Los dueños de la UASD

Prof. Eulogio Silverio

Las actuales autoridades de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), conjuntamente con el Ministerio de Educación Superior Ciencia y Tecnología, realizan grandes esfuerzos e inversión de recursos humanos y económicos, para socializar entre las distintas Facultades y Escuelas la necesidad de diseñar e implementar la modalidad del curriculum por competencias, necesidad que hace años venimos adoleciendo como alta casa de estudios. En medio de los debates no faltan profesores y profesoras que reflexionen sobre la cuestión de que el empresariado nacional y el Estado dominicano, a través del MESCYT, nos quieran imponer la modalidad de enseñanza que debemos asumir como universidad, cuya “Misión es formar críticamente profesionales, investigadores y técnicos en las ciencias, las humanidades y las artes…”

Al reflexionar sobre estos argumentos, que, por supuesto, coquetean con el carácter de objeción, resulta inevitable preguntarse: ¿quiénes son los verdaderos dueños de la UASD?, ¿A quiénes debe servirle la UASD?, al empresariado nacional, formándoles los profesionales y los técnicos que demanda la economía, al Estado dominicano, a los diversos intereses ideológicos y económicos de su cuerpo docente, a la memoria histórica y a los invaluables aportes legados por el movimiento estudiantil de ayer y que hoy yace entregado al hedonismo y al pragmatismo político más absurdo.
Pienso que en estado actual de la cuestión, se vuelve imperativo recordar que la UASD es un patrimonio inalienable de la nación dominicana y que en el presente proceso el único interés que debe ser protegido por encima de cualquier otro interés legítimo, es el interés de la nación.
Desde nuestra óptica, la UASD debe realizar los esfuerzos necesarios para que sus egresados de las distintas carreras posean las competencias que hoy demanda el exigente y cambiante mercado laboral.

Sé que resulta romántico por parte del profesorado formar a las nuevas generaciones con los esquemas ideológicos y políticos con que formaron a la nuestra, pero la UASD no puede jugar con el futuro de la juventud dominicana que viene a nuestras aulas imponiéndole programas ideológicos, cuando el imperativo de la época reclama un profesional con las herramientas necesarias para enfrentar los problemas reales del mundo actual, un mundo permeado por las directrices y las ordenanzas de la globalización. Las universidades de las naciones más avanzadas debaten hoy sobre lo que deben enseñar en sus aulas sin correr el riesgo de formar profesionales obsoletos, dado los acelerados cambios que la revolución tecnológica se mantiene produciendo diariamente en el complejo mundo laboral.
Si todo eso está ocurriendo en los grandes centros del saber, nosotros no podemos seguir actuando como si no nos afectara. No podemos ni debemos resistirnos a las transformaciones. Estamos compelidos a cambiar rápidamente, no por mandato del empresariado nacional, no por mandato del Estado dominicano, estamos obligados a cambiar para poder ser competitivos, para dar respuestas a las necesidades de los jóvenes que asisten a nuestras aulas de crear sus propias empresas o conseguir una colocación acorde a lo demandado por el cada vez más movedizo mercado laboral nacional e internacional.

Los profesionales de hoy se enfrentan a la realidad de fábricas inteligentes donde casi todos los procesos repetitivos están robotizados y muchos de los procesos que hoy requieren mano de obra especializada serán robotizado en los próximos años
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Sabemos que el proceso podrá resultar difícil para algunos profesores que tendrán que reentrenarse para enseñar los contenidos de nuevas asignaturas, pero la UASD debe ajustarse si quiere seguir siendo pertinente, aunque esto implique para cada uno de nosotros asumir una cuota de sacrificio personal.


Estamos frente a una oportunidad única de colocar a la UASD a la altura de lo que espera la nación dominicana. La UASD no fue concebida para servir a los intereses del gremio de los docentes, ni del gremio de los estudiantes y, mucho menos, de los empleados. La UASD fue creada autónoma para ser, en todos los tiempos, la causa material eficiente de la promoción social, económica, cultural y política de la juventud dominicana.
Hacemos un llamado a los maestros y a las maestras de nuestra generación para que se integren de manera militante y decidida a los trabajos de rediseño curricular que realiza la UASD. Los insto a convertirse en los motores propiciadores del cambio, para que la universidad finalmente posea los programas de carreras y de asignaturas que desarrollen en nuestros egresados las competencias requeridas para competir exitosamente en el mundo profesional.

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