Mujer, sexo, violencia y drogas en las canciones de Tokischa

José Luis Moronta Serrano
José Luis Moronta Serrano

¿Cuáles elementos caracterizan los contenidos de las canciones de Tokischa?, ¿hay en sus canciones una recurrencia conceptual referida a la mujer, sexualidad, violencia y drogas que indica una perspectiva sobre los referentes de estos términos? En lo que sigue vamos a describir cuáles conceptos y frases se reiteran en las canciones de esta artista urbana, cómo se relacionan entre ellos y qué marco de referencia se construye en función de sus usos dentro del discurso que se desenmaraña al analizar las letras de sus productos musicales. 

Para proceder a analizar los contenidos de las canciones de Tokischa hemos utilizado la herramienta de análisis conocida como “Análisis de contenido”, mediante la cual “se trata de reconocer el contenido o el significado de determinadas configuraciones verbales —palabras, combinaciones de palabras, frases o argumentos enteros—, así como de clasificarlos adecuadamente.” (Maynt, R., et al, 1975). Esta técnica puede ser usada prácticamente en cualquier tipo de comunicación de la que se sea necesario obtener una interpretación en función de los datos codificados (Babbie, E. (2000). Shaughnessy, J. et al (2007, citando a Holsti (1969), definen el “Análisis de contenido” “como cualquier técnica que permita a los investigadores hacer inferencias basándose en características que ellos indiquen objetivamente en los mensajes.” Nuestros datos observacionales y unidades de análisis son las canciones en solitario de esta intérprete, así como otras en las que comparte protagonismo con otros artistas

Bochenski (1988) señala que el “signo” tiene tres dimensiones: a) sintáctica, por su relación con las demás palabras dentro del texto, b) semántica, por el significado o los significados que transmite, y b) pragmática, por las relaciones establecidas entre la fuente y el auditorio o entre el que dice algo y los que escuchan. Atendiendo a esta descripción sobre las dimensiones del “signo” y en relación con nuestro tema de estudio, planteamos las siguientes preguntas: ¿Cuáles relaciones existen, dentro de las canciones de Tokischa, entre los conceptos “mujer”, “sexo”, “violencia” y “drogas”?, ¿qué significado tiene cada uno de estos conceptos dentro de las canciones de ella?,  ¿en qué porcentaje estos conceptos son recurrentes en las canciones de esta artista urbana? 

Tokischa es una artista que tiene poco tiempo en el escenario artístico nacional e internacional y quien haya escuchado sus interpretaciones, sola o acompañando a otros artistas, no tendría la menor duda al afirmar que sus temas hacen referencias a los términos que hemos planteado como unidades observacionales; lo que sí podría generar dudas o curiosidad es las veces que se reiteran en cada canción y sus recurrencias con un mismo significado en todas las canciones, estructurando un punto de vista o marco de referencia que aquí trataremos de hacer explícito. En ese sentido, es necesario saber en qué medida existen referencias a estos conceptos. Pero, ¿cómo podemos saber con precisión las veces que estos conceptos se repiten en las canciones de esta artista? Morris Cohen y Ernest Nagel (1968), expresan lo siguiente: “¿De qué manera puede darse precisión a nuestros juicios? En muchas investigaciones, contar los elementos que poseen determinado carácter es el único método posible para evitar las vaguedades.” En esas líneas breves en las que los autores mencionados describen cómo la cuantificación de los elementos que comparten “determinado carácter” es un método poderoso para evitar las vaguedades, se describe el procedimiento lógico al que nos aferramos para determinar el papel que los conceptos “mujer, sexualidad, violencia y drogas” desempeñan en las canciones que analizamos. Como es lógico suponer, hubo que hacer un escrutinio exploratorio para determinar la existencia del fenómeno que se pretende medir (Bachrach, 1966) antes de determinar su dimensión,

Análisis cuantitativo de letras de canciones.

Para realizar este análisis hemos seleccionado una muestra de 21 canciones de Tokischa (cantando en solitario o con otros intérpretes urbanos) al azar, de un universo de 32 que hemos encontrado en la red (véase referencias bibliográficas), contabilizando el total de líneas que conforman la canción, excluyendo aquellas líneas con expresiones sin sentido (ejemplo, “ah, ah, ah” y lo que se denomina como “payola”, donde al final de algunas canciones mencionan personas, disqueras, etc.), luego hemos procedido a contar aquellas líneas que contienen elementos que hacen referencias a los conceptos “mujer”, “sexualidad”, “violencia” y “drogas” e indicando el porcentaje de estas líneas dentro del total que integran las canciones analizadas. Las categorías conceptuales han sido delimitadas de la siguiente manera: son tomados en cuenta como referentes al concepto “mujer” todos los términos usados para calificar, de la manera que sea, a las mujeres y palabras precedidas de artículos que indiquen el género (ejemplo: la, las, o ella, ellas, etc.), siempre que no se refieran a cosas; todo término relacionado o referido a comportamiento sexual ha sido incluido en la categoría  “sexualidad”, y si el término denota una relación sexual violenta, el término será incluido tanto en la categoría “sexualidad” como en la de “violencia” al igual que con otros conceptos donde coincidan dos categorías; son tomados como referentes de la categoría “violencia” todos los términos que impliquen agresión, consentida o no, ya sea física o verbal; serán considerados términos incluidos dentro de la categoría “drogas” toda referencia directa o indirecta al uso, consumo u operaciones con cualquier tipo de drogas denominadas con su nombre correcto o en el argot usado por la artista urbana, y los que cantan junto a ella en las canciones analizadas.

Pícala”: Drogas: de 49 líneas de texto, en 32 hay referencias a las drogas (65.3%). Mujer: dos referencias (4.08%). Violencia: Ninguna referencia (0%). Sexualidad: ninguna referencia (0%)

Rechura de droga”: de 52 líneas de texto, en 14 hay referencias a las drogas (26.9%); en 16 hay referencias a la mujer (30.7%); en 14 hay referencias a la sexualidad (26.9%); en 22 hay referencias a la violencia (42.30%) 

Me tienen harta”: de 28 líneas de texto, en 2 hay referencias a las drogas (7.14%); en 6 hay referencias a la mujer (21.42%); en 9 líneas hay referencias a la sexualidad (32.14%); en 13 hay referencias a la violencia (46.42%).

Yo lo daño”: de 54 líneas de texto, en 21 hay referencias a las drogas (38.88%); en 18 líneas hay referencias a la mujer (33.33%); en 5 líneas hay referencias a la sexualidad (9.25%); no hay líneas con referencias a la violencia (0%).

Mala”: de 72 líneas de texto, en 9 hay referencias a las drogas (12.5%); en 17 líneas hay referencias a la mujer (23.61%); en 26 líneas hay referencias a la sexualidad (36.11%); en 2 líneas hay referencias a la violencia (2.77%).

Enfermo”: de 62 líneas de texto, en 4 hay referencias a las drogas (6.45%);  en 9 hay referencias a la mujer (14.51%); en 24 hay referencias a la sexualidad (38.70%); en 4 hay referencias a la  violencia (6.45%).

El rey de la popola”: de 89 líneas, en 7 hay referencias a las drogas (7.8%); 47 referencias a la mujer (52.80%); 61 que hacen referencias a la sexualidad (68.53%); y 4 hacen referencias a la violencia (4.49%).

Amor y dinero”: de 71 líneas, en 16 líneas hay referencias a las drogas (22.5%); 12 hacen referencias a la mujer (16.90%); 24 a la sexualidad (33.80%);  10 a la violencia (14.08%).

Que viva”: de 39 líneas, en 20 hay referencias a las drogas (51.2%); en 8 hay referencias a la mujer (20.51%); en 3 hay referencias a la sexualidad (7.69%); en 4 hay referencias a la violencia (10.25%). 

Bellaca putona”: de 82 líneas en 7 hay referencias a las drogas (8.53%), en 30  hay referencias a la mujer (36.58%); en 34 hay referencias a la sexualidad (41.46%); en 22 hay referencias a violencia (26.82%) 

Toy eléctrica”: de 37 líneas en 5 hay referencias a las drogas (13.51%); en 11 líneas hay referencias a la mujer (29.72%); en 14 hay con referencia a la sexualidad (37.83%); en 2 hay referencias a la violencia (5.40%).

Varón”: de 32 líneas en 4 hay referencias a las drogas (12.5%). En 13 hay referencias a la mujer (40.62%); en 8 hay referencias a la sexualidad (25. %); en 6 hay referencias a la violencia (18.75%).

Empatillada”: de 50 líneas en 11 hay referencias a las drogas (22%); en 22 líneas hay referencias a la mujer (44%); en 28 hay referencias a la sexualidad (56%); no hay líneas con referencias a la violencia (0%). 

No me falles”: de 61 líneas en 1 hay referencia a las drogas (1.6%); en 21 hay referencias a la mujer (34.42%); en 16 hay referencias a la sexualidad (26.22%); en 1 hay referencia a la violencia (1.63%).

No me importa”: de 66 líneas en 4 hay referencias a las drogas (6.06%); en 12 hay referentes a la mujer (18.18%); en 11 hay referencias a la sexualidad (16.66%); en 12 hay referencias a la violencia (18.18%)

Perras como tú”: de 53 líneas 1 referencia a las drogas (1.88%). En 9 hay referencias a la mujer (16.98%); en 2 hay referencias a la sexualidad (3.77%); en 12 hay referencias a la violencia (22.64%).

Yo no me voy a acostar”: de 62 líneas en 15 hay referencias a las drogas (24.19%); en 2 hay referentes a la mujer (3.22%);  en 13 hay referencias a la sexualidad (20.96%); en 13 hay referencias a la violencia (20.96%)

Dorito y Coca Cola”: de 39 líneas en 2 hay referencias a las drogas (5.12%); en 14.  hay referencias a la mujer (35.89%); en 12 hay referencias a la sexualidad (30.76%); en 1 hay referencia sobre la violencia (2.56%).

Desacato escolar”: en 42 líneas hay 2 que hace referencias a las drogas (4.76%); en 15 hay referencias a la mujer (35.71%);  en 26 hay referencias a la sexualidad (61.90%); en 8 hay referencias a la violencia (19.04%). 

Siete”: en 3 líneas hay dos que hacen referencias a las drogas (66.66%). Mujer: 2 (66.66%); Sexualidad: 2 (66.66%); Violencia: 0

Hoy amanecí”: de 39 líneas no hay alguna que contenga referencias a las drogas (0%). Mujer: 8 (20.51%). Sexualidad: 23 (58.97%). Violencia: 9 (23.07%).

Cantidad de canciones en las que aparece cada concepto: 

Referencias a la mujer: 21 (100%)

Referencias a la sexualidad: 20 (95.23%)

Referencias a la violencia: 17 (80.95%)

Referencias a las drogas: 20 (95.23%)

Como puede apreciarse a simple vista, los conceptos que más aparecen son “mujer” (100%), “sexualidad”  y “drogas” cada uno con (95.23%).

Relaciones establecidas entre los conceptos en las letras de las canciones.

Casi todas las referencias al concepto “mujer” aparecen relacionadas a las drogas, ya sea consumiéndolas, comprándola o preparándola para su pareja (La shorty empatilla’ ya se quito lo’ blumen (Pícala), Desde menorcita al punto me tiré a capea’ (Que viva), Desde menorcita al punto me tiré a capea’ (Yo lo daño)). En cuanto a “sexualidad” y “mujer”, es frecuente el papel de subordinación (Tú eres el rey de esta popola (El rey de la popola),  en la relación de pareja, de ésta con respecto al hombre, además de los elementos violentos (“Con la mirada te estrallo, te tengo mamando con un guayo” (Rechura de droga), “Duro contra el muro/ Pa que me saque lo miao” (Bellaca putona),  etc.) que matizan esa relación y le dan colorido a la subordinación. Otros elementos que destacan y categorizan la subordinación de la mujer son los calificativos de “perra”, “cuero”, “mala” y otros que ponen en evidencia el rol que desempeña el sexo femenino en el universo de la artista urbana. Un detalle notorio en el papel que desempeña la mujer en la relación de pareja y que instrumentaliza a ésta, es que usualmente asume la sexualidad lésbica para complacer al hombre (Me trae a sus amigas para que hagamos orgías, (Amor y dinero), Soy una tipa bacana yo le acepto to’ lo trío (Mala)),  y decimos que la instrumentaliza porque no lo hace para complacerse ella, sino para satisfacer al “delincuente” o al “gánster.”  También se puede notar que es común que en el encuentro sexual se usen drogas, como opiáceos y marihuana, los cuales en ocasiones son destacados como afrodisíacos, tanto para ellas como para ellos (Me gusta darle’ pastilla’ y molly pa’ despué’ rasparla (Toy eléctrica), Te wa monta la pura, esa pasti me tenía en soltura (Empastillada), En la lengua tengo moli y tengo los panti moja’os (Yo no me voy a acostar), Si me pongo bellaca es culpa de la rola (Dorito y Coca Cola), Miss Medellín te la pone de acero (Enfermo)).

El discurso de Tokischa y la visión del mundo a través de sus canciones.

En todas las canciones de Tokischa, o en las que ésta participa, son muy notorios los conceptos que se reiteran, variando la cantidad de acuerdo al tema principal. Sin embargo, independientemente de cualquiera que sea el tema, la tendencia hacia la consecución del placer marca de manera preponderante la deriva de su discurso. Hay un sustrato que se advierte inmediatamente sin que necesariamente haya que abocarse a una reflexión profunda para encontrar la esencia sobre lo que gira el universo que se construye con cada línea de sus canciones: un hedonismo intenso sumamente influido por un concepto de clase que gravita entre la tríada de lo soez, vulgar y obsceno y una negación absoluta de los valores éticos y estéticos tradicionales. Si “Un marco de referencia es un universo limitado de discurso o una concepción del mundo que parte de él y lo amplía” (Creegan, Robert F., en Brunswick, E. et al, 1967), en Tokischa encontramos que ese “marco de referencia” parte del mundo de la narcocultura, exhibiendo de éste la legitimación del tráfico y consumo de estupefacientes (Belardo, 2010) y la exhibición de la mujer como un instrumento que ha sido “salvado” del bajo mundo o a quien se busca sólo para tener sexo o consumir narcóticos. Toda referencia, en el discurso de Tokischa, a grupos que por su preferencia sexual han sufrido discriminación (homosexuales, lesbianas, bisexuales) carece de juicios críticos respecto a sus derechos, y más bien se orienta hacia el morbo que despiertan determinadas escenas en donde éstos están presentes. En su concepción también se destaca el carácter sadomasoquista en las relaciones sexuales y la ya mencionada carga hedonista que se vislumbra en el uso constante, como si fuesen afrodisíaco, de las drogas para estimular la libido en ambos sexos.

Bibliografía

Babbie, Earl (2000). Fundamentos de investigación social. México, Internacional Thomson editores.

Bachrach, A. J. (1966). Cómo investigar en Psicología. (2da ed.) Madrid, Ediciones Morata.

Belardo, Florencia, (2010). Narcocultura: Un idioma musical. “La cultura del narcotráfico en los medios de entretenimiento masivos. Un factor de consumo en la adolescencia. (Documento WWW). Recuperado:http://sedici.unlp.edu.ar/handle/10915/40350

Bochenski, I M. (1988). Los métodos actuales del pensamiento. (16ta. ed.) Madrid, ediciones Rialp, S. A.

Brunswik, Egon et al. (1967). Los marcos de referencia en Psicología. Buenos Aires, editorial Paidós.

https://www.google.com/search?q=canciones+de+tokischa&oq=canciones+de+tokischa&aqs=chrome..69i57j0i512j0i22i30l2.7823j0j15&sourceid=chrome&ie=UTF-8 (Recuperado)

Cohen, Morris; Nagel, Ernest (1993). Introducción a la Lógica y al método científico 2. Buenos Aires, Amorrortu editores

Maynt, Renate; Holm, Kurt & Hubner, Peter (1975). Introducción a los métodos de la sociología empírica. Madrid: Alianza Editorial.

Shaughnessy, John J., Zechmeister, Eugene B. & Zechmeister, Jeanne S (2007). Métodos de investigación en Psicología. México: McGraw-Hill Interamericana, S. A.

 

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