El desarrollo económico de las sociedades es un tema que ha suscitado el interés de los gobernantes y economistas desde antaño.
Una teoría económica, relativamente reciente, y que ha sido ampliamente aceptada y empleada para explicar el desarrollo económico de las naciones se corresponde con la teoría de ventaja competitiva de Michael Porter. Para comprenderla es preciso dar una mirada a las teorías previas que tenía el mismo propósito, explicar la prosperidad de las naciones.
De acuerdo al análisis presentado en el artículo El papel de la ventaja competitiva en el desarrollo de los países (Buendía, 2013), el Mercantilismo fue la teoría predominante a principios del siglo XV, la cual explicaba la prosperidad de las naciones a partir de la abundancia de metales preciosos. De ahí que se argumentaba que los países debían enfocarse en la adquisición y conservación de materiales preciosos.
Más adelante, hacia el 1776 Adam Smith propone una nueva forma de explicar la prosperidad nacional, con base en la productividad, en su obra Investigación de la naturaleza y causas de la riqueza de las naciones. En su teoría, denominada Ventaja Absoluta, propone que cada país debe especializarse en la producción de aquellos productos donde tenga una ventaja frente a los otros. Bajo esta concepción, a diferencia del mercantilismo, la riqueza puede crecer sin límites, es decir, la riqueza no es limitada.
Más adelante, David Ricardo aporta al desarrollo de esta teoría con contribuciones como el análisis de países que no poseen ventaja, y aquellos que poseen múltiples ventajas. En este sentido, Ricardo propuso que aquellos países que no posean una ventaja en relación a otros debe enfocarse en producir aquellos productos donde tengan menores desventajas y, por su parte, aquellos países que poseen múltiples ventajas deben enfocarse en aquellos productos donde su ventaja sea mayor. Su propuesta es conocida como la teoría de Ventaja Comparativa de las Naciones ya que evalúa las ventajas de producción de una nación frente a las demás.
Esta teoría de Ventaja Comparativa fue ampliamente acepada y desarrolladas por diversos economistas en las que se incluían como factores de producción esenciales los recursos naturales, la mano de obra y el capital.
A partir de la globalización y el desarrollo e integración de la tecnología en los procesos productivos, las teorías clásicas se apreciaban como insuficientes para explicar el desarrollo de ciertas naciones que se elevaban como potencias comerciales. De ahí que, hacia el 1980, Michael Porter propone su teoría de Ventaja Competitiva para incluir oros factores que entendía relevante para la compresión del desarrollo nacional.
Porter se aleja de las teorías clásicas que buscaban explicar la prosperidad nacional a partir de factores ambientales dados, principalmente, los recursos naturales y mano de obra y coloca el foco sobre la competitividad, estrechamente vinculada a la productividad. Para explicar su teoría, Porter desarrolla el modelo que contempla los cuatro factores siguientes: condiciones de los factores de producción, condición de la demanda, sectores afines y estrategia, estructura y rivalidad de las empresas.
Los cuatro factores que conforman el Diamante de Porter explican el entorno competitivo en el que se desarrolla la industria nacional (en los tres sectores económicos) y, con ello se explica el logro o el fracaso económico de las naciones.
Más adelante estaremos analizando a detalle cada uno de los factores que conforman este modelo, Diamante de Porter, para explicar la prosperidad nacional a partir de las competitiva de las empresas nacionales.