Mesianismo novoingles

El concepto imperialista en los Estados Unidos se ha trabajado con mucho cuidado. Podemos observarlo en su Destino Manifiesto, el cual fundamenta su legitimidad como un llamamiento del poder divino para expandirse y suministrar democracia y progreso. En este sentido, “Los Estados Unidos se han considerado destinados a realizar una labor cristiana a través del mundo, ya que el destino de este pueblo había sido trazado por la mano del salvador”. (Rodríguez, 2003, p.27).

La concepción mesiánica le brindó los elementos que le sirvieron de justificación para intervenir en los procesos de los pueblos latinoamericanos. Convirtiéndose, así, en policía y juez de la región. La expansión lleva consigo un intrínseco puritanismo en el que se centra su orgullo como pueblo anglosajón y como etnia dominante. Esto ha quedado plasmado en expresiones artísticas como el cuadro american progress de John Gast (1872). En este se muestra a Columbia, una mujer de etnia blanca que simboliza una especie de divinidad moderna, mientras se desplaza hacia el oeste sosteniendo la biblia. Se observan, también, ferrocarriles, el tendido eléctrico, el telégrafo, las instituciones democráticas, y, lo más llamativo, a los indígenas huyendo. La huida de estos, representa algo así como lo que luego propondría Spencer a finales del siglo XIX cuando repensó a Darwin dándole un sentido social a la teoría de la selección natural. La aplicabilidad en las sociedades humanas respecto a las competencias entre etnias y clases y la sumisión del uno por el otro. En cuanto a la hegemonía de la modernidad, la etnia aria llevaba superioridad sobre ellos y esto los monta en la tesis de que los nativos indígenas del oeste no eran ciudadanos norteamericanos, por lo tanto, eran despojados de sus derechos.

Por otro lado, llegaron a fundamentar su elección divina tomando como coyuntura el brote de viruela que mató multitudes de nativos y esto representaba para ellos una intervención directa de la divinidad donde preparaba el terreno para su llegada. Según los puritanos, el hombre solo podría tener la salvación por el triunfo material en la vida terrenal y el haber fracasado en esta tarea representaría la desdicha de no ser salvo. Podríamos partir desde aquí, para poder decir que las intervenciones en Latinoamérica (incluyendo la suerte de México entre 1846-1848) eran inevitables para ellos, ya que los grandes objetivos eran el espacio, la materia prima y la obtención de ventajas económicas que los ayudaría a crecer como imperio.

¿Qué pienso al respecto? Si hubiesen fracasado en la búsqueda de esas materias primas en Latinoamérica, perderían la dignidad de ser salvos y esto provocaría unos efectos en cadena que les permitiría entender que fracasaron como nación puritana. Aun teniendo la idea de que eran elegidos para un designio especial, su supervivencia como nación digna seguía siendo cuestionada.  Mediante una serie de poesías patrias se expresaban estas proyecciones como un himno, tales como el poema llamado “THEY WAIT FOR US” donde al final del poema afirman que llegarían hasta los andes en América del sur.

Estas prácticas de Estados Unidos son propias de los antiguos imperios. “Si un gobernante no tiene el Mandato del Cielo, entonces carece de legitimidad para gobernar siquiera una única ciudad. Si un gobernante goza del mandato, está obligado a extender justicia y la armonía al mundo entero” (Harari, 2018, p.221).

Cabe preguntarse ¿qué diferencia existe entre el mesianismo cristiano y el mesianismo novoingles? Según el concepto, el mesianismo representa la llegada de un ser que desempeñaría la función de salvarnos por los errores cometidos, serviría de garante por los hechos o actos inmorales que hizo indigna a la humanidad, todo esto con el fin de obtener un lugar en el mundo metafísico, y la clave es la redención. La concepción mesiánica al igual que otros conceptos, sufrirían adaptaciones por el impacto que recibirá de algo llamado “el contexto histórico”. Durante la modernidad, los calvinistas le darán un cambio a la ecuación, a esta idea de salvación; no iniciando desde el punto metafísico sino, primero, desde el punto material y luego metafísico.

La salvación de los pueblos de América, según el puritanismo novoingles, era la apertura hacia la modernidad y su triunfo en materia de progreso, civilización, organización. Eso solo se lograría sacando a España de sus propias colonias, es decir, que había que salvar a América de España.

Franklin Omar Vargas, profesor de Ciencias Sociales en el Centro de Estudios Y Servicos Santana. Contacto: franklinovargas@gmail.com