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En el ambiente dermatológico los médicos especialistas de la piel suelen indicar «jabones de glicerina» con el objetivo de completar un tratamiento específico para diferentes enfermedades de la piel. Sin embargo, en términos químicos cuando se habla de jabón de glicerina se origina una confusión. Esta confusión es la misma que se le crea a cualquier persona cuando le hablen de gasolina de agua o agua de gasolina. La gasolina de agua no existe como tampoco puede existir el agua de gasolina. Sencillamente, o es agua (sustancia inorgánica) o es gasolina (sustancia orgánica).
El jabón y la glicerina son dos productos (sustancias químicas orgánicas) diferentes que se obtienen de la reacción de saponificación de una grasa. Esto es que cuando reacciona una grasa con una base o álcali (Hidróxido) se obtienen dos compuestos: Jabón y Glicerina. Por tanto, es incorrecto decir jabón de glicerina.
El jabón es una sustancia orgánica y la glicerina es otra sustancia orgánica. El denominado jabón de glicerina es simplemente glicerina. La cuál tiene propiedades que han demostrado ser protectora de la piel y, en consecuencia se utiliza para humectar y tratar diferentes enfermedades como se ha señalado. Por tal razón, la glicerina se comercializa en forma sólida para el baño y está presente como ingrediente en diferentes fórmulas de cremas para uso corporal.
En síntesis, con estos escritos se sigue insistiendo en que es conveniente llamar a cada sustancia por su nombre. No es lo mismo una pasta de jabón que una pasta de glicerina.
El lenguaje científico hay que hacerlo popular. No es lo mismo café con leche que café de leche. El café con leche es una mezcla. El café de leche no existe.
¡Qué emocionante es vivir con la conciencia que te dan los conocimientos básicos de la Química!
