litteranova.com Filosofía, ciencia, artes y saberes
Desde su origen, la filosofía ha estado estrechamente asociada con los adultos. Históricamente, fueron los adultos quienes primero experimentaron y discutieron sobre ella, mientras que a las niñas y niños se les ha negado su participación debido a la creencia de que la filosofía es difícil, incomprensible e inaccesible para ellos. Si consideramos la historia de la filosofía y sus corrientes filosóficas, podría haber cierta razón en esta percepción.
Sin embargo, en lo que respecta a la capacidad de filosofar de acuerdo con sus características filosóficas naturales, los niños y niñas tienen el potencial de convertirse en filósofos incluso mejores que muchos adultos. Por lo tanto, esto nos brinda la oportunidad de descubrir valiosos aspectos pedagógicos en la filosofía, incluyendo la posibilidad de practicar el método socrático con los niños y niñas.
Es importante reconocer que los niños y niñas poseen una curiosidad innata, una capacidad para hacer preguntas fundamentales y un pensamiento creativo. Estas características filosóficas naturales les permiten abordar cuestiones profundas y explorar nuevas ideas desde una perspectiva fresca y genuina. A través del método socrático, que se basa en la formulación de preguntas y el diálogo reflexivo, se les brinda la oportunidad de desarrollar habilidades de pensamiento crítico, argumentación y autoreflexión.
La práctica del método socrático con los niños y niñas no solo les permite participar activamente en la filosofía, sino que también les brinda un espacio seguro para expresar sus pensamientos, compartir ideas y explorar juntos los conceptos abstractos. Además, fomenta un ambiente de respeto mutuo y escucha activa, donde se valora la diversidad de perspectivas y se promueve el aprendizaje colaborativo.
Entonces, si bien la filosofía ha sido tradicionalmente asociada con los adultos, es importante reconocer que los niños y niñas tienen una capacidad filosófica innata y la posibilidad de convertirse en filósofos excepcionales. A través de la práctica del método socrático y el fomento de un ambiente pedagógico inclusivo, se les brinda la oportunidad de participar activamente en el proceso filosófico, desarrollar habilidades de pensamiento crítico y reflexionar sobre cuestiones fundamentales desde su propia experiencia y perspectiva única.
Cuando los niños, niñas y jóvenes han tenido contacto con la filosofía, han experimentado un amor a primera vista, y esto se debe a que la filosofía les brinda la oportunidad de aprender, desarrollar y practicar sus características filosóficas naturales de una manera que despierta su interés. Además, les permite desarrollar habilidades de pensamiento y adoptar modelos creativos de investigación que se ajusten a sus necesidades intelectuales.
Al tener la oportunidad de participar en la filosofía, los niños, niñas y jóvenes descubren un mundo de conocimiento y reflexión que les resulta estimulante y significativo. A través de la filosofía, pueden explorar preguntas profundas y abstractas, desarrollar su capacidad de razonamiento crítico, cuestionar suposiciones y descubrir nuevas formas de pensar. Esto les proporciona un sentido de empoderamiento intelectual y les ayuda a desarrollar su identidad filosófica desde una edad temprana.
Además, la filosofía les permite desarrollar habilidades de investigación propias de su etapa de desarrollo, estimulando su curiosidad innata y fomentando su capacidad de indagar y explorar el mundo que les rodea. A través de la reflexión filosófica, los niños y niñas pueden formular preguntas, buscar respuestas y construir sus propias ideas y argumentos, lo cual contribuye a su desarrollo cognitivo, lingüístico y social.
En pocas palabras, la filosofía se convierte en un vehículo enriquecedor para los niños y niñas, ya que les brinda la oportunidad de aprender y crecer a partir de sus características filosóficas naturales. Al participar en la filosofía, desarrollan habilidades de pensamiento crítico y modelos creativos de investigación que se adaptan a sus necesidades intelectuales, permitiéndoles explorar y descubrir el mundo desde una perspectiva filosófica única.
