
Índice
1) La guerra mediática contra Rusia
2) Los capitalismos anglonorteamericanos como motores de sus imperialismos
3) La legalidad del referéndum del 18 de marzo de 2014 en la península de Crimea
4) La I-legalidad del regalo de la Crimea a Ucrania por Nikita Kruschchev en Mayo de 1954
5) Una opinión del veterano periodista Ubi Rivas
6) Razones militares y políticas para re- incorporar la Crimea a la “Madre Patria Rusia”
7) ¿Quièn representa al capitalismo de la Rusia de Putin?
8) La liquidación de la Uniòn Soviètica por sòlo tres de sus altos funcionarios
9) El concepto de anexión en el Derecho Internacional
Notas al calce
(*) ¿Què es la Guerra de Cuarta Generación?
(**)En torno al capitalismo financiero y al poder de los Bancos
(***) La Guerra sin fin del capitalismo norteamericano

Consideraciones marxistas sobre la Crimea, Ucrania y Rusia. Con un vistazo al Imperialismo en su relación con el movimiento del capital financiero
1) Como parte de la guerra mediática contra Rusia consiste en divulgar falsedades contra ese país y contra los motivos de la iniciativa militar rusa en Ucrania desde febrero de este año, se dice muy a menudo en los medios dirigidos por el Capital que “Rusia anexionó a la Crimea “dando a entender que este país violó el Derecho Internacional con dicha medida y que, por lo tanto, es tan imperialista como los EE UU desde hace más de dos siglos, y como lo fue Inglaterra anteriormente.
Huelga decir que tanto el imperialismo británico como el norteamericano fueron y son expresiones de las necesidades económicas del capitalismo de ambos países, y que, por tanto, no se trata de la “maldad intrínseca” de las personas físicas propietarias del Capital (v. Lenin: El Imperialismo como Fase Superior del Capitalismo)
2) La legalidad de la re-incorporación de Crimea a Rusia se fundamenta en dos hechos contradictorios desde el punto de vista jurídico; vale decir: la legalidad del referéndum del 18 de marzo de 2014 y la I-legalidad de su traspasodel antiguo territorio de la República Socialista Soviética de Rusia al territorio de la República Socialista Soviética de Ucrania, en mayo del 1954, que era otra República más de la totalidad de la URSS. [useful_banner_manager_banner_rotation banners=54,50,51 interval=5 width=500height=150 orderby=rand]
Repitamos que la re-incorporación de Crimea a Rusia el 18 de marzo de 2014 por medio de un referendum legal y libre sin coacciones exteriores, estuvo fundada en la libérrima voluntad de más de un 90% de la población, aunque la prensa del “mundo libre”(!) en una verdadera campaña de “Guerra de Cuarta Generación”(1) (ver nota al calce) ha lanzado hacia las conciencias de los consumidores de medios de comunicación colectiva los misiles de que el referendum estuvo viciado por la presión de las tropas rusas sobre la población de la Crimea.
Se le debe informar al lector no familiarizado con la historia de la Unión Soviética que el motor, la fuerza motríz de esa ilegalidad lo fue el ucraniano Nikita Chruschchev cuando estuvo gobernando la URSS.
El traspaso de la península de Crimea a Ucrania a título de regalo a su patria en el mes de mayo de 1954 se logró en sigilo y violando la legalidad soviética que regía para casos como ese, o sea, sin permitir que el Soviétsupremo, máximo órgano legislativo de la URSS, se reuniera para conocer del caso y evitando que el regalo fuera discutido en la misma península o en la beneficiaria de Ucrania.
Fue en esas condiciones políticas que Chruschchev consiguió una resolución del Estado soviético que autorizaba el traspaso de la Crimea a la República Socialista de Ucrania.
La justificación que les dio Chruschchev años después a sus íntimos colaboradores para esa violación de las leyes soviéticas, fue que durante la II Guerra Mundial (II GM) Ucrania había sido destruida casi totalmente por las hordas hitlerianas y el país necesitaba con urgencia toda la mano de obra que hubiese en Ucrania capaz de trabajar.
El detonante de la explosión en ira de Nikita (quien era conocido por su carácter colérico que lo hacía reventar frecuentemente en erupciones de ira) fue que su jefe superior, el dictador Stalin, le había ordenado extraerle a Ucrania cien mil (100, 000) hombres capaces de trabajar con la finalidad de reconstruir a la destruida Unión Soviética.

En mayo de 1954 le llegó la oportunidad al ahora convertido en el jefe del Estado soviético (del 1953 al 1964) de llevar a cabo su anhelado proyecto de los años pasados: regalarle a su sufrida patria la provincia de Crimea como compensación por los daños sufridos en la II GM, y como consuelo por aquella pérdida de los cien mil (100. 000) hombres ordenada por Stalin.
La única fuente histórica de crédito internacional y de respeto en las universidades que ha tratado ese tema es la historiadora y socióloga de la Universidad Humboldt de Berlin, la profesora Gwendolyn Sasse en su libro (en versión inglesa): “The Crimea Question” del 2007. Y es a la que nosotros nos atenemos para exponer el caso de Chruschschev y el traspaso de la Crimea a Ucrania.
3) El veterano periodista Ubi Rivas publicó en el vespertino “El Nacional” del domingo 06. 03.22. en la página 17, un enjundioso artículo sobre la actual crisis de Ucrania con el título:” EU cerca a Rusia tras Putin invadir a Ucrania”.
Allí se lee que Putin “ocupó Crimea”. Esa expresión puede ser entendida como que la adhesión de la Crimea al territorio de la “Madre Rusia” fue igual que una invasión a un país extraño, a un territorio ajeno, en el sentido condenado por la Carta de las NN UU.
A pesar de la distancia temporal entre aquél suceso ocurrido a mediados del pasado siglo XX (regalo de Chruschchev) y el otro del año 2014, podría decirse que esa expresión del afamado periodista se presta para ser entendida como que la re-incorporación de la Crimea fue semejante a las anexiones de los territorios mejicanos en el siglo 19 por el naciente Imperialismo norteamericano; o a semejanza de la anexión de las islas argentinas de las Malvinas por parte del imperialismo británico el 3 de enero del 1833.
Eso daría lugar a una percepción errada de lo que fue realmente la incorporación de la Crimea a Rusia en aquella fecha del 2014.
Debe decírcele al lector no familiarizado con la historia de Rusia que Crimea había pertenecido a Rusia desde hacía 172 años, cuando existía la Rusia zarista de Catalina la Grande; cuando las tropas de la Emperatríz vencieron a las tropas del Imperio otomano en el 1783, traspasándose entonces la península de Crimea al Imperio Ruso como botín de guerra. Desde esa fecha hasta el regalo de Chruschchev en mayo del 1954 la Crimea estuvo bajo el control de los diferentes gobiernos rusos a título de una provincia más de Rusia.
La Crimea no fue “anexionada” para satisfacer las imperiosas ansias de ganancias de un entonces inexistente, o apenas balbuciente capitalismo ruso, y, por consecuencia , de un derivado imperialismo zarista guiado por su capitalismo, como ha sido el caso de las decenas de invasiones y guerras anglo-norteamericanas desde el siglo XVIII hasta el presente, que se han llevado a cabo en busca de las ganancias que apetece el capital financiero anglo-norteamericano, representado por las grandes corporaciones y los grandes bancos de esos países. (2) (ver nota al calce)
II. parte
De igual manera puede decirse también que la adhesión de Crimea a Rusia en el 2014 NO fue motivada por el capitalismo de la Rusia de Putin, sino por dos grandes razones militares muy comprensibles: la primera razón era el temor de Rusia de que Ucrania pasara a ingresar a la organización terrorista de la OTAN, posibilitando de ese modo el estacionamiento de armas atómicas norteamericanas en sus fronteras; y la segunda consistía en el otro muy bien fundado temor de que si la península de Crimea seguía perteneciendo a Ucrania la base naval rusa de Sebastopol, en la Crimea, única base naval rusa que no se congelaba en invierno (o sea, cuyas naves podían navegar en los meses de invierno sin estancarse por el hielo, por tanto, de extraordinaria importancia para la defensa de Rusia)
sería desmantelada en algún momento después que Ucrania pasara a ser parte de la susodicha organización militar y de la Unión Europea (a pesar de que Ucrania nunca ha calificado para ser admitida tanto en la Unión Europea como en la OTAN).
En este momento se debe hacer una aclaración sobre lo que se entendía en aquél momento por el capitalismo ruso del 2014 (o el capitalismo de la Rusia de Putin) que no tuvo nada que ver con la adhesión de la Península a la Madre Rusia.
¿Quién representaba ayer y hoy al capitalismo ruso? El capitalismo ruso estaba y está representado por aquellos delincuentes que asaltaron y se adueñaron de las empresas del Estado soviético, los llamados “oligarcas”, cuando la Unión Soviética fue liquidada el 25 de diciembre de 1991, sólo por tres Presidentes de tres repúblicas (entre ellos el beodo de Yelsin) pasándole por arriba a los restantes trece Presidentes de las restantes trece Repúblicas y también al Presidente global de toda la URSS, Mijaíl Gorbatschev, a quien le comunicaron esa decisión por teléfono y también que él quedaba destituido como Presidente de la URSS.
Los tres funcionarios que tomaron esa decisión los fueron Boris Yeltsin, Presidente de la RSFS de Rusia, el de la RSS de Ucrania Leonid Kravchuk y el de la RSS de Bielorusia Stanislav Shushkévich.
Volviendo a Chruschchev y a su decisión de regalarle la Crimea a Ucrania, se debe señalar aunque sea de pasada el trasfondo estructural de la antigua URSS que era un Estado policíaco con un todopoderoso Sovietsupremo y un más poderoso aún Partido Comunista y sin que la población tuviera el poder político de opinión y fuerza para evitar el superpoder de los funcionarios, lo cual hubiese sido imposible en las llamadas democracias occidentales. Como ilustración recordemos que los autócratas soviéticos podían hasta cambiarles el nombre a ciudades sin consultar a la población que vivía en ellas.
A la ciudad de Zaryzin el criminal Stalin le puso su propio nombre y pasó a llamarse Stalingrado y luego de su muerte Chruschchev la rebautizó como Volgogrado (la ciudad del Volga) y así por el estilo.
4) El concepto de anexión en el Derecho Internacional
La anexión según la Carta de las NN UU es un acto o proceso violento de adquisición o conquista de un país extraño (o de parte de un país) con oposición de la población (o de la mayoría de la población) del país anexionado.
Se entiende tácitamente que las principales instituciones del país anexionado desaparecen y, entonces, entran en vigor las del país conquistador.
Toda anexión con esas características es condenada severamente por las NN UU que las consideran un crimen internacional.
Del artículo 2, punto 4to, de la Carta de las NN UU se desprende que
“los miembros de la organización, en sus relaciones internacionales, se abstendrán de recurrir a la amenaza o al uso de la fuerza contra la integridad territorial o la independencia política de cualquier Estado, o en cualquier otra forma incompatible con los Propósitos de las Naciones Unidas”.
Los casos más patentes de anexiones, o crímenes de guerra más flagrantes del presente son la ocupación de los territorios palestinos y la de los Altos del Golán sirio por parte del Estado terrorista de Israel.
Para profundizar en este tema consúltese a un clásico de la teoría del Derecho Internacional y cuyos trabajos sobre ese mismo problema han servido de base para otros autores, a saber: el reconocido jurista Profesor Ulrich Scheuner, antiguo profesor en la Universidad de la antigua ciudad capital de la República Federal de Alemania: Bonn. El título de su magistral obra es:
”El Concepto de Anexión en el Derecho Internacional”; Bonn 1949. (en alemán)
Aquí concluye este ensayo
NOTAS AL CALCE
(1) Guerra de Cuarta Generación
Se entiende en la sociología política y en la politología, o ciencias políticas, por “Guerra de Cuarta Generación” las nuevas formas de intervenir o de agredir los EE UU en su lucha contra Estados que no son de su agrado. Las guerras de cuarta generación sustituyen el empleo de las invasiones militares, en general de las armas de fuego , como cuando el Imperialismo organiza, alienta y financia golpes de Estado contra gobiernos indeseables, por la propaganda de la prensa, la televisión, las “fake news” por las redes y otros medios de comunicación.
Los medios bélicos, o armas de fuego, invasiones militares, son ahora sustituídos por el empleo de codificaciones legales (aunque estén en desuso) de los países víctimas, pero siempre manteniendo una apariencia de legalidad; tradiciones de control administrativo aunque su uso no califiquen como delito (el caso de Dilma Roussef) pero se instrumentalizan como “delitos” en complicidad con el aparato judicial contra gobiernos y políticos des-afectos a los EE UU; la colaboración de la jerarquía de la Iglesia Católica en la campaña contra movimientos, partidos y gobiernos de izquierda. Esta colaboración no es nueva sino que se incrementò y adquirió el beneplácito del Vaticano a partir del papado del Papa polaco, el llamado Juan Pablo II, anticomunista rabioso que pactó con el Gobierno norteamericano la eliminación del socialismo doquier éste existiese , comenzando por la misma Iglesia Católica contra los sacerdotes tenidos como “izquierdistas “ o “amigos del pueblo”
El término inglés “lawfare”, cuya traducción habitual al español es imprecisamente realizada como guerra jurídica o guerra judicial, es una expresión inglesa cuyo uso se ha generalizado a partir de la primera década del siglo XXI, para referirse al uso abusivo de los procedimientos legales nacionales e internacionales, manteniendo una apariencia de legalidad, con el fin de provocar repudio popular contra un oponente. El “lawfare” permite obtener diversos resultados desde detener indebidamente a los adversarios políticos, paralizar financieramente y desprestigiar oponentes, hasta debilitar o deponer gobiernos.
El “lawfare” se relaciona y suele coincidir con el fenómeno del “golpe blando”, una forma de acceso indebida al poder político sin utilizar las fuerzas militares, manipulando los divisionismos o luchas internas de las sociedades, manipulando, así mismo las redes sociales y los medios de comunicación. Esos fueron los casos de Lula da Silva y Dilma Rousseff en el Brasil, Evo Morales en Bolivia, Rafael Correa en el Ecuador, etc.
(2) En torno al capitalismo financiero y al poder de los bancos
Con seguridad podemos afirmar que ha sido el intelectual y político militante marxista Rudolf Hilferding (nacido en Viena/Austria en agosto de 1877; asesinado por la Gestapo, la policía secreta del régimen fascista de Hitler, en París, en febrero del 1941) el científico social más importante (junto con Lenin y Rosa Luxemburg) para el conocimiento de las transformaciones del capitalismo desde su fase de diversos sectores de la economía actuando por separado, y, a veces, contra sí. (capital comercial, capital industrial y capital financiero, supeditado este último a los dos anteriores) en el gran poder concentrado y rector de la economía total. Esa nueva fase del capitalismo vino a ser representada por los grandes bancos, cuya dominación de la economía, de los Estados, y consecuentemente de la política, le abrió las puertas al Imperialismo. [useful_banner_manager_banner_rotation banners=54,50,51 interval=5 width=500height=150 orderby=rand]
La obra de Hilferding, la que tomo de referencia para esta nota al calce, se titula:” El Capital Financiero: un estudio sobre las más recientes transformaciones del Capitalismo” y fue publicada en Viena/Austria por primera vez en el 1910.
Aclaro que las citas que hago de este autor las tomé, obviamente, no de la edición en alemán sino de la española, a saber: de la editora Tecnos, 1963, Madrid.
Oigamos directamente a Hilferding:
“El capital financiero significa la unificación del capital.”
“Los antiguos sectores separados del capital industrial, comercial y bancario se hallan ahora bajo la dirección común de las altas finanzas, en las que están vinculados personalmente los señores de la industria y de los bancos “(capítulo XIX).
“La dependencia de la industria con respecto a los bancos es, pues, la consecuencia de las relaciones de propiedad. Una parte cada vez mayor del capital de la industria no pertenece a los industriales que los emplean. No pueden disponer de él más que a través del banco, que frente a ellos representa el propietario. Por otro lado el banco tiene que fijar en la industria una parte cada vez mayor de sus capitales. Así, se convierte en capitalista industrial en proporciones cada vez mayores. Yo llamo capital financiero al capital bancario, esto es, capital en forma de dinero, que de este modo se transforma realmente en capital industrial. Esa unión tiene como base la eliminación del capitalista individual por las grandes uniones monopolistas. Con ello cambia incluso la naturaleza de la relación de la clase capitalista con el poder del Estado. (En el mismolugar).
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La guerra sin fin del capitalismo norteamericano
A título de añadido a este ensayo veamos ahora partes de una ponencia del Dr. Prof. José Antinoe Fiallo Billini, reconocido politólogo y jurista dominicano, exprofesor de las Universidades UASD e INTEC. En esta última Universidad leyó hace treinta y un año atrás (31), en enero del 1991, una ponencia de la cual citaremos algunos párrafos por la actualidad que aún conservan y porque entroncan temáticamente con el asunto que venimos tratando.
El trabajo del Dr. Fiallo fue leído en un seminario organizado en el INTEC en aquella fecha que tuvo como temática: La Guerra del Golfo del Ejército de los EE UU”.
El Dr. Fiallo comienza su ponencia advirtiendo que en realidad no hay propiamente “una guerra del golfo del ejército de los EE UU”, sino una reiterada política de guerra del Estado norteamericano en ejercicio de su vocación imperialista.
Oigámoslo.
“No existe la llamada Guerra del Golfo Pérsico, existe una política de guerra, una guerra perpetua, o una guerra sin fin de los grupos que controlan al Estado norteamericano porque ello responde a la economía y cultura de expansión imperial.”
“Gabriel Kolko, en su clásico “Políticas de Guerra”, demuestra la lógica de expansión y dominio de los Estados Unidos durante la II Guerra Mundial, orientada a que Alemania destruyera la Unión Soviética y a la contención del movimiento de liberación en Francia, Grecia, Italia y Europa Central, para garantizar el control territorial de Europa”.
“ Richard J. Barnett en su texto “Guerra Perpetua” demuestra que la principal raíz de la guerra es la concentración de poder en la burocracia militar y de seguridad nacional asociada a la economía de guerra que no puede reconvertirse a economía civil.”
“Michael T. Klare en su libro la “Guerra sin Fin “, que el diario Washington Post calificó de “un libro aterrador”, nos introduce en la reformulación de la doctrina militar y la estrategia yanqui a raíz de Vietnam, y demuestra el fracaso de la doctrina y estrategia contrainsurgente a pesar de incorporar a ella la tecnología intensiva como parte de la llamada reacción flexible.”
“Estos textos sirven para valorar las variaciones de la doctrina y estrategia militar norteamericana en diversos momentos históricos de su lógica de expansión y hegemonismo mundial.”
Por ello, el genocidio y la guerra perpetua o sin fin de los Estados Unidos (es la norma), y no la Guerra del Golfo. Por ello debe decirse que hasta que los Estados Unidos como Estado con lógica de guerra no sea derrotado en su lógica, esa guerra, ese episodio u otros episodios de la guerra sin fin continuarán. Basta recordar Grenada, Panamá y Nicaragua para rememorar al hipócrita Presidente de los Estados Unidos George Bush que ellos no son, casualmente el Estado capaz de aglutinar la paz. Eso lo dijo otro hipócrita que fue Lindon B. Johnson, que también fue Presidente y que lideró la agresión contra Vietnam y República Dominicana (y que constituyen) otras guerras y genocidios de la lógica de la economía y la cultura de expansión del Imperio.”
Fuente: www.mariobonetti.com