En este texto nos interesa explicar, ¿qué es la filosofía para niños?, ¿con quién y cómo nació?, ¿en qué se basa?, ¿cómo se diferencia de la educación tradicional?, y ¿como contribuye a formar mejores seres humanos?.
Cuando hablamos de filosofía para niños se suele pensar que se les va a enseñar a los niños y niñas toda la historia de la filosofía, o quizás las disciplinas más importantes, sin embargo, de lo que se trata es de enseñar a los niños a filosofar, a pensar filosóficamente, a tener pensamiento filosófico, que no es más que tener un pensamiento crítico en base a criterios.
La filosofía para niños es un proyecto educativo creado por Matthew Lipman a finales de los años sesenta con el propósito de que los niños del nivel básico desarrollen habilidades de pensamiento y; a que desarrollen sus destrezas cognitivas, lo cual, les ayudará a pensar críticamente y en base a razonamientos.
Esta metodología surge cuando Lipman se percata de que en las clases que impartía en la universidad de Montclair en Nueva Jersey donde enseñaba, los jóvenes manejaban los contenidos, sin embargo, no eran críticos ante estos, ni manejaban las herramientas necesarias para formar juicios sobre sus pensamientos. Entonces, decidió investigar y llegó a la conclusión de que el problema no se encontraba en las universidades, sino más bien, en el currículum del nivel básico puesto en práctica en los colegios y las escuelas. Por esto, creó la filosofía para niños influenciado por diferentes filósofos y psicólogos ligados a la educación, como Bruner, Buber, Dewey, Freire, Sócrates y Vygotsky.
¿En qué se basa la filosofía para niños?
La filosofía para niños consta de un programa de contenido filosófico con libros de características narrativas por edades, con manual del profesor y una metodología que puede ser trabajada con cualquier tipo de contenido, con esto, se busca acabar el reinado de los libros de textos aburridos, técnicos y desconectados de la vida de los estudiantes que utiliza la educación tradicional.
De lo que se trata es de que los niños y niñas se identifiquen con el contenido, por esto, la filosofía para niños está hecha adecuadamente para que cuando busquen, puedan encontrar dentro de ese contenido lo que a ellos les interesa, la conexión que hay entre ese contenido y sus vidas, y su retribución en forma de sentido y significado, en fin, se busca enseñar desde sus experiencias y su vitalidad.
Se trata de que en el aula los niños dialoguen entre sí cuestiones filosóficas de sus diario vivir, a través una comunidad de indagación que les permita convertirse en interlocutores, que aprenden a comunicarse de manera efectiva entre ellos, con los maestros como facilitadores que guían la conversación y hacen las preguntas correctas en el momento preciso, utilizando el método Socrático de la mayéutica, con el propósito de que los niños descubran y autocorrijan sus propios conocimientos.
La dinámica de filosofía para niños empieza en un círculo, en este el facilitador forma parte de ese círculo, y entonces se forma una comunidad de indagación donde se dialogan los contenidos, se trabaja en cooperación, en donde cada uno de los integrantes deben participar, donde el error es aplicado bajo su naturaleza real y en vez de ser castigado, es utilizado como herramienta de autocorrección, donde lo que importa no es la transmisión de información o contenido, sino el desarrollo de las propias ideas de los estudiantes en base a criterios y de manera crítica, donde se valoran los estilos de pensamiento, donde se aprende a hablar pero también a escuchar las opiniones de los demás y a refutarlas si es necesario, pero todo con respeto y con consideración en camino a ser mejores, donde se practica el pensamiento cuidadoso de parte de todos los integrantes, donde cada opinión valiosa es valorada, donde existe igualdad de condiciones, todas estas, cualidades de una verdadera comunidad, donde los niños se convierten en interlocutores cooperativos que se respetan y se reconocen, ayudando a formar mejores ciudadanos, más éticos, democráticos y empáticos.
Los adultos debemos de aprender a reconocer que los niños y niñas siempre hacen preguntas filosóficas, somos nosotros quienes no les ponemos la atención que merecen y necesitan, y no les respondemos, ni los tomamos en serio.
Un niño que pregunta es un niño curioso, la curiosidad es parte de la filosofía, del querer saber y conocer, el asombro es una característica que los niños desarrollan desde temprano y es otra impresión ligada a la filosofía. Los niños son filósofos esperando un facilitador que los guíe por el camino de las preguntas.
Educación tradicional vs educación en filosofía para niños
Lo primero que debemos preguntarnos es ¿qué tipo de educación queremos para nuestros niños que serán nuestros futuros ciudadanos algún día?, ¿queremos perpetuar la educación tradicional que está más enfocada en el mercado, basada en la competencia y la transmisión de información que evalúa desde la memoria?, o si ¿queremos una educación que nos ayude a formar mejores seres humanos enfocada en la cooperación, en el descubrimiento de sus conocimientos, la conexión con sus vidas y sus experiencias, que forme mejores ciudadanos, más democráticos y capaces de resolver problemas en base al diálogo?, o una educación que tome en cuenta a los estudiantes como protagonistas del proceso y los motive a pensar por sí mismos de manera crítica y en base a criterios donde se evalúa desde el aprendizaje significativo que permite a los estudiantes relacionar el aprendizaje nuevo con el ya obtenido, que se aprende mediante la conexión con sus experiencias e intereses.
La educación tradicional está basada en un modelo básico imperfecto de valores instrumentales y extrínsecos, que no están basado en la naturaleza del ser humano, sino que es, algo que se les impone desde afuera como algo productivo que algún día les servirá para algo (hacer dinero), es una educación que se depende de lo compensatorio, ya que, ella por sí misma no puede proporcionar lo que los estudiantes necesitan, podemos observar a diario en las escuelas y colegios, (que por cierto no viven la misma realidad, pero si pagan el mismo precio) cómo los niños y jóvenes no les encuentran sentido ni conexión al aprendizaje de la educación tradicional con sus vidas, pierden el interés, la importancia que tiene el aprendizaje para sus vidas, ya que, estos no son tomados en cuenta.
Bajo ese modelo tradicional, los estudiantes sólo son convidados a seguir órdenes e instrucciones, y se les enseña un contenido memorísticamente, como algo dado y lejano a sus experiencias.
La educación tradicional pretende definir la educación por la naturaleza de la escuela, basado en una transmisión de información, en inculcar ideas y sentimientos e intercambio de información, todo mediante la individualización donde maestros y estudiantes se comunican solamente en relación con la instrucción y a la ejecución.
La filosofía para niños se basa en valores intrínsecos, lo que significa que es algo adecuado y apropiado con la naturaleza del ser humano, basada en criterios de sentido, racionalidad, unidad y coherencia donde se recupera la curiosidad, la imaginación y la creatividad, ya que, son ellos los que descubren los significados por sí mismos, desde su experiencia, lo cual, les aporta sentido, importancia e interés a su aprendizaje, a lo que los estudiantes reaccionan motivados, pues, se les toma en cuenta, se les ofrecen las herramientas necesarias, se les ofrece un contenido desde el cual aprenden la importancia de ese contenido y como está conectado con sus vidas, desde el cual descubren el sentido de sus experiencias, sus intereses en forma de significados, un tipo de educación que es definida por la naturaleza de la educación, la cual, es formar mejores seres humanos.
En filosofía para niños cualquier cosa que contribuya a descubrir sentido es educativa, esta ayuda a interpretar desde sus propias perspectivas y a discutir en cooperación mediante el diálogo, donde se produce una comunidad de indagación.
Finalmente, si queremos ofrecerle una mejor opción de educación a nuestros estudiantes, debemos considerar la filosofía para niños, ya que esta les ofrece las herramientas para ser seres humanos que dialoguen sus problemas en busca de soluciones, que cooperan entre si en vez de competir, que buscan soluciones creativas, y que son respetuosos, éticos y empáticos, en camino a lograr una mejor sociedad y quizás algún día un mundo mejor.
Sugiero leer este trabajo, producido por uno de los recursos humanos Académicos, nuestros. Favor leerlo y criticarlo. Felicidades, Juan. Era tiempo de publicar.