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Solidaridad es una idea que está en ascenso constante, de hecho se ha convertido en una especie de valor supremos o idea fuerte.
Este concepto se utiliza hoy de manera indeterminada, indefinida, como si fuera posible ser solidario con todo el mundo y con todas las causas sin caer en contradicción.
Por ejemplo, puedo yo ser solidario con los socios y socias de mi cooperativa y ser solidario también con el prestamista usurero que los explota con altos intereses.
Definitivamente no es posible, porque cuando unificamos a un grupo de personas y los educamos para que junten lo poco que tienen y aprendan a financiarse con sus propios recursos, estamos siendo insolidarios con los usureros que viven de ellos.
El concepto solidaridad aparece hoy como una idea indefinida y metafísica, que parece inocente, pero que no lo es, más bien es una idea confusa y oscura con todos los peligros que entrañan las ideas confusas.
Como pudimos ver en el ejemplo anterior la solidaridad no es un concepto armónico, libre de contradicciones como piensan las grandes mayorías. Toda unidad, todo bloque, toda muralla, toda cooperativa, todo cartel que se forma están siendo solidarios entre sí, eso es lo que implica el concepto, unidad, colaboración, vinculación para lograr determinados resultados, pero toda unidad que se forma tiene implícita un proceso dialéctico, hay una unidad, pero también hay una lucha de contrarios. Como dice el profesor Gustavo Bueno, la solidaridad siempre está referida a un grupo que se opone a otros grupos o a personas.
Por ejemplo, los cuarenta ladrones eran solidarios entre ellos, pero los ciudadanos que eran robados no podían ser solidarios con ellos, de seguro que formarían solidaridad entre ellos y las autoridades.
La guerrilla comandada por Fidel Castro en la Sierra Maestra se formó para ser solidaria con el pueblo pobre oprimido de Cuba, pero era totalmente insolidaria con los burgueses y capitalistas dueños de los medios de producción en Cuba porque el objetivo de la revolución cubana era destruir la clase burguesa y quitarles los medios de producción a los capitalistas y para lograrlo era necesario matar a los guardias y policías solidarios con el antiguo régimen.
Con el concepto solidaridad ocurre algo similar a lo que ocurre con el concepto ideología anterior a Marx, que se entendía como un conjunto de ideas arraigadas en el pueblo de manera armónica, sin embargo, Marx evidenció que las ideas contenidas en una ideología, siempre van dirigidas contra otros grupos.
El concepto de solidaridad proviene del campo jurídico, era bien conocido en el derecho romano y en todos los códigos civiles que tienen como fuente el derecho romano hay un Capítulo dedicado al tratado de las obligaciones. Como bien sabemos las obligaciones siempre son, libres o solidarias.
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La popularidad del concepto solidaridad se debe en parte a que fue opuesto a la idea de caridad y de fraternidad, sobre todo por los partidos de izquierda y los socialistas. Este fenómeno se produce en gran parte porque el concepto caridad y fraternidad provienen del ámbito religioso y la revolución francesa, como bien sabemos, realizó grandes esfuerzos por eliminar de su discurso las ideas y conceptos con olores y colores religiosos. Como ya se ha dicho en la lengua reside el el imperio.
Las principales críticas del Prof. Gustavo Bueno al concepto solidaridad:
La solidaridad vista como algo armónico es una concepción que encubre la realidad, la confunde y la falsifica.
Encubre el hecho cierto de que la solidaridad siempre va contra otros. Por ejemplo:
la solidaridad de un grupo político va siempre contra otros grupos políticos,
Los partidos políticos son la representación de los intereses de una clase frente a los intereses de otras clases,
Los grupos se forman para ser solidarios con sus partidarios e insolidarios con los enemigos de sus intereses.
La solidaridad de un frente revolucionario va siempre contra otros grupos que adversan sus intereses.
La solidaridad se podría considerar una virtud moral más que política o ética, porque la solidaridad muchas veces va contra la ética.
La solidaridad de un grupo muchas veces obliga a ir contra los intereses del individuo.
La solidaridad como valor supremo, como canon debería ser sustituida por un principio de insolidaridad.
Por ejemplo, quienes van a ser solidarios con el Cartel de los Z en México, naturalmente aquellos que le venden o le compran drogas, o los que se benefician de los crímenes que estos cometen. Pero los carteles a los cuales ellos se enfrentan y la sociedad que vive aterrorizada producto de sus acciones criminales no pueden ser solidarios con ellos.
Lo mismo ocurre con Al Qaeda y los yihadistas, con ellos solo pueden ser solidarios los musulmanes que comulgan con su ideología y sus métodos, pero, quienes se oponen a su ideología y sus métodos no pueden serlos.
