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La creación y desarrollo de tecnologías son dos de los elementos esenciales que han caracterizado, durante el transcurso de la historia, a las grandes civilizaciones. Sin la creación y desarrollo de nuevas tecnologías nuestra supervivencia, frente a diferentes desafíos, hubiese sido casi imposible; y es que, precisamente, el propósito fundamental del desarrollo tecnológico es propiciar la comodidad y el bienestar de la humanidad, sirviendo de facilitadora y soporte para la realización de innúmeras tareas: la invención de la rueda, las maneras de producir fuego, la fabricación de barcos, la creación de la escritura y el alfabeto, etc., fueron determinantes para revolucionar y acomodar nuestras formas de vida. Aunque las tecnologías usualmente están conectadas a un conocimiento puro que las precede, no siempre ha sido el caso (Ziman, 1986). Pero no siempre la tecnología ha propiciado el bienestar humano puesto que el uso de herramientas tecnológicas ha servido a las civilizaciones más desarrolladas para subyugar a otros grupos humanos en la realización de conquistas sangrientas. La historia está atiborrada de ejemplos del uso de la tecnología belicista para esos fines.
No hay dudas de que hay un “boom” con el tema de la inteligencia artificial (IA), debido a las posibilidades que se abren en diferentes campos del quehacer humano; sobre todo, en la gestión de datos pertinentes a cualquier actividad que se esté realizando con fines académicos, profesionales o científicos. No son pocos los que auguran una época de grandes cambios en la medida que vaya desarrollándose la IA y sus aplicaciones en la sociedad global (2023), pero… ¿cuáles cambios son los que están supuestos a producirse con la implementación a gran escala de la IA y cuál sería la dimensión de su alcance?, ¿ha demostrado la IA ser un instrumento confiable en su implementación en las áreas donde está más desarrollada?, ¿en qué medida el desarrollo de la IA servirá para mejorar el bienestar humano? En el desarrollo de este tema intentaremos responder cada una de las preguntas planteadas.
IA y la lucha contra el terrorismo
Una de las grandes amenazas que se cierne sobre la sociedad mundial lo constituye el terrorismo, por lo que muchos gobiernos, especialmente aquellos que son los principales blancos de las actividades de grupos extremistas, han tratado de desarrollar técnicas más efectivas para contrarrestar las acciones de los terroristas (un concepto, por cierto, bastante impreciso debido al uso político del término), y uno de los recursos que están utilizando lo constituye la IA, alimentada por una gran cantidad de datos. De esa manera, por ejemplo, un dron estaría en capacidad de identificar a elementos con perfiles terroristas antes de que ejecuten sus acciones y ponerlos fuera de combate. A pesar de que la militar es una de las áreas en la que el uso y desarrollo de la IA está más avanzado, se han producido tragedias que llaman a la reflexión y reconsideraciones acerca de si realmente un algoritmo está en capacidad de asumir decisiones sobre disparar o no contra determinados objetivos, como lo demuestra el caso, fechado en agosto 29 de 2021, de Zemari Ahmadi, quien prestaba ayuda humanitaria en una ONG en Kabul, y era ayudado por nueve miembros de su familia, entre ellos siete niños, y fueron alcanzado por un misil disparado por un dron, el cual provocó las muertes de todos (2023). La decisión de disparar el misil se asumió sobre la base de un programa de IA que apuntó que había una “certeza razonable” para concluir que el vehículo estaba ocupado por terroristas. Esa “certeza razonable” les costó la vida a nueve personas. Katherine Báez (2023) ha hecho interesantes reflexiones sobre quién debe decidir ante situaciones críticas como la mencionada en líneas precedentes, lo que nos lleva al juicio contrafáctico acerca de lo que hubiese ocurrido si un humano con el control del dron hubiera visto a los niños ¿habría disparado?, ¿hubiera abortado el disparo? Alguien que probablemente ha dado en el blanco es el profesor de Filosofía y Ética de la Información en la universidad de Oxford, Luciano Floridi, cuando expresa que “Siempre que le encargas a la IA una tarea, tienes que permanecer vigilante.”, y continua señalando que más que preguntarse si la IA es buena o mala lo que hay que preguntarse es ¿quién está al mando cuando algo no funciona?
IA y desarrollo humano
Goldman Sachs, según ilustraron diferentes medios, predice la pérdida de 300, 000, 000 empleos para los próximos diez años, debido a la aplicación de la IA en el ámbito laboral, es decir, un promedio de 30, 000, 000 de pérdidas de puestos de trabajo por año, cifra realmente espantosa y que obviamente arroja sombras sobre el impacto positivo del uso de la IA en el ambiente laboral (2023). Según otras predicciones, entre ellas la de Sam Altman (2023), desarrollador de ChatGPT y CEO de OpenAI, los empleos que no podrán ser reemplazados por la inteligencia artificial son: atletas o deportistas, peluqueros, técnicos en pavimentación de calles, podadores o jardineros, cocineros de comida rápida, instaladores y reparadores de líneas eléctricas, buceadores, albañiles, mecánicos de autobuses y motocicletas, y un largo etc. profesiones técnicas en las que no se requiere una compleja especialización académica ni el ejercicio de un pensamiento crítico. Por otro lado, Bill Gates ha afirmado, aunque posteriormente modificó su argumento, que los analistas de recursos humanos y los profesores serán sustituidos por la IA (2023). Esta perspectiva sobre los empleos que prevalecerán y los que desaparecerán nos llevaría a una sociedad en la que se privilegiarán puestos técnicos y artesanales, no así profesiones que requieren “pensamiento crítico” y otras complejidades cognitivas que no es necesario cultivar para realizar esa clase de oficios.
Algoritmo y datos: ¿puede la IA falsificar investigaciones científicas?
Una de las principales atribuciones, reales o no, que la mayoría de las personas le concede a la IA es su capacidad para resolver problemas en un tiempo récord y que le costaría mucho tiempo a un humano resolverlo, además de las características oraculares en el sentido de que sus respuestas son infalibles, inequívocas y precisas, ¿es esa la realidad? Investigadores del departamento de Oftalmología de la Universidad Magna Graecia de Catanzaro, Italia (2023), utilizando la tecnología sobre la que se sustenta ChatGPT de inteligencia artificial (IA), creó un conjunto de datos de ensayos clínicos falsos y de esa manera respaldar una afirmación sin ser contrastada, llamando la atención sobre lo peligroso que podría ser ese uso para la investigación científica. Uno de los autores de ese estudio señaló lo siguiente: «Nuestro objetivo era resaltar que, en unos minutos, se puede crear un conjunto de datos que no está respaldado por datos originales reales, y que también es opuesto o en la dirección contraria a la evidencia disponible» (op. cit). Esa investigación plantea una cuestión bastante inquietante, ¿la IA podría ser utilizada de manera eficiente para la comisión de crímenes y delitos? Los autores del estudio han advertido que la IA se presta para la falsificación de datos de estudios científicos y, es obvio, que eso resulta muy peligroso puesto que supondría la aportación de “pruebas” para sustentar “estudios” sobre cuestiones neurálgicas para el bienestar humano.
IA y Armagedón: ¿puede la IA destruir a la humanidad?
En la memoria de quienes disfrutan de los productos cinematográficos se reiteran episodios de películas como “Terminator” y “Matrix”, ambas con sus respectivas secuelas, y “Yo, robot”, entre otras, en las que la humanidad vive subyugada o bajo la amenaza de desaparecer debido a la IA y, por tal motivo, hay una guerra constante entre las máquinas y los humanos, o una batalla entre ambos. ¿Cuáles son las posibilidades de que pueda ocurrir algo semejante en la realidad? Ya hemos señalado una escena en la que un dron asesinó a nueve miembros de una familia al confundir a uno de ellos con un “terrorista”, y lo realmente terrible (y muy perturbador) es que el artilugio tecnológico no se detuviera ante la presencia de varios niños dentro del escenario y de esa forma cancelara el ataque. A pesar de lo muy desarrollado que pudiera ser cualquier artefacto de alta tecnología, siempre llevará consigo lo que podríamos denominar como “el defecto del usuario”, es decir, la carga ideológica de quien lo maneje o de quienes lo desarrollen. Sobre si la IA puede ser peligrosa para la supervivencia de la humanidad, varios líderes mundiales y personalidades públicas han llamado la atención sobre poner límites éticos a las investigaciones que en esa área se están realizando; incluso, Vladimir Putin, presidente de Rusia, en una reciente entrevista (2024) se refirió a las investigaciones que realiza Neuralinks, empresa de Elon Musk, sobre implantar un chip en la cabeza de un humano y conectarse a su cerebro para realizar tareas o ayudar a resolver discapacidades y señalando esos temas (de la IA) como una amenaza para la humanidad y la posibilidad de “crear a un superhumano”, por lo que pidió establecer “límites éticos” a ese clase de investigación por los potenciales riesgos que representa su desarrollo.
Podemos concluir, en base a lo que hemos expuesto, que el panorama que dibuja la aplicación de la IA en la vida cotidiana no luce tan halagador como muchos optimistas lo dibujan y que quienes poseen mayores conocimiento sobre la aplicación de este tipo de tecnología en la sociedad en general, como Bill Gates y Sam Altman, predicen la pérdida de numerosos puestos de trabajo con la aplicación de este recurso tecnológico; incluso llama poderosamente la atención la futura prevalencia de puestos de trabajo que no requieren mucha calificación intelectual de quienes los realicen, en detrimento de especialistas con un nivel educativo superior. Esta perspectiva sobre los empleos que prevalecerán y los que desaparecerán nos llevaría a una sociedad en la que se privilegiarán puestos técnicos y artesanales, no así profesiones que requieren “pensamiento crítico” y otras complejidades cognitivas que no es necesario cultivar para realizar esa clase oficios. lo cual configura un panorama tétrico que ya hemos visto en películas, como “Elipsium”, donde los obreros habitan una Tierra desértica, trabajando para una élite que reside en una estación espacial que orbita alrededor del planeta mencionado y en donde viven una vida paradisíaca, hasta con una máquina milagrosa capaz de curar cualquier enfermedad. También resulta muy perturbador que en el ámbito de la toma de decisiones en situaciones delicadas (recordemos el caso de los 9 miembros de una misma familia asesinados por un dron) se produzcan fallos muy lamentables.
Referencias bibliográficas
Báez, Katherine (2023) ¿Quién debe decidir entre la IA y la agencia moral? Litteranova (documento www.) Recuperado: https://litteranova.com/2023/07/26/quien-debe-decidir-entre-la-ia-general-y-la-agencia-moral/
CNN Español (29 de marzo de 2023). ChaGPT e IA podrían afectar 300 millones de empleos en el mundo según Goldman Sachs. https://cnnespanol.cnn.com/2023/03/29/chat-gpt-ia-podrian-afectar-300-millones-empleos-mundo-goldman-sachs-trax/
El comercio (8 de febrero de 2024). Putin dice a Carlson que Musk es “imparable” y aboga por un “acuerdo internacional” sobre IA. https://elcomercio.pe/mundo/europa/tucker-carlson-entrevista-a-vladimir-putin-presidente-de-rusia-dice-que-elon-musk-es-imparable-y-aboga-por-un-acuerdo-internacional-sobre-ia-inteligencia-artificial-estados-unidos-ultimas-noticia/#google_vignette
El economista (7 de abril de 2023). El CEO de OpenAI yo no tiene dudas qué empleos va a destruir la IA. https://www.eleconomista.es/empleo/noticias/12389254/07/23/el-ceo-de-openai-ya-no-tiene-dudas-que-empleos-va-a-destruir-la-ia.html
El espectador (8 de mayo de 2023). ¿Serán desplazados los docentes por la inteligencia artificial? https://www.elespectador.com/opinion/columnistas/julian-de-zubiria-zamper/seran-desplazados-desplazados-los-docentes-por-la-inteligencia-artificial/
Forbes (28 de julio de 2023). Estos son los mayores los 15 mayores riesgos de la IA. https://forbes.es/tecnologia/316482/estos-son-los-15-mayores-riesgos-de-la-ia/
Rivera, Laura G. de (2023). Inteligencia Artificial: La revolución que está cambiando nuestra vida. Muy Interesante. Número 493. 10-17
Universo abierto (22 de mayo de 2023). Goldman Sachs predice que 300 millones de empleos se perderán o degradarán debido a la inteligencia artificial. https://universoabierto.org/2023/05/22/un-informe-de-goldman-sachs-predice-que-300-millones-de-empleos-se-perderan-o-degradaran-debido-a-la-inteligencia-artificial/#:~:text=Goldman%20Sachs%20ha%20predicho%20que,eran%20realizados%20por%20trabajadores%20humanos.
Ziman, John (1986). Introducción al estudio de las ciencias. Editorial Ariel, Barcelona
