¿Quién soy?

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Para responder esta pregunta, primero debemos responder si existe un yo y si este yo es definible.

Freud define el yo como la “…parte parcialmente consciente de la personalidad humana que controla la motilidad[i] y media entre los instintos del ello[ii], los ideales del superego[iii] y la realidad del mundo exterior.”  Asumiendo que el yo constituye la conciencia de nuestro ser, nos corresponde entonces definir qué es la conciencia[iv].

Sartre dice que la conciencia es lo que no es y no es lo que es. Con ello quiere decir que nuestra conciencia se forma como resultado del contacto de nuestro aparato cognitivo con la realidad circundante y nuestro mundo interior. Aunque esto es así, no significa que aquella imagen de la realidad que se forma en nuestra mente, constituye la realidad material objetiva. Es por eso que dice Sartre que la conciencia es lo que no es, es decir realidad objetiva, y no es lo que es, imagen del mundo, pues la conciencia nunca es conciencia de sí misma, sino conciencia de algo.

Siendo así las cosas estamos obligados a admitir que somos la suma dialéctica de todas nuestras acciones y decisiones conscientes. En mi caso particular debo comenzar diciendo que desde que tengo memoria me he caracterizado por una cierta rebeldía e irreverencia frente a toda autoridad irracional.

Esta actitud me generó problemas inconmensurables con todo aquel que intentaba o ejercía algún tipo de autoridad arbitraria: madre, hermanos mayores, adultos abusivos, profesores, grandulones y personas de mi edad que intentaban imponerme sus criterios. Justo es reconocer que esta actitud frente a la vida me llevó a meterme en muchos problemas y a cometer muchos errores. Errores que han destruido todo aquello que había edificado durante mucho tiempo y con mucho esfuerzo.

[i] La motilidad es un término de la biología para expresar la habilidad de moverse espontánea e independientemente.

[ii] En la teoría del psicoanálisis de Freud, parte instintiva de la personalidad humana, que se rige por el principio del placer.

[iii] Según la teoría psicoanalítica freudiana, instancia que observa críticamente al yo; especie de conciencia moral integrada por el yo ideal (lo que la persona quiere ser) y el ideal del yo (censura e imperativo moral que juzga y determina los propios pensamientos y acciones).

[iv] La gran generalidad de las personas piensan que el concepto está referido exclusivamente a la moral. Pero la conciencia en sí misma no existe, pues la conciencia siempre es conciencia sobre algo. Conciencia cognitiva, conciencia política, conciencia religiosa, conciencia estética, conciencia de grupo etc.