Ser Alguien

Por José Luis Escalante

¨Una vida humilde y tranquila trae más felicidad que la persecución del éxito y la constante inquietud que implica¨, Albert Einstein

Todavía escucho en muchas personas mayores un consejo en forma de jaculatoria muy presente en la comunidad donde crecí: ¨Estudias para que sea alguien en la vida”. Nunca me detuve a analizar esta frase, pensando que era un imperativo categórico ser alguien socialmente.

En ese sentido, hace poco leí que hicieron una subasta con el texto que escribió Albert Einstein sobre la teoría de la felicidad, redactada para  un mensajero que le llevó un envío a un hotel de Japón en 1922. Es un escrito muy breve, pero muy amplio en sustancia o significado: «Una vida humilde y tranquila trae más felicidad que la persecución del éxito y la constante inquietud que implica».

Albert Einstein

Esta reflexión de Albert Einstein se puede interpretar o inferir como un consejo a la quietud, al no hacer nada, a la pasividad. Sin embargo, cada día debemos pagar un precio excesivamente alto tratando de ser alguien en una sociedad que exige un estado de cosas, de posesión, del aparentar, con una invitación explícita al consumo desmedido, donde las personas creen que su  carta de presentación o de aceptación son los títulos y los bienes materiales.

Este sacrificio que pagamos por ser alguien se puede traducir cuando contamos los días para que termine la semana, cuando festejamos un día feriado, al estar  pendiente a las horas  de salida del trabajo como si fuera a llegar un nuevo año, al alejarnos de aquellas cosas que nos gustan, como pasar tiempo con familiares, amigos, viajar, leer  y otras acciones que podemos continuar puntualizando.

Es obvio que tenemos que trabajar, aportar a la comunidad, al país, pero en algunas ocasiones caemos en el engaño o el sueño de querer más y más, quitándonos  de este modo  oportunidades  a nosotros mismos y a otras personas. Sin necesidad tomamos varios empleos sin pensar que con esta acción reducimos la vida.

En fin, creo que en esta batalla por ser alguien sin reflexión, sin conocer la condición humana, sin salir de las creencias sociales, de la ambición sin mesura, se nos van cosas más importantes de nuestras vidas:  tener tiempo para nosotros mismos, ser libres, sentir que hemos vivido y alcanzar la paz de espíritu…Quizás, o mejor sin el quizás, si no somos prudentes en la batalla por ser alguien pasaremos por la vida siendo nada.

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