Diferencias especificas entre: eutanasia, suicidio asistido y pena de muerte

Eulogio Silverio
Prof. Eulogio Silverio

Prof. Novas: Saludos muchachos. ¿Qué tema dejamos propuesto para hoy?

el voluntarioso: Saludos profe.

El tema pendiente es la eutanasia, pero estoy casi seguro que nadie entendió esa lectura.

Prof. Novas: Espero que usted no esté buscando compañeros, porque ese texto está redactado de manera simple y comprensible para cualquier mortal.

Además, en estos días la eutanasia es un tema muy popular en los medios de comunicación y en las redes sociales.

Póngase positivo y dígame ¿qué entiende usted por eutanasia?

el voluntarioso: Según lo que dice el texto, la eutanasia es cuando el médico le da muerte a alguien que posee una enfermedad incurable.

 Prof. Novas: Me parece que usted confunde enfermedad incurable con enfermedad en fase terminal. Sin embargo, no están ni cerca de ser lo mismo,  pues existen decenas de enfermedades incurables con las que el paciente puede vivir cuarenta o cincuenta años, tal es el caso del Lupus.

la cristiana: Profe qué significa enfermedad terminal.

Lo pregunto porque yo no creo mucho en palabras de médicos. He visto a muchos hermanos en la fe que han sido desahuciados por los médicos y los hospitales; supuestamente porque tenían una enfermedad terminal, cuyo pronóstico de vida es de unos cuantos meses y el señor ha pasado sus manos sanadoras y han durado hasta dos y tres años vivos.

Prof. Novas: Jajajaj. Ya entiendo por dónde van sus palabras. Usted no pierde tiempo, aprovecha siempre, cualquier mínima oportunidad para vender su producto.

Lo primero que debo decirle es que no existe una enfermedad terminal como tal, existen enfermedades que entran en fase terminal. Por definición una enfermedad en fase terminal tiene un periodo de sobrevivencia que estadísticamente va de un rango de cero a seis meses de vida, haciendo inútiles todos los tratamientos médicos curativos, conocidos hasta ese momento histórico. 

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la cristiana: Por qué la ciencia se jacta tanto de su conocimiento, estableciendo fechas para la muerte de alguien, cuando eso únicamente lo decide Dios, nuestro señor.

Prof. Novas: La ciencia no se jacta de nada Amelia. La ciencia tiene sus métodos y cuando habla de periodo de sobrevivencia lo hace basado en una herramienta llamada estadística. Esta herramienta permite contabilizar los casos precedentes de una enfermedad, observa el comportamiento del organismo biológico afectado en cada una de sus etapas y, finalmente, establece un promedio de vida para un paciente con una enfermedad en un estado x de evolución.

La predicción podría variar de acuerdo a múltiples variables relacionadas directamente con cada organismo biológico en particular.

Los casos que usted señala, donde un paciente diagnosticado con una enfermedad en fase terminal sobrevive más de los seis meses, no es razón suficiente para concluir que se trata de un milagro, necesariamente.

La ciencia como institución de carácter público se reconoce falible, es decir, que puede fallar. Esta es la cualidad que permite a la ciencia crecer constantemente porque va descartando los errores por los nuevos conocimientos.

También, usted debe tomar en cuenta que es posible que el médico que diagnosticó la enfermedad en fase terminal podría no tener la calidad técnica suficiente para hacerlo.  Lo que sí es seguro es que para todos sus milagros existe una causa formal, una causa material y una causa eficiente.

Aprovechando que usted está tan interesada en el tema. Dígame, cómo define la eutanasia.

la cristiana: Lo primero que quiero decir es que la eutanasia es un crimen contra la voluntad de Dios, que fijó a cada ser una x cantidad de días y horas de vida.

En mi familia cometieron ese crimen contra Dios cuando ya no pudieron seguir pagando el dinero que costaba mantener a mi abuela en un respirador artificial.

Prof. Novas: Esa situación que usted describe, frecuentemente se confunde con la eutanasia, pero no lo es. Encárguese usted de buscarle un nombre, pero como usted misma expresa, fue el factor económico el que determinó que sus familiares ordenaran el retiro del soporte vital que mantenía viva a su abuela.

La acción de sus familiares sería eutanasia si hubiese sido para evitarle dolores y sufrimientos considerados inútiles y que el motivo fuera la piedad, es decir, ponerse en su lugar y entender que una muerte rápida tiene un rango de dignidad mayor que seguir en ese estado. Yo pienso que ellos actuaron por pura racionalidad práctica.

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Mire Amelia, cuando escuche hablar de eutanasia, ya sea en la modalidad pasiva o activa, verifique que estén presentes estos factores:

  1. que sea una muerte no dolorosa,
  2. que sea para evitarle dolores y sufrimientos, consideradas inútiles, según la valoración de quien ejecuta u ordena esa acción,
  3. que el motivo de quien ejecuta u ordena la acción sea la piedad (que considere que es el mejor bien posible, para el paciente)
  4. que quien decidió la acción es alguien distinto al paciente,
  5. Que quien ejecuta u ordena la acción no es el paciente.

¿Vamos a ver, quién más se siente motivado a definir la eutanasia?

el pragmático: Saludos profe, yo entiendo que la eutanasia queda definida cuando le suministramos a un amigo o familiar un medicamento, droga, un veneno o cualquier mecanismo que le ayude a morir rápido y sin dolor.

Prof. Novas: Qué interesante discurso.

 el pragmático: Verdad que di en el clavo.

Prof. Novas: Para nada, usted se equivocó medio a medio. Jajajaj.

Lo que usted describe como eutanasia es en realidad un suicidio asistido. Como ya les dije, en la eutanasia, la decisión y responsabilidad de la acción recae de manera exclusiva en la persona que la ordena o ejecuta, nunca en el moriturus.

el pragmático: ¿Entonces profe, en la película “Mar adentro” lo que está planteado como eutanasia es en realidad un suicidio asistido?

Prof. Novas: Exactamente. Como siempre les digo: debemos llamar las cosas por su nombre.

La última escena de la película,  donde el protagonista graba un video testimoniando que la decisión de morir es enteramente suya, tipifica el suicidio asistido.

Como ustedes saben, el suicidio se define, técnicamente, como el acto mediante el cual un sujeto decide, de manera consciente, poner fin a su propia vida.

el pragmático: Profe, acláreme una cosa, cómo debemos clasificar la acción del papa Juan Pablo II quien se negó a recibir soporte vital al final de su vida, alegando que estaba cansado y que deseaba ir a la casa de su padre: eutanasia pasiva, suicidio asistido o qué.

Prof. Novas: La pregunta es interesante, pero como les dije anteriormente, en la eutanasia la decisión morir, no puede ser del moriturus, esta decisión corresponde exclusivamente al familiar, amigo o relacionado, que ejecuta o la ordena, por una razón muy elemental.

el pragmático: Cuál sería esa razón profe.

Prof. Novas: En primer lugar, el que está sufriendo podría no tener la claridad de juicio necesaria para una decisión tan radical e irreversible.

En segundo lugar, el familiar, amigo o relacionado que decide o ejecuta la acción debe estar convencido de que la interrupción de la vida del moriturus es la opción más piadosa.

el pragmático: Interesante distinción profe. En la eutanasia lo que el enfermo quiera o no quiera, no debe ser tomado en cuenta.

Prof. Novas: Dicho de ese modo suena bastante extraño. Lo que le he tratado de decir es que la responsabilidad no puede ser del paciente, por existen casos donde una persona con un dolor de muela pide que le corten la cabeza para salir de ese dolor, pero uste que está ajeno a ese dolor, si no es un tarado sabe eso se resuelve asistiendo a la farmacia o al odontólogo.

Por otro lado, debo aclararle que la voluntad del moriturus si debe ser tomada en cuenta, porque si usted se entera, que un familiar, amigo o relacionado ejecuta u ordena interrumpir la vida de alguien cuyos valores religiosos, étnicos o morales están abiertamente en contra de la eutanasia queda cuestionando el motivo piadoso.

La eutanasia procura evitar sufrimientos inútiles al moriturus no a los que están sanos.

 el pragmático: ¿Profe qué importancia tiene la voluntad del paciente en el suicidio asistido?

Prof. Novas: Me extraña su pregunta, pues ya lo habíamos dicho anteriormente. En el suicidio, asistido o no, siempre está presente el deseo o la voluntad del sujeto de terminar con su propia vida.

el pragmático: Finalmente profe, debemos concluir que lo del papa no fue ni eutanasia ni suicidio asistido.

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 Prof. Novas: Realmente no, Pienso que los responsables de la salud del papa, simplemente, respetaron un derecho que tiene todo paciente de negarse a recibir tratamientos.

Además, no recuerdo haber leído que el papa expresó deseos de morir. Su actitud frente a la realidad de la muerte yo la entiendo coherente con sus creencias.

el existencialista: Profe, resulta interesante saber si el papa murió sufriendo o bajo los efectos de alguna droga por sedación parcial o terminal.

la cristiana: Profe, a qué se refiere Karlos con ese asunto de la sedación parcial y terminal.

Prof. Novas: La sedación parcial o terminal es el tratamiento a base de drogas fuertes, dirigido a evitar los dolores y sufrimientos al final de la vida. Este tipo de tratamiento se ha constituido como una alternativa a la eutanasia, porque la sedación no pone fin a la vida.

La sedación parcial, por lo general, se aplica a los pacientes que entran en la etapa preagónica, es decir, en su última semana de vida. Consiste en administrar al paciente la cantidad de drogas necesaria para que duerma ocho o diez horas, cuando despierta se le dan otros cuidados paliativos y cuando vuelve el dolor se le administra otra dosis y así hasta que llega el momento en que el moriturus no soporta el dolor. En ese momento se pasa a la sedación terminal.

La sedación terminal, se aplica en los pacientes que entran en la etapa agónica, que comprende un rango de cero a cuarenta y ocho horas. En esta etapa, se seda al moriturus y se le vuelve a sedar antes de que despierte, hasta que finalmente llega la muerte.

el pragmático: Profe, me parecen muy agudos sus argumentos. Me parece genial hacer depender la eutanasia de la persona sana que la aplica o toma la decisión de aplicarla, porque, en realidad, hacer depender la eutanasia de la voluntad del enfermo sería un grave error.

Lo felicito profe, ningún otro pensador, que yo conozca había hecho esa distinción.

Prof. Novas: Y es que usted conoce muchos autores. Me disculpa, sus palabras fueran un alago si procedieran del profesor Enerio Rodríguez Arias o la profe Lusitania Martínez.

No se ponga usted como los poetas nuestros, que hacen una raya en un papel o lo publican en sus redes sociales y de inmediatos sus amigos y camaradas comienzan a llamarles, escritor, poeta, pensador, ilustre, figura.

Seamos más serios, que la filosofía es una cosa muy seria. Jajaja

el laborioso: Profe, usted ve que yo tenía razón, nadie comprendió nada de la eutanasia. Quedó evidenciado que todos teníamos confusiones. Pero si aquí estamos confundidos, imagine la gente en la calle, en los medios de comunicación y en las redes sociales.

Ayer mismo leí un periodista que llamaba eutanasia a lo que hicieron los alemanes a los minusválidos y a los judíos

Podría usted, por favor, aclararnos ese punto.

Prof. Novas: Ya ustedes tienen los elementos suficientes para saber si eso es eutanasia o no. Usen la guía que les he suministrado a modo de definición de los elementos constitutivo de la eutanasia y del suicidio y obtendrán su repuesta.

Nos vemos en otra ocasión…

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One comment

  1. Jesus manuel adames 100667004

    En conclusión, la eutanasia y el suicidio asistido son conceptos que, aunque cercanos, poseen distinciones fundamentales que deben ser comprendidas para evitar confusiones graves. La eutanasia implica una decisión tomada por un tercero, movido por la piedad y el deseo de aliviar el sufrimiento ajeno, mientras que en el suicidio asistido la voluntad del paciente es esencial y prioritaria. Este debate nos invita a reflexionar sobre la ética en la toma de decisiones en momentos de sufrimiento extremo y plantea interrogantes sobre el valor de la vida y el dolor. A medida que avanzamos en la discusión sobre estos temas delicados, es crucial que busquemos un entendimiento claro y empático, recordando siempre que las decisiones sobre la muerte deben ser tomadas con responsabilidad, respeto y claridad en cada contexto individual. La eutanasia, en su conceptualización, debe ser entendida con cuidado y seriedad, dado su impacto profundo en la vida y la dignidad humana.

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