Cuando se sabe que toda sustancia es individual, sabemos que el ser, en sentido genérico, es el pre-onto de los ontos individuales. La sustancia mujer, no se torna distinta a cada tipo de mujer: blanca, rubia, buena. Un valor no se puede tornar en otro valor, por eso el amor, no se puede tornar en valor libertad.
La sustancia no se torna distinta, porque no es posible enunciar más que una determinación de sustancia.
Como los objetos son absolutamente individuales, los valores son los objetos más individuales que existen, ellos no aceptan pre-onto.
También la esfera del valor es la del espíritu y no acepta un pre-onto. Aunque la materia fue creada por Dios como un multiplicad de ontos.
Aunque los materialistas creen que el onto hombre procede del pre-onto mono, no hay un onto que proceda de otro. Encontramos que Descartes duda de todo, para no aceptar sin discusión un pre-onto, por eso escoge a Dios como pre-onto.
Para la metafísica, la sustancia pensante es el pre-onto espíritu; y la sustancia extensa es el pre-onto corporal y material. De una sustancia surge el espíritu y de otra el cuerpo, según el sabio francés.
En Avelino, la metafísica categorial, posee su pre-onto significativo de lo categorial. El pensamiento es el pre-onto de lo lógico; en cambio que el juicio es un pensamiento respaldado por un sujeto. Cada significación determina un onto.
En el pre-onto significado del pensamiento, la significación primaria es el pre-onto significativa del pensamiento, de la cual se enuncian las significaciones secundarias.
Como un ejemplo de lo anterior: cuando digo este papel, es la significación primaria y lo secundario es que puede ser blanco, rayado, rectangular, etc.
En el pre-onto concepto, encontramos que todo concepto significa, señala a un objeto y lo supone. Cada pensamiento es individual y señala un onto individual. Las significaciones, los ontos y la sustancia no cambian, pero las ideas del pre-onto nos sugiere la idea de cambio. Una sustancia permanece siendo sustancia, siempre lo que es, y si deja de ser lo que es, e otra sustancia.
Ahora encontramos que la metafísica es la creadora del pre-onto, con lo cual estamos aseverando, que al estudiar cada una de las metafísicas posibles y por haber, ellas tienen o tendrán su propio pre-onto que le es propio. Cuando los filósofos físicos griegos, buscaban el principio de las cosas, suponían un pre-onto del cual derivar todos los demás ontos.
Por eso vemos que el pre-onto de Tales es el agua, en Anaxímenes el aire. Anaximandro lo encuentra en el infinito, en cambio que para Pitágoras son los números.
Se ha de entender que en toda metafísica materialista, falta el espíritu. El materialismo es una metafísica que se fundamenta en un pre-onto.
En el sentido materialista de todo pre-onto, no importa que sea substancial o espiritual por pre-onto es de una metafísica materialista, aunque pretenda ser espiritualista. Porque no es espiritualista, ni siquiera la metafísica que supone a Dios como pre-onto. Y es que Dios no puede ser un onto entre otros ontos. Para una metafísica ser espiritualista tiene que concebir el mundo como una pluralidad, sin ningún onto privilegiado, sin un pre-onto como lo concibe la metafísica cristiana, que es una metafísica pura.
Como se concibe el pre-onto, una cosa blanca se convierte en negra, lo cual se ve como un cambio de categoría. Por existir el pre-onto cosa, los cambios accidentes de sustancia se ven como cambios. Y es que el problema del cambio y la identidad, y el problema del materialismo y el espiritualismo se pueden resolver con el supuesto pre-onto, que es una cosa de la metafísica griega. Y que se puede resolver con el supuesto pre-onto.
Para que no exista el pre-onto, es necesaria una pluralidad en el mundo de ontos distintos. Y el espiritualismo es solo compatible con la existencia de una pluralidad de ontos; debe rechazar al monismo, el singularísimo y el pre-onto.
Entiéndase que el espiritualismo es incompatible con todo supuesto pre-onto, ya que un mundo singular, de monismo y pre-onto, no cabe la realidad del espíritu.
Si existe el espíritu y la materia, la pluralidad de onotos, nos encontramos con la metafísica pura. Toda fuerza evolutiva dotada de una finalidad, es un pre-onto, que se dirige a un onto final. Téngase la idea de que la evolución solo existe en el supuesto de un pre-onto, por lo cual el materialista cree que el hombre evoluciona hacia Dios, cuando la persona individual no evoluciona hacia el Eterno. La integración de los valores espirituales constituyen una persona humana, y la realidad se obtiene por supuesto falsos, por el supuesto pre-onto que nos hace evolucionar y cambiar.
En el enlace causal físico, lo categorial causa se fundamenta en el falso concepto del pre-onto. El causal físico implico el pre-onto. Como crear significa: sacar de la nada, por el acto divino de la creación surgen multiplicidad de ontos. Dios no es el pre-onto del onto mundo. En el mundo no hay pre-onto, los pre-ontos solo existen en las formas categorías y categoriales, en las concepciones de los filósofos metafísicos materialistas.
Como se ha repetido hasta la saciedad, en toda metafísica se encuentra el supuesto pre-onto, en la metafísica platónica, el pre-onto son las ideas. En el mundo de las ideas, el topos uranos, es el pre-onto del mundo real.
Sabemos que Platón descubre las ideas al percibir las cosas, pero las cosas no son las ideas, lo único que es auténtico son las ideas; por eso la filosofía categorial de Avelino encontramos que las ideas son reales.
Para Platón, las ideas son invariables y eternas. Pero lo que es eterno no tiene ser, las ideas tienen ser, todo lo que se predica del onto, de la cosa, se predica del onto. Cada onto tiene una sola significación. Las ideas y el topos uranos, la visión directa de las cosas son los únicos modos de conocer.
Lo que en Platón es el pre-onto, es lo que termina siendo en la lógica aristotélica, su organón. La lógica ha nacido por la existencia del pre-onto en las ideas, y ha creado una pirámide que se fundamentan en el supuesto del pre-onto. Por eso encontramos que la kainonía en Platón, es la comunión de dos o más ideas en un onto. En la cúspide de la pirámide colocó Platón el pre-onto como género supremo. Los demás ontos ocupan su lugar en razón de sus contenidos; pero un concepto no puede tener más que un significado. La pirámide está fundada en el falso concepto del pre-onto.
La metafísica de Aristóteles es de estilo científico, y en ella se alude al supuesto pre-onto. Tanto la teoría del ser como la de la sustancia, están fundadas sobre él. Por eso el sabio de Estagira ve lo falso y lo verdadero es un modo de ser, un onto del pre-onto ser falso o verdadero. Por eso lo falso y lo verdadero es el conocimiento que se corresponde o no con lo existente.
Recordemos que lo único que es falso o verdadero es mi conocimiento, la moneda no es falsa o verdadera, sino mi conocimiento sobre las monedas. El onto puede ser real o no real, pero no verdadero o falso.
Cuando entramos al conocimiento de la potencia y del acto como pre-onto, debemos ver que un niño en el acto, es un hombre en potencia; pero solo en el supuesto de que el niño sea el pre-onto del onto hombre. El pre-onto es el onto que tiene su propio ser actual y el ser potencial de otro onto. Por eso ve Avelino el pensamiento aristotélico que hizo posible el darwinismo.
Ahora llegamos al planteamiento de que la metafísica cristiana carece de pre-onto, debido a que la concepción de Dios, como un motor inmóvil, es posible por el supuesto pre-onto, pero ese motor inmóvil no es más que Dios concebido como pre-onto. Y es que al concebirlo de esa manera, la metafísica cristiana que pone a Dios como creando al mundo de la nada, al mismo tiempo pone un abismo entre Dios y la criatura, por lo cual es una metafísica sin pre-onto. Por eso ve Avelino que esta metafísica no tiene pre-onto, en la cual, Dios crea una pluralidad de ontos.
Para nadie es un secreto que el cristianismo sufre la influencia de las ideas de Platón y de Aristóteles, pero el cristianismo puro es lo único espiritualismo que existe.
Por eso encontramos en la filosofía cristiana: la cosa, la persona humana y Dios, que son tres ontos distintos. Las cosas y la persona están separadas de Dios.
En la metafísica categorial, ve Avelino que adolece del supuesto del pre-onto, y que pretende ser una metafísica espiritualista.
Finalmente, en el supuesto del pre-onto y la concepción del universo, vemos a la ciencia, la filosofía y a la religión que son una consecuencia directa de la concepción del universo. El espíritu intuye la pluralidad individual y la perfecta jerarquía.-
Para el cristiano, el mundo tiene un sentido espiritual y ve al mundo como una pluralidad de ontos; el materialista, el irreligioso que no tiene el sentido espiritual, esta poseído por el pre-onto.