El ex-presidente uruguayo vive lo que difunde, sin embargo, su discurso resulta demasiado onírico e idealista en el contexto político dominicano.
El discurso del expresidente Mujica corresponde, en su textura enunciativa, a la clase discursiva ecléctica y a la subclase política, compuesto por una línea argumental de cientificidad periférica, desde la perspectiva de los gobernantes de corte capitalista y, al propio tiempo, por una línea subjetiva-axiomática producto de un empirismo ideológico que lo hace experimentar la felicidad que emana del “dar más que del recibir”, ubicándose en una corriente de orientación altruista-socialista, similar al cristianismo bíblico (van Dijk, A: 2005; Roa, G: 2016; Artusser, L: 1962; La Santa Biblia: Hechos 8:32).
De esta textura discursiva se desprenden las siguientes categóricas afirmaciones: secuencias estratégicas funcionales que se entraman en su discurso generando perlocuciones y aserciones (de aceptación o de rechazo). El discurso fue pronunciado el lunes diez de octubre de 2016, en el Aula Magna de la UASD, mientras el expresidente uruguayo era recipiendario del Honoris Causa que le otorgó la academia estatal dominicana:
“LA UASD ES TEMPLO DE ESPERANZA”
Con esta metáfora resalta la idea veraz de que la Primada de América es el medio con el que cuentan los estudiantes pobres del país para ver realizado su sueño. Esta afirmación es contextualmente axiomática, puesto que no necesita demostración ni mucha explicación. Ha sido la UASD la forjadora de más del 90% de los hombres de política, filosofía, pedagogía, medicina y ciencias experimentales. El 99% de los funcionarios públicos y presidentes encontraron en la UASD una esperanza, por lo que invita a los jóvenes a luchar por la preservación del patrimonio cultural e histórico del pueblo dominicano porque luchar por ella es equivalente a luchar por la sociedad.
“SUFREN DERROTA AQUELLOS QUE DEJAN DE LUCHAR”
Esta expresión, como todo acto de habla, está compuesto por la locución explícita que leemos, pero su intención (aspecto ilocutivo) es animar a la audiencia a nunca rendirse por la lucha de sus más auténticos derechos, resaltando el cumplimiento de los deberes que nos imponen los principios universales del amor, la fraternidad, el altruismo y las leyes locales.
“SOBRIEDAD ES VIVIR EN EQUILIBRIO”
Con múltiples experiencias personales, el presidente Mujica explica que la verdadera felicidad y sosiego no dependen de los bienes materiales. Señala que lo que más placer y felicidad le ha dado en la vida ha sido el compartir con sus vecinos un cafecito, pasear entre su gente sin el más mínimo temor a ser agredido, porque todos sus congéneres porque todos actúan de acuerdo a la norma del amor altruista.
“EL CONOCIMIENTO NO ES PARA ACUMULAR PARA TI, SINO PARA LA SOCIEDAD”
Esta expresión alude a la idea de que no somos dueños del conocimiento; es decir, si no lo compartimos, no sirve de mucho. En otras palabras, el conocimiento debería hacernos mejores entes sociales. Es así como esta expresión conecta idóneamente con otras de las sucesivas expresiones del expresidente Mujica:
“El conocimiento es herencia que nos deja la humanidad”. “Mientras más me cultivo, más herencia social tendré”.
Estas expresiones fomentan el amor por el conocimiento, que en su versión implica amar al humano.
Los aspectos perlocutivos (reacciones) no se dejaron esperar. Tras cada afirmación idealista los asistentes cantaban a coro: “Pepe, querido, la UASD está contigo”, “Pepe Mujica, ejemplo de dignidad”.
En cuanto a los símbolos circunscriptos al evento, el presidente Mujica lleva una vida sencilla, coherente con el discurso que difunde. Rechaza los protocolos caros y los formalismos apoteósicos hacia su persona. Se transporta en un automóvil modesto y vive en un lugar humilde en contacto con la naturaleza y rodeado de vecinos también humildes.
En definitiva, el expresidente José Alberto Pepe Mujica vive el discurso que difunde por lo que es posible decir que él mismo constituye un acto enunciativo fáctico, en versión de Austin (1972) “realizativo”. Sin embargo, ese discurso resulta muy onírico e idealista en el contexto político dominicano. La aplicación de un discurso como este, siendo el necesario para convivir como país, no le proporcionaría una victoria electoral a ningún candidato, puesto que las estrategias de captación de la voluntad popular del discurso político dominicano (Matos, M. 2008, p. 119) no se constituyen por la virtud del altruismo y del bien común, sino del que más poder adquisitivo tenga, no importa la formación ni procedencia de sus bienes, ni cuánto tengan que morir para adquirir el poder y el dinero. El principio que opera en el discurso político dominicano es “la supervivencia del más apto”, del darwinismo, y no el principio del “altruismo” del cristianismo. Asimismo, contrasta su discurso y su propio ser con el de los funcionarios dominicanos, quienes entienden que la verdadera felicidad depende del cúmulo de grandes fortunas de dinero, propiedad y vehículos de lujos que exceden las verdaderas necesidades, mientras la gran mayoría de los contribuyentes viven sumidos en la inseguridad social y en la pobreza extrema, como sucede en la mayoría de los países capitalistas.
FUENTES BIBLIOGRÁFICAS
Arthusser, L. (1962) Ideología y aparatos ideológicos del Estado. PDF en línea.
Austin, J. (1972) ¿Cómo hacer cosas con palabras? Gedisa.
Egleton, T(1997) Ideología. Paidós.
Matos, M (2008) Estrategias de captación de la voluntad popular en los discursos de Leonel Fernández. Buho.
Reboul, Olivier (1986) Lenguaje e ideología. Fondo de Cultura Económica.
Roa, G. (2016) La taxonomía del discurso: aspectos de la teoría lingüística. Soto Castillo, S. A.
Van Dijk, A. (2005) Ideologías. Gedisa.
Williams, R (1997) Marxismo y Literatura. Ediciones península.