Narcocultura, música urbana y comportamiento

Lic. José L. Serrano
Lic. José L. Serrano

En el presente ensayo pretendemos describir la relación que existe entre la narcocultura y la expresión musical, muy en boga en estos tiempos, conocida como “música urbana”, cuyo término abarca una amplia gama de manifestaciones musicales entre las que se encuentran el dembow y el trap, entre otros, y el efecto que probablemente esté ejerciendo, y ejerza en el tiempo, sobre el comportamiento de un segmento importante de sus seguidores.

Narcocultura y música urbana

A pesar de que el tema de la narcocultura no tiene mucho tiempo siendo objeto de estudio, varias investigadoras (Belardo, 2010; Villatoro, 2012; Becerra., 2018),  han logrado realizar importantes estudios que  nos muestran un mapa bastante interesante sobre la génesis y penetración de este fenómeno en las diferentes sociedades, donde su presencia está  influenciando los modos de vida de muchas personas, principalmente las que pertenecen a las clases media y baja de la sociedad. Pero, ¿qué es la narcocultura y cómo ha logrado penetrar en las sociedades? No existe una definición homogénea de este término ya que los autores que han investigado el fenómeno tienden a resaltar diferentes aspectos de éste; así tenemos que para algunos el término hace referencia a los contenidos expresados en diferentes manifestaciones musicales, series, documentales y novelas (donde el tema central es la vida del narcotraficante, su modo de vida y su papel central como si fuese el héroe de una historia mítica) donde se reiteran los símbolos de la violencia, consumo y tráfico de estupefacientes y la centralización del dinero como eje principal de la vida (Belardo, 2010; Villatoro, 2012), otros subrayan lo que en cierta forma es un estilo de vida en el que las personas envueltas no necesariamente participan del consumo y tráfico de drogas, sino que sólo asumen los símbolos y

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comportamientos que caracterizan a este fenómeno (2010). Belardo (2010) nos aporta una definición satisfactoria del término; esta investigadora define la narcocultura como “…aquellas manifestaciones sociales que giran alrededor del mundo del tráfico de estupefacientes.” Esta investigadora destaca que la narcocultura tiene “…un gran número de seguidores que no necesariamente están involucrados en actividades ilegales de consumo y venta de drogas.”, afirmación con la que coinciden otras autoras señalando que el fenómeno es de tal magnitud que incluye dentro de su área de influencia a personas que están al margen del mundo de las drogas. Aclarado el significado de “narcocultura”, y describiendo más adelante los principales elementos que la caracterizan, planteamos la siguiente pregunta: ¿Cómo se relacionan la narcocultura y la música urbana? El fenómeno de la narcocultura ha irrumpido en la sociedad con una carga simbólica que ha influido en el comportamiento de un amplio segmento de la población, incluso hasta creando una estética (2012) que caracteriza los gustos y preferencias de muchas personas, y una forma de ver e interpretar el mundo. Los principales elementos de este fenómeno son: a) la exaltación de la violencia y la delincuencia, b) la legitimación del tráfico y consumo de estupefacientes, c) la transgresión de los valores tradicionales, d) valoración excesiva del dinero y e) infravaloración de la mujer (Belardo, 2010 Villatoro, 2012;  Becerra, 2018). Para ilustrar la relación existente entre narcocultura y música urbana vamos a tomar algunas muestras de los contenidos difundidos en algunas canciones de artistas de esta manifestación musical en R. D., analizar su contenido y exponer sus vínculos con los elementos o categorías que los estudiosos atribuyen a la dimensión cultural del narcotráfico.

Categorías de la narcocultura y su presencia en la  música urbana

Legitimación del tráfico y consumo de drogas: Tokischa: “¿Dónde que está el punto? Tengo ganas de capear/ ¿Qué es lo que tú quieres, güeler o fumar?” (“Amor y Dinero”), “Los kilos cojo y hago lo que quiero/ Prendiendo la buena verde que te pone happy” (“Quieren guerra”). El Alfa: “Hay pastilla, hay pastilla…/Llegaron por el muelle, el 13, la caleta crece” (“Curacao”), “Recogimo’ la vaina que llegó la avioneta” (“Coronao now”). Rochi RD: “Dame lealtad, ya mismo yo te doy un kilo” (“Los illuminati”), “’Tamo’ haciendo dinero, ya no e’ libra e’ paca” (“Millonario”). “Yo tengo lo contacto en Europa y el norte/ “Un pana mío que está subiendo que me enchincha a que me monte” (“Mi contacto”).

Exaltación de la violencia y la delincuencia: Tokischa: “Mira, flaco revejido, yo lo que te puedo matar/ ¿Qué capear? Yo lo que te voy atracar” (“Amor y dinero”), “Me chequearon la mochila, encontrán una Gillette, par cuchillo’” (Desacato escolar). El Alfa: “E’ mejor que conmigo no te cruce/ pa’ que una bala en el estómago no te cruce” (“Llegó el moreno”), “Matón, po’ cógelo bastón, te quito con darle a un botón…” (“Coronao now”). Rochi R.D.: “Ando como Nene, en la calle con la Glock” (“Como Nene con la Glock”), “Si te atracaron en mi barrio, no sé de eso/ E’ que pa’ los tiguerone’, eso es parte del proceso” (“Pal de peso”)

Transgresión de los valores tradicionales:

Valoración excesiva del dinero: Tokischa: “Yo sé que es un cuerito, que por dinero folla con viejitos”/Follamo’, fumamos y buscamos efectivo” (“Amor y dinero”). El Alfa: “Tú me gusta demasiado toma esa jeepeta/ Pórtate bien que te voy a pagar las tetas” (“Suave”), “El único rapero del planeta/ Que compró do’ Bugatti en meno’ e’ sei’ mese’” (“Tamo en hoja”), “Estoy que me busco dos millones todos los días” (“Siéntate en ese deo”). Rochi RD: “Nuevo rico/ Hacer dinero ese es mi delito” (“Alta gama”),

Infravaloración de la mujer: Tokischa: “Tú eres el rey de esta pola / La descontrolas, pártemela en cuatro mientras enrolas” (“El Rey de la Popola”), “Soy perra callejera con la popola de raza” (“Perra”). El Alfa: “Tengo diez mujeres de estropajo…” (“Singapur”), “Y a tu perra se lo meto como si fuera Kung Lao” (“Acuétate”), “Sin dar cotorra de una ve’ ella’ me lo dan.” (“Pa Pa Pa”).

Queremos señalar que, no obstante esta clasificación en la que colocamos fragmentos de canciones en las categorías que encajan, todos los elementos de la narcocultura, o partes de ellos, aparecen asociados dentro de muchas canciones de las mencionadas y otras que por razones de espacio hemos dejado fuera.

Música urbana y condicionamiento

¿Los contenidos de la música urbana pueden influir en quienes siguen este género musical? Probablemente, en los contenidos del ritmo urbano, el factor más determinante para influir en quienes la siguen es la asociación de palabras o expresiones dentro de una canción, en donde la obtención de dinero se asocia al tráfico de estupefacientes, la relación de pareja entre hombre y mujer se reduce a la de un “cuero” y un “delincuente” o simplemente se subordina, de manera obscena y denigrante, la imagen de la mujer a la autoridad del hombre; de esa forma se inculcan actitudes  que orientan el comportamiento moral de quienes consumen esos productos musicales: ser narcotraficante está asociado a ser exitoso y conseguir mucho dinero y buena posición económica, sin consecuencias de ningún tipo, el sexismo es la marca que debe tener toda relación de pareja; delinquir, ser violento y agresivo siempre serán medios legítimos para alcanzar determinados objetivos o imponerse sobre los demás, etc. El condicionamiento respondiente o clásico ha explicado a través de una multitud de experimentos, cómo dos estímulos se asocian, en donde uno de ellos termina transformándose en “estímulo” condicionado al presentarse de manera reiterada y cercanos uno de otro en tiempo y espacio (Feldman, 2002). Ese condicionamiento ha servido para explicar el aprendizaje humano en muchos aspectos en general y la carga emocional y motivacional que matiza determinados comportamientos de manera particular. Igual sucede con el aprendizaje observacional (Myers, 2005), que nos enseña cómo los niños (también individuos de otras edades), que observan a sus padres, jóvenes, o hermanos mayores, cantar y bailar el ritmo urbano y asumir su contenido, pueden aprender a imitar las conductas observadas. Lo peor es cuando los pequeños, luego de ver de manera reiterada, a quienes les sirven de modelos, comportarse de la forma descrita en líneas precedentes, empiezan a imitarlos en esa dirección y reciben elogios y aprobaciones de parte de ese círculo en el que se encuentran; los psicólogos sociales han explicado en diferentes investigaciones cómo funcionan las recompensas o reforzadores en la instauración y probabilidad de ocurrencia futura de la conducta (Tarpy, Robert M., 2000).

Narcocultura, música urbana y personalidad básica: una mirada al futuro

Si como establecen los numerosos estudios psicológicos en las área de las Psicología del Aprendizaje, Psicología Social y de la Psicología del Desarrollo (Feldman, 2002) los adolescentes y niños son los más vulnerables a las influencias del medio, ¿qué podríamos esperar en un futuro no muy lejano acerca del incremento de los flagelos sociales como la drogadicción, la delincuencia y las violencias intrafamiliar y de género? Una interesante conclusión respecto a estudios realizados por psicólogos y antropólogos culturales acerca del efecto de las variables culturales sobre la personalidad, afirma lo siguiente: los miembros de una comunidad o cultura que han tenido experiencias comunes, comparten una configuración de personalidad con características parecidas (Deutsch & Krauss, 1970). Abram Kardiner, psicólogo, y Ralph Linton, antropólogo cultural, denominaron a este efecto de la cultura sobre la personalidad con el nombre de “personalidad básica.” (1970). No hay que hacer un ejercicio reflexivo muy profundo para predecir qué le espera a una sociedad, si no cambian ciertas variables, en la que los que están supuestos a ser el relevo biológico de quienes la dirigen, estén desarrollando esquemas de comportamientos, “configuraciones de personalidad”, patrones de conducta, bajo la influencia de un género musical que les inculca valores, actitudes y expectativas que son los que sostienen y propician los principales males sociales que hoy en día erosionan los fundamentos de la familia. Bajo la influencia de los contenidos que les inyecta la narcocultura a las manifestaciones musicales englobadas dentro del término “género urbano”, niños y adolescentes están asimilando “enseñanzas” en las que drogarse, traficar con estupefacientes, delinquir, obtener dinero (y ser exitoso como sea) y ser violento es legítimo, además de que el respeto dentro de una relación de pareja carece de relevancia, y que lo realmente importante es tratar a la mujer en una condición de subordinación degradante, con una carga extrema de agresión y violencia en las relaciones sexuales.

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