Perfil del feminicida

¿Cómo es el hombre que decide tomar la vida de una mujer con la que ha tenido una relación afectiva? La respuesta a esta pregunta encierra una cierta complejidad, empezando con el hecho de que las evidencias parecen apuntar a una variedad de perfiles de personalidad entre los feminicidas. En este esfuerzo explicativo intentaremos aproximarnos a los elementos más comunes entre los hombres que han asesinado a sus compañeras o excompañeras.

1. Individuos con trastornos mentales: Se trata de individuos afectados por un cuadro psicótico, con trastorno bipolar o trastorno delirante. Estos feminicidas suelen no tener antecedentes de violencia doméstica o conflictos conyugales, los eventos se producen en un estado confusional, de furor maníaco o en medio de crisis delirantes.
2. Los narcisistas, controladores y con perfil antisocial: Dentro de los rasgos predominantes de estas personas están las siguientes:

• Carecen de verdadera empatía en su relación con los demás.
• Se consideran el centro de todo y sobreestiman su importancia
• Excesiva necesidad de admiración y de ser tratados como seres especiales.
• Desarrollan fantasías de éxito y de poder.
• Tendencia a usar a los demás para conseguir sus fines (instrumentalizan a los demás).
• Actitud arrogante y prepotente.

Los individuos narcisistas tienden a ser controladores, por eso reaccionan violentamente ante el abandono. Perder el control de la mujer equivale a ponerlos en evidencia de que no son tan importantes como se creían. De allí nacen los celos que convierten en ataques violentos e imprevisibles contra la mujer, que con frecuencia terminan en feminicidios.

1. Depresivos ansiosos con pobre control de impulso: En el perfil de estos individuos predominan los siguientes rasgos:
   • Estado de ánimo depresivo e intensa sensación subjetiva de sufrimiento.
   • Arrebatos de enojo, irritabilidad o frustración, incluso por asuntos de poca importancia.
   • Alteraciones del sueño, como insomnio o dormir demasiado.
   • Ansiedad, agitación o inquietud.
   • Sentimientos de inutilidad o culpa, fijación en fracasos del pasado o autorreproches.
   • Pensamientos frecuentes o recurrentes sobre la muerte, pensamientos suicidas, intentos suicidas o suicidio.
   • Desasosiego constante, angustia interna y excitación nerviosa.
   • Sensación interna de urgencia y comportamiento impulsivo.

Las personas con este perfil reúnen muchos de los elementos que se conjugan para convertirse en feminicidas. Su tendencia a vivir malhumoradas, tristes, a rumiar los malos recuerdos (obsesivoscompulsivos), a experimentar sentimientos de culpa, con ideaciones suicidas los puede convertir, como de hecho ocurre frecuentemente, en feminicidas-suicidas. En este tipo de caso, es posible que la idea del suicidio haya precedido la acción de asesinar a la mujer, por eso suelen ser muy efectivos en lograr el segundo propósito.

1. Los feminicidas por honor: Aquí estamos ante un hombre formado en los valores machistas tradicionales, entre los cuales están:
   • La creencia de que la mujer es una pertenencia suya, comparable con un pedazo de tierra, la casa que habita o la ropa que usa.
   • La mujer es de la casa, para atender al hombre en sus necesidades, hacer oficios y cuidar los hijos.
   • El hombre puede hacer cosas que a la mujer no le están permitidas, como salir sin dar muchas explicaciones, tomar tragos con los amigos y tener otras mujeres.
   • El hombre es el proveedor, aun cuando la mujer gane más, él decide cómo se gasta el dinero.
   • El hombre manda, la mujer y los hijos obedecen.
   • La infidelidad de la mujer es una deshonra y gran vergüenza para el hombre.
   • Cuando hay separación, la mujer debe tener cuidado de no establecer otra relación que pudiera “ofender el orgullo machista de su expareja”.

La violación de este código no escrito explica una buena parte de los feminicidios con los que nos encontramos. Estos agresores generalmente son “hombres de trabajo”, “gente honorable” que nunca ha estado presa, por eso con frecuencia terminan también con suicidio.

A MANERA DE CONCLUSIÓN:

Al abordar el tema del feminicidio, resulta difícil una tipificación única del perpetrador. Lo que nos dicen las evidencias es que las motivaciones de unos y de otros varían según estos perfiles. Sin embargo, es enteramente posible que en ciertos feminicidas se combinen rasgos de más de uno de los tipos que hemos presentado.

Haciendo un esfuerzo de síntesis, tomando las características principales, tendríamos un perfil con los siguientes rasgos:

• Individuos afectados por diversos trastornos psicológicos y de personalidad que les vuelven propensos al comportamiento violento hacia sus parejas o exparejas. Ej.: Aquellos que agreden a varias personas y a ellos mismos.
• Personas narcisistas que se creen el centro del universo, son poco empáticos y no resisten el rechazo. Ej.: Estos suelen ser los autores de los feminicidios que ocurren en el momento en que están perdiendo el control de la pareja, especialmente si lo hace por otro hombre.
• Depresivos y ansiosos con pobre control de impulso. Frecuentemente estas personas padecen de estos trastornos psicológicos, pero no han sido tratados profesionalmente. Ej.: Los individuos que suelen tener relaciones conflictivas con sus parejas, incluso agresiones menores, hasta que llegan a perder el precario control de impulso que les caracteriza. Como el evento ocurre en medio de un cuadro depresivo con ideas de muerte, terminan suicidándose.
• Hombres machistas radicales que consideran a la mujer como una propiedad de la que pueden disponer como les plazca. Ellos imaginan que la mujer es de ellos y de nadie más. Traspasar este límite se convierte en una cuestión de honor que se debe lavar con sangre. Ej.: Esos son los feminicidios que en ocasiones conmocionan a la comunidad por ser “familias honorables”, de las que no se esperaba un desenlace como ese.

Las consideraciones precedentes son pertinentes en el contexto de la conmemoración del “Día Internacional de la Eliminación de la violencia hacia la Mujer”. Cobra particular importancia para la mujer poder detectar de manera temprana esos rasgos de personalidad de los hombres que son potenciales feminicidas, como los celos y el excesivo control de la vida privada de su pareja. ¡Ojo! Eso no es amor sino inseguridad paranoide o machismo clásico debo de los cuales se puede estar ocultando un agresor de mujeres, y quizás un potencial feminicida.

ⁱ El autor es profesor de la UASD y técnico de salud mental para el MSP.