La Minoría de Edad

Por José Luis Escalante

Immanuel Kant para explicar el movimiento cultural e intelectual de la ilustración de mediado del siglo XVIII, escribió en 1784 un ensayo de cinco páginas, titulado: ¿Qué es la ilustración? De entrada se podría pensar que es un texto sólo académico, teórico y muy complicado de entender, por su procedencia de un filósofo que en algunos momentos se vuelve inviable para la comprensión de sus prosas, no obstante, Kant en este escrito descendió su nivel y nos presenta explícitamente algunas orientaciones para salir del pensamiento pueril o inocente, actuando de manera autónoma.

El filósofo introduce este ensayo definiendo la ilustración como la salida del hombre de su autoculpable minoría de edad, sin embargo, en esta ocasión nos quedaremos con su alegoría semántica de la minoría de edad. Pues nos preguntamos partiendo del término, ¿cuándo estoy en la minoría de edad de pensamiento según Kant? en el momento que nos falta decisión para ser nuestros propios tutores, para servirnos de nosotros mismos, cuando aún no podemos decir: ya basta, no puedo seguir actuado para quedar bien con los demás, paro aquí esta relación que no quiero, cuando acepto todo como bueno y válido sin saber cómo cuestionarlo, cuando un libro o personas piensan por mí…

Immanuel Kant

Asimismo, estaríamos en la minoría de edad cuando esperamos alabanzas por nuestras acciones de caridad, en el momento que no sabemos ponerle freno al ego y creemos que somos el centro del universo, actuando para ser reconocido, en las conversaciones pensamos que sólo válidas son nuestras opiniones e ignoramos el pensamiento de los demás, siempre buscando ser el centro de todo, en la creencia de que el mundo nos debe algo y que seremos eternos.

Salir de la minoría de edad sabemos que no es sencillo, pero para Kant debemos tener valentía y crear nuestros pensamientos de la sociedad, de nosotros, de la vida, de las amistades, de las costumbres, de la educación que nos han dado, es decir, poner en duda todo y sacar las propias conclusiones, sabiendo que esta decisión tendrá un precio, ya que la sociedad en ocasiones sacrifica a los que se deciden a pensar por sí mismo.

Este pensamiento de Kant se puede conectar con otros pensadores que han considerado que la sociedad regularmente nos forma un pensamiento ordinario, donde nos cohíbe para llegar a la profundidad del océano de la vida. En este pensamiento ordinario nos conformamos con el tener, aparentar, vivir en la superficialidad, adoctrinados por ideologías, partidos, religiones, modas, círculos de amigos sólo del mismo nivel, de manera que, viviendo sólo observando el telón y no el escenario.

Estar en la minoría de edad, también es muy parecido a la alegoría de Platón en el Mito de la Caverna, donde unos prisioneros habían estado toda su vida encadenados en una cueva, pensado que la sombra que se reflejada en las paredes de este lugar eran monstruos, pero un prisionero logró salir y descubrió que no eran más que los reflejos de las personas producido por la luz que pasaban todos los días por la entrada con diferentes objetos.

Cuando el prisionero liberado quiso contarles la realidad a sus compañeros, sintieron que este los quería sacar de sus creencias intuidas por tanto tiempo mirando las paredes de la caverna. .

Podemos concluir, que salir de la minoría de edad, del pensamiento ordinario y la caverna exige una desprogramación, soltar el miedo e ir por aquella persona que queremos ser…

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