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«El hombre vio que los ojos de la mujer brillaban duramente, como los de los muertos».
En un bohío, Juan Bosch
La narrativa de Juan Bosch retrata de manera estupenda la realidad dominicana de las últimas décadas del siglo XX y las primeras del siglo XXI. Se puede oler en sus personajes la profunda miseria y decadencia de un pueblo sumido en una dictadura que se extendió más allá de la muerte del tirano. La pobreza, la desigualdad, la explotación del hombre por el hombre y el machismo son los temas más recurrentes en la obra del también ex presidente de la república. Este último, herencia del trujillismo, se manifiesta de forma contundente en muchos de los textos de Bosch, llenando así de calamidad y pesar a las mujeres dominicanas porque lo que el autor aborda en su literatura es el más nítido reflejo de la realidad.
Al leer obras como La mujer y En un bohío se verifica, con pesar, que el papel de la mujer desde la época de los cuentos hasta hoy no ha cambiado en lo absoluto. Todo lo contrario, se ha agudizado porque en la actualidad; gracias a la tecnología, se conoce la situación deprimente en la viven (y, tristemente mueren) miles de mujeres en República Dominicana. Esto se debe, entre otras cosas, a que este es un país donde la justicia parece quitarse la venda para escoger a quienes juzgar y a quienes no, donde más de un 85% de las expresiones «musicales» denigran de alguna manera a la mujer, donde se ha llegado a pensar que los atributos físicos de las féminas son una especie de carnada para alentar de forma desmedida el consumismo, donde la única intención de los pseudos-políticos es «ganar» elecciones para abultar sus cuentas bancarias,… donde no hay instituciones funcionales que establezcan, de una vez y por todas, la igualdad de género.
En la obra de Bosch la mujer se proyecta como un ser maltratado, menospreciado y al servicio indiscriminado del sexo opuesto. Un ser que no posee ningún derecho, un esclavo. Según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española (2014) el término esclavo se define como «una persona que carece de libertad por estar bajo el dominio de otra». Cuando Bosch, en su relato La mujer, narra la manera como Chepe trata a su «compañera» nos está dibujando en un cuadro purulento la miserable existencia de una esclava: «El marido le había pegado. Por la única habitación del bohío, caliente como horno, la persiguió, tirándole de los cabellos y machacándole la cabeza a puñetazos». El cuentista presenta a una mujer sumida en la pobreza, condenada al yugo irracional de una sociedad machista, una mujer que no tiene, ante los ojos fulgurantes de su dios, ni dignidad ni identidad ni esperanza; una mujer que, aun hoy, sufre las actitudes de muchos trogloditas a quienes ciertas partes (superiores) del cuerpo no les funcionan. Como plantea Manzano (2007) «la vida del esclavo, de cualquier esclavo, indefenso ante el amo, está llena por definición de infortunios».
La estrategia más poderosa del machismo es la negación a la educación y a las oportunidades laborales. Esto lleva a las féminas a conformarse con el trato autoritario e inhumano de «los machos de la casa» y a que dependan de ellos para sobrevivir. Desde el hogar paterno se les enseña a comportarse como esclavas: es de ellas la responsabilidad de mantener la casa limpia, de cocinar, de cuidar a los niños y de aguantar a sus maridos como «buenas mujeres».
Chacón Gordillo (2008) considera que «la mujer sirve como un vehículo para simbolizar el éxito masculino, para el hombre la mujer será como un trofeo. Según la tradición machista de nuestra sociedad». Bosch, también presenta a la mujer como objeto sexual, como una cosa con la cual se puede jugar en el momento y lugar que el «amo» disponga. En su texto En un bohío retrata a una fémina que bajo la más terrible miseria muere de hambre con sus pequeños hijos. Esta, llena de desesperanza, se ve tentada a aceptar medio peso por favores sexuales a un extraño: «El hombre la midió con los ojos, sin bajar del caballo. Era una mujer flaca y sucia, que tenía mirada de loca, que sin duda estaba sola y que sin duda, también, deseaba a un hombre». El autor, lleva a su personaje a una situación extrema, a una especie de dilema moral: por un lado, aceptar el dinero y faltar al juramento de fidelidad hacia su esposo privado de libertad; por el otro, mantenerse pulcra aunque eso signifique dejar morir de hambre a sus hijos. En este punto, Bosch destaca la vocación materna de la mujer y conduce a su protagonista a que se niegue a traicionar al esposo ausente y, sobre todo, a corromper la inocencia de los niños que serían testigos de la entrega de la madre.
Sin dudas, Bosch ha configurado en su literatura un retrato muy fiel de la sociedad dominicana. Desnuda totalmente las consecuencias funestas del machismo. Además, como un padre preocupado, recrimina y exige cambios profundos en la conducta de este pueblo. En resumidas cuentas, alza una voz a favor de la dignidad de la mujer, a favor de la igualdad, a favor de la vida.
Referencias bibliográficas
Chacón Gordillo, P. D. (2008). La mujer como objeto sexual en la publicidad. Comunicar, 16 (31). Recuperado dehttps://www.revistacomunicar.com/index.php/verpdf.php?numero=31&articulo=31-2008-49
Manzano, J. F. (2007). Autobiografía del esclavo poeta y otros escritos (No. 3). Iberoamericana Editorial. Recuperado dehttps://books.google.com.do/books?id=Bm8yibHwbjkC&pg=PA7&source=gbs_selected_pages&cad=3#v=onepage&q&f=false
Piña Contreras, G. (Coord.). (2009). Obras completas de Juan Bosch. República Dominicana: Serigraf S.A. Recuperado dehttps://es.scribd.com/doc/240917898/1-Narrativa-I
Real Academia Española. (2014). Disquisición. En Diccionario de la lengua española (23.a ed.). Recuperado dehttp://dle.rae.es/srv/fetch?id=GElf0MV
Fuente: www.faustinom.blogspot.com
