Cuando se estudia la verdad óntica en Aristóteles, Agustín, etc, es en la que consideran falsas o verdaderas las cosas mismas del ente, Agustín dice: “La verdad es lo que es”, y este es el criterio óntico, y lo que tiene sentido es un sin-sentido; pero la verdad categorial, es una relación categorial impura o pura, es la correspondencia del pensamiento consigo mismo. El ente debe ser conocido antes de poder enunciar la verdad.
Alexander Pfander dice que: “…en todo pensamiento-juicio hay una pretensión de verdad,” y es nuestra fe la que responde a nuestra intuición.
La verdad solo existe en el pensamiento; la verdad no es una realidad óntica, la verdad es un concepto. En filosofía es imposible encontrar una correspondencia entre el pensamiento y el objeto; el saber vulgar y el científico si lo tienen. Por ejemplo: al decir que mi lapicero es negro, y se ve que es negro, se comprueba esa verdad. Por lo cual esta es una verdad para estos saberes.
En la metafísica general es posible la metafísica categorial de lo categorial. Como también la verdad teológica es una verdad extra filosófica, y tiene una relación íntima con la verdad filosófica; el religioso ni discute ni reflexiona, el filósofo es que cambia, fluctúa entre lo religioso y lo no religioso. Por eso es que no se encuentran los filósofos religiosos ni los religiosos filósofos.
La verdad del religioso, es la verdad de Dios; la verdad del filósofo es la verdad particular de la verdad absoluta que es Dios. Avelino concluye la primera parte de su tratado con imperativo digno de Kant:
“Una intuición filosófica no es más que una instantánea y fugaz contemplación de Dios.”
Y es la luz de Dios en nuestro espíritu quien nos da la fe y por medio de la fe se aprehende la verdad.
En la segunda parte de “Filosofía del conocimiento,” se nos inicia diciendo que, para conocer, indagar lo que es la teoría del conocimiento, primero debemos saber lo que es la filosofía. Hay que saber que la esencia de la filosofía no se puede delimitar como el conocimiento científico, ya que la esencia de todo ser es un objeto antinómicamente problemático. Un ser no se puede probar, ni por experimentación ni por demostración.
Como cada filosofo tiene su propia respuesta a lo que es filosofía, ya de por sí es antinómico. Por su definición, la filosofía es el amor a la sabiduría, entonces se impone la necesidad de saber que es la esencia del amor, lo cual nos dará una respuesta antinómica problemática.
Si el amor es el anhelo del ser no poseído, y la filosofía ama la sabiduría, con lo cual el filósofo vislumbra que lo posee. El científico es dogmático, cree tener el conocimiento del objeto, por eso dice que lo sabe y lo asevera, no dice amar lo que conoce. Son las actitudes escéptica y dogmática del hombre, lo que hace que ciencia y filosofía anden juntas.
El primer pensamiento problemático de la filosofía jónica fue: “¿cuál es el principio fundamental de todas las cosas.”
Debemos ver a la metafísica como un tipo de filosofía pura, y Parménides, Platón y Aristóteles son los más puros metafísicos antiguos. Platón es el más puro, gracia a su dialéctica. Lo que Kant pretendió fue sacar por inservible. Esta es la esencia de la filosofía, y fue la reflexión que se tuvo sobre el pensamiento antinómico problemático.
Para Avelino, la teoría del conocimiento es más puro que la metafísica. él distingue tres tipos de filosofía:
1ro. La filosofía pura, como la de Platón en sus diálogos.
2do. La metafísica trascendental, porque tiene objetos genuinamente antinómicos.
Todo conocimiento definitivo, no impugnado, es un ser científico, es dogmático, no es filosofía
3ro. La metafísica inmanente inductiva. Esta pretende tener conocimientos seguros, apoyados en objetos reales sensibles, fuera de toda discusión.
El positivismo y las filosofías científicas, no son filosofía por el método de investigación, ya que es antinómicamente problemático. Ellos no quieren hacer filosofía, sino ciencia.
La filosofía es un objeto antinómicamente problemático, es el problema central de la filosofía de la filosofía. Entiéndase que la filosofía de evidencia absoluta es una religión; mientras que una filosofía de evidencias parciales es una ciencia. La filosofía pura es una reflexión sobre pensamientos, antinómicamente problemáticos carentes de evidencias.
Para hablar de la óntica absoluta, debemos decir que sólo el religioso tiene evidencias ónticas, y estas les son dadas por revelación; en cambio, el filósofo tiene evidencias del pensamiento. Por eso dice el maestro: “En una filosofía pura todo pensamiento debe ser sometido a discusión y critica…”
Aunque anden juntas la filosofía y la ciencia, ni la ciencia es filosofía ni la filosofía es ciencia. ¿Por qué esa aseveración? Porque: “La filosofía es un conjunto de pensamientos antinómicamente problemáticos sobre objetos científicos o no científicos.”
Por lo ante expuesto, después del positivismo no ha habido más filosofía, sino ciencia, pues se usa para el conocimiento de la misma un método científico, el inductivo. Y es que el científico deproblematiza la realidad; el filósofo ante la realidad advierte la problemática antinómica. Para el científico, el conocimiento es una realidad no problemática; por eso Alfred North Whithead, la experiencia son las cosas, con su filosofía del proceso.
Se ha de decir que la filosofía actual no ha encontrado la esencia de la filosofía. La historia ha reconocido como filosofía unas delimitaciones del concepto filosófico. Por eso encontramos que Avelino tiene un concepto a priori de la esencia de la filosofía.
Lo que han dicho los filósofos de la esencia de la filosofía es antifilosófico. El filósofo que da soluciones, puede ser un dogmático, un cientista; el filósofo verdadero discute el problema, piensa en él.
Por eso se debe plantear la pregunta, ¿Cuál es el objeto de la filosofía? Y la respuesta es: el problema.
Quien no puede ver el problema, no puede filosofar; cuando se acaba el problema, se acaba la filosofía. En la filosofía no se busca la solución a los problemas, sino pensar en ellos.
Por lo dicho, se desprende, que apoyados en criterios científicos no se hace filosofía.
Las esencias materiales no contribuyen a la esencia de la filosofía, que esa esencia es formal. El problema central de la filosofía es la realidad.
Cuando trata esta parte, Avelino se declara categorista. No puede afirmar si la realidad se ve o no se ve. Por eso durante la Edad Media, la filosofía es más pura que en Platón al momento de tratar el espíritu.
Se debe decir que el máximo exponente de la teoría del conocimiento es Kant, pero como era un físico de cuerpo entero, pretende una metafísica como ciencia, con lo cual prepara el terreno del positivismo, y con ello la muerte del genuino reflexionar.
En la reflexión filosófica, cuando se entra en la “concepción del yo” y la “concepción del universo”, son dos posiciones contrarias del mismo problema en la filosofía del conocimiento. Por ese rezón, un idealista jamás es realista; también por lo contario, un materialista nunca es espiritualista, debido a que tiene intuiciones y lenguajes distintos.
Solo en Dios se manifiesta la unidad, en el hombre se manifiesta la contraposición. Dios es la solución a lo antinómico, a la contrariedad, por esa razón en la religión no hay problema antinómico. “La filosofía es el mundo de las antinomias.”
La filosofía está por encima de la moral, del arte, la ciencia y la religión, porque indaga los problemas antinómicos de ellas.
Los balbuceos sobre el problema antinómico se inician con Empédocles y Anaxágoras. Los sofistas son otros que trabajan con el conocimiento, pero Platón y Aristóteles son los que tratan el problema antinómico de la gnoseología.
En su época, John Locke es el primero en tratar el conocimiento como autónomo. Parménides, los sofistas, Sócrates y Platón, encontramos que el reflexionar problemático se extiende al pensamiento antinómico sobre objetos no sensibles, ideales y valores. Los primeros filósofos jónicos fueron los que discutieron sobre objetos reales y sensibles. Kant también rechazó la filosofía y dio paso al trabajo de Comte.
Avelino declara: “El fundamento del conocimiento como problema es el escepticismo. La actitud escéptica del filósofo es la que da lugar al problema del conocimiento.” El filósofo, para ser filósofo, debe dudar de lo que conoce.
Es un problema filosófico la observación y la descripción no tiene sentido. El objeto solo es objeto para un sujeto cuando lo piensa. El sujeto no es el objeto sin un sujeto. El objeto no existe para otro objeto, pero el sujeto existe para otro sujeto.
En el fenómeno de conocer de la fenomenología hay un sujeto que conoce y un objeto conocido.
El conocimiento está constituido por cuatro elementos:
- El sujeto
- El problema antinómico, (lo desconocido).
- Nota de la toma de posiciones.
- El objeto.
La verdad es la correspondencia de un pensamiento con un objeto posible no sensible.
Cuando se plantean los cuatro problemas antimónicos del conocimiento, nos encontramos con el escepticismo. Aquí se considera que es imposible el contacto entre sujeto y objeto. Se niega que se pueda conocer.
El dogmatismo es todo lo contrario al escepticismo. El dogmático cree que se puede conocer el objeto por parte del sujeto.
Todo ismo es una posición teorética.
Los valores solo existen para el dogmático.
El dogmatismo está presente en las formas fundamentales: dogmatismo lógico, ético, estético y religioso.
El escepticismo no ve el objeto; en el dogmatismo solo se ve el objeto. El escepticismo metódico consiste en poner en duda todo lo que se conozca en forma vulgar y científica. El escepticismo absoluto se niega a sí mismo. Donde no hay duda, no hay problema, por lo cual no hay filosofía.