Después de las fiestas:

Julio Cortázar PS

Y cuando todo el mundo se iba
y nos quedábamos los dos
entre vasos vacíos y ceniceros sucios,

qué hermoso era saber que estabas
ahí como un remanso,
sola conmigo al borde de la noche,
y que durabas, era más que el tiempo,

eras la que no se iba
porque una misma almohada
y una misma tibieza
iba a llamarnos otra vez
a despertar al nuevo día,
juntos, riendo, despeinados.

Julio  Cortázar

Comentarios De Facebook

Check Also

La poesía almacenada (Federico Enriquez Grateraux)

El contexto posmoderno caracterizado por los cambios rápidos, los avances tecnológicos, la supremacía de la …

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *