Los niños que pasan tiempo frente a las pantallas empiezan a hablar más tarde de lo esperado, estableció una investigación.
Hoy en día, los smartphones y tablets podrían considerarse verdaderos «niñeros de la era digital«. A menudo, los padres y tutores de los niños deciden entretenerlos con este tipo de dispositivos, creyendo que le hacen un bien, para estimular su inteligencia. Sin embargo, un estudio reveló que afecta el desarrollo de los pequeños.
Retrasos en el habla
El estudio permitió establecer que los niños pasan un promedio diario de 28 minutos frente a la tablet o el smartphone. Además, el 20 por ciento de los niños de 18 meses registra un mínimo de 30 minutos frente a las pantallas.
Esas cifras resultan alarmantes, más aún, al establecer su consecuencias. Esa mínima exposición diaria fue asociada con un incremento del 49% en retrasos del habla.
Los especialistas notaron que los niños que pasaban ese tiempo frente a las pantallas, empezaron a hablar más tarde de lo esperado. Mostraban marcadas dificultades para transformar sonidos en palabras, aunque no tenían deficiencias en el lenguaje corporal e interacciones sociales.
Cuestionar el rol de la tecnología
«Es un primer paso que requiere de replicación y de otros análisis para examinar las causas concretas», sostuvo Catherine Birken, pediatra y autora senior a cargo del estudio.
Expertos aseguran que esto resultados sirven para que los padres se cuestionen el rol de la tecnología en la educación y el desarrollo intelectual de sus hijos. La idea de que «los niños aprenden de las pantallas» es cada vez más cuestionada, principalmente en lo que respecta a menores de 2 años y medio.
¿Qué hacer?
Especialistas en pediatría recomiendan a los padres «volver a las raíces» y equilibrar el uso de los dispositivos con actividades de otro tipo que enriquezcan el desarrollo del habla, como simplemente mantener una conversación -aunque sea unidireccional- y leerles libros de cuentos.
El estudio no logró diferencias si el tipo de contenidos a los que los niños eran expuestos afectaba en mayor o en menor medida el desarrollo del lenguaje, ni tampoco analizó la influencia de tener a los padres presentes o no.