aquí hemos esbozado dos criterios de demarcación que han sido relevantes en la historia de la filosofía de la ciencia: la verificabilidad y la falsabilidad. Como aún no hay acuerdo general al respecto, tú puedes elegir uno de ellos. No obstante, en las siguientes entregas estaremos mostrando otras propuestas de demarcación así como la crítica a los criterios presentados hoy.

Comentarios De Facebook

Check Also

La credibilidad de las revistas científicas

La credibilidad de las revistas científicas se fundamenta en los controles que se han venido …

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *