¿Qué es la democracia?

Democracia es un término que está en boca de todos y que en nuestro medio se da por sentado que todos saben lo que es.

• El concepto democracia lo podríamos analizar desde dos puntos de vistas distintos: por su aspecto tecnológico y en su aspecto ideológico 
• Aspecto tecnico o tecnologico: 
• En el sentido tecnológico todo el mundo sabe lo que es la democracia: las elecciones, las urnas, los partidos políticos, los candidatos, la historia de los candidatos, las mayorías parlamentarias, la división de los poderes del Estado entre otros aspectos.
• Aspecto ideológico o nematológico 
  • Cualquier dominicano te diría que la democracia es un sistema político fundado en la soberanía de la voluntad popular
  • Que es el gobierno del pueblo 
  • Que Demo significa pueblo 
  • Cratos que significa poder o dominio
  • Pero la definición ideológica en sí misma no dice nada porque tal y como ocurre con la religión se está suponiendo que los términos implicados en el concepto están claros y no lo están.  
  • En el sentido tecnológico todo el mundo sabe qué es la religión: ir a la iglesia o a la mezquita, hacer oraciones, arrodillarse, pedir a dios, hacer promesas, recibir las orientaciones del sacerdote, el pastor o el guru. 
  • Pero, cuando preguntamos al común de la gente ¿qué es la religión en el sentido ideológico?, la mayoría tiende a responder que es el conjunto de actos que establecen la relación de los hombres con dios y los más instruidos dirían que es el reencuentro del hombre con su creador.

Como se puede observar esta definición supone quien es dios y por eso este concepto es tan oscuro y vacío no dice nada, lo deja todo en nebulosa. 

Lo mismo ocurre con el concepto democracia, donde también se supone que es el pueblo y que es la soberanía.

Sobre todo en sociedades industriales, donde el pueblo ya no tiene la oportunidad de expresarse en asambleas y tiene que hacerse representar por medio de los regidores y  alcaldes a nivel municipal, diputados y senadores en el congresual y un presidente en el Poder Ejecutivo. 

Cuando se consideran  las  asambleas del congreso y de las alcaidías como la representación del pueblo,  esto resulta tan metafísico como la supuesta intermediación que hacen los sacerdotes, pastores y chamanes entre dios y los hombres. 

Cuando un partido político se constituyen como representante del pueblo, lo primero que ha ocurrido es que han dividido el pueblo en dos o tres partidos o como el caso nuestro que estamos divididos en 26 partidos, tres partidos grandes y 23 minipartidos, como se puede ver, con la llegada de un partido al poder no es el pueblo el que se expresa, es una fracción de ese pueblo. 

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El pueblo no se expresa a través de los partidos, porque los programas que se someten a votación el pueblo no los conoces, no por falta de tiempo para conocerlo, sino porque no está en capacidad de comprenderlos. 

De este modo el pueblo termina votando de manera ciega por los parlamentarios, por los alcaides y el presidente, porque confían, ingenuamente, en ellos o porque es miembro del partido en el que ese ciudadano milita, piensan que ese partido y ese candidato va expresar lo que ellos quieren y defender sus intereses. 

Esa extraña transformación del supuesto “pueblo en la asamblea” a asamblea de representantes, que  a su vez está constituida por “representantes” que tan pocos entienden los programas de los partidos, permite que sea un grupito en el partido el que termine imponiendo los programas económicos e ideológicos. El pueblo no está por ningún lado en el supuesto gobierno del pueblo.  

Como se puede observar, son tantas las transformaciones que han ocurrido en la llamada democracia que es iluso decir o pensar que es el pueblo el que está gobernando.

La transformación del pueblo en asambleas y de ahí a los partidos que a su vez tiene que llegar acuerdos con otros partidos para poder hacer las leyes, es un proceso tan misterioso como la intermediación de los sacerdotes entre dios y los hombres.