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Existen más de 3,500 especies de mosquitos que en el verano hacen su agosto. Los mosquitos machos y hembras se alimentan de néctares y savias de plantas. Sólo unas 200 especies de mosquitos se alimentan de sangre humana. Y únicamente las hembras de estas últimas especies son las que provocan picaduras en los seres humanos. Esto se produce porque las hembras necesitan de las proteínas que se encuentran en la sangre para su reproducción.
Considerando el párrafo anterior, nos atrevemos a especular acerca del por qué hay personas que son más propensas a que le piquen los mosquitos.
El calor, la higiene, la humedad, la temperatura, la transpiración, la respiración y el olor como expresión de la composición química de la sangre humana son factores atrayentes de los mosquitos.
Atendiendo a la necesidad de supervivencia de las 200 especies de mosquitos antes señaladas, el factor más importante para que una persona sea blanco de la picadura de mosquitos debe ser la composición química de su sangre.
Está comprobado que las mujeres embarazadas debido a su estado poseen altos niveles de prolactina en la sangre. La prolactina es una proteína. Algunos autores han justificado la preferencia de los mosquitos para picar mujeres embarazadas a que los altos niveles de prolactina en su sangre le garantizan mayores cantidades de proteínas cuando pican.
Además, como químicos sabemos que las personas expiden olores de su cuerpo que pueden llegar a ser exclusivos y que están relacionados precisamente con la composición química de la sangre y de todos los líquidos que participan en el metabolismo, la transpiración y la propia genética del individuo.
Aunque parezca increíble, por el olor podríamos identificar hasta la nacionalidad de una persona. Quien suscribe puede identificar, al menos, personas de dos nacionalidades diferentes a la dominicana utilizando el olfato. Por tal razón, es conveniente cuestionarse acerca del olor característico de los dominicanos.
En general, para tratar de conocer el olor característico de las personas de una nacionalidad determinada, basta con someterse a un ejercicio físico donde se sude y, al mismo tiempo, no estemos protegidos con desodorantes, cremas y polvos que acostumbramos a utilizar en distintas partes del cuerpo después del baño.
También, conviene recordar los cambios de nuestros olores en la etapa de desarrollo adolescente para mejor entendimiento de la idea que se quiere transmitir.
Y para no perder el objetivo de este texto ¿Qué podríamos hacer para evitar o reducir ser presas de picaduras de mosquitos? No existe una única solución. Aunque un aspecto importante sería cuantificar las proteínas en nuestra sangre, y bajo supervisión médica, reducirla con los tratamientos correspondientes si las cantidades de proteínas encontradas resultasen ser altas.
Siempre que se pueda hay que estar en ambientes frescos. Esto es, temperaturas bajas no agradables para los mosquitos pero sí confortables para los seres humanos. La higiene personal y del entorno también puede contribuir a reducir la presencia de mosquitos y la posibilidad de ser picados. Así como también, la disminución de la humedad o eliminación del óxido de hidrógeno (H2O) estancado.
Como químico, e independientemente de los insecticidas, quizás la mejor recomendación que podríamos ofrecer está relacionada con el párrafo siguiente.
Idealmente, una gran estrategia para evitar la picadura de un mosquito podría ser la utilización de un repelente que pueda bloquear el olor que expide nuestro cuerpo.
Recuérdese que el mosquito va atraído por el olor. El olor se debe a la presencia de sustancias químicas que son detectadas por el mosquito (hembra). Si la hembra del mosquito no detecta el olor tampoco picará porque no será capaz de detectar la presencia humana.
¡Qué emocionante es vivir con la conciencia que te da los conocimientos básicos de la Química!
