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Es indiscutible que los seres humanos realizan diferentes prácticas asociadas a su sistema de creencias. Es decir, cada grupo social y cultural tiene una forma particular de desarrollar sus hábitos y realizar sus celebraciones, conforme a lo que entienden va acorde con sus ideales. Una de las costumbres que no escapa de esta realidad, es la relacionada con la muerte, la cual, en la República Dominicana, como en otros países tiene sus singularidades.
En el imaginario de la cotidianidad, es común apreciar y escuchar sobre las diferentes prácticas que realizan los dominicanos en torno al cese de la vida. Sin embargo, una de las que no se suele resaltar mucho es la asociada a las personas que rinden culto a las 21 divisiones dominicanas. Por eso, con el interés de conocer cómo son algunos de sus ritos funerarios, se realizó una entrevista a J. Ortiz (Comunicación personal, 23 de febrero de 2022), quien es servidor de misterio (brujo) en la ciudad de San Francisco de Macorís desde el 2016.
Una de las interrogantes realizadas giró en torno a la celebración del sepelio de los brujos. Este explicó que los velatorios se realizan dependiendo de los compromisos que estos tengan con los espíritus de sus altares, ya que:
(…) hay servidores de misterios que trabajan 21 división dominicana y trabajan con santos, y con las entidades que se esconden detrás de esos cuadros. Pero, hay otros servidores de misterios que son los que trabajan con el Diablo, que hacen pactos con el Diablo, que le ofrecen su alma al Diablo (…) y se rigen mayormente en eso (J. Ortiz, comunicación personal, 23 de febrero de 2022).
Lo anterior significa que, de acuerdo con la relación del practicante con sus espíritus, las experiencias serán distintas. En otro orden, esto deja en evidencia que existen dos grupos de servidores.
Por otro lado, el servidor también resaltó que existe una práctica que algunos brujos dominicanos utilizan para evitar la profanación de sus tumbas cuando estos ya no se encuentren en este mundo. Esta consiste en la compra de cabezas, la cual sigue un protocolo. J. Ortiz (Comunicación personal, 23 de febrero de 2022) explica que el proceso se desarrolla de la manera siguiente:
Algunos servidores de misterio van a los cementerios, donde el Varón del cementerio, San Elías del Monte Carmelo, y van donde ese santo, donde ese ser, a comprarle un muerto de esos que hay (…) ¿Para qué? Para ponerlo a trabajar en su casa. Con ese muerto, cuando se despierte ese muerto, cuando se despierta esa entidad, a eso se le da una comida, que eso es un secreto… y… eso despierta. Uno lo despierta con palabras, se despierta con la comida que uno le da, y el Varón del cementerio, ya sea en sueño, o cuando tu pises el camposanto, él mismo te indica cuál es el muerto que tú vas a comprar. (J. Ortiz, comunicación personal, 23 de febrero de 2022).
En adición, el brujo explica que un elemento evidente de la realización de esta actividad se percibe cuando se encuentran tumbas vacías y no hay señales de los restos. Él atribuye estas prácticas a los seguidores de satanás: “Eso es que hay ciertos servidores de misterio o brujos, mejor dicho, o diabólicos satánicos que van y le compran esa cabeza de esa persona que falleció al Varón del Cementerio, San Elías (…)”.
De igual modo, el referido practicante señala que este ritual lo realizan otros servidores para que puedan descansar por la eternidad y nadie los pongan a trabajar. Pero ¿Cómo le hacen para evitar que después de muertos los obliguen a ejercer sus funciones místicas? El entrevistado indica que se le realiza un lavado de cabeza. Y este, al igual que el ritual señalado en los párrafos anteriores, tiene un procedimiento:
¿Cómo se le lava la cabeza a un brujo que se murió? Bueno, se prepara un agua con unas especies, con unas cuantas hierbas y se le lava la cabeza con tal de que cuando ese cuerpo vaya a descansar en la tumba, ningún brujo vaya a intentar profanar la tumba para cogerle la cabeza. Y si lo hacen, la cabeza no va a servir para nada, porque, estamos recordando y estamos diciendo que se le lava la cabeza al brujo para que otro servidor de misterio no lo vaya a coger esa cabeza, no lo vaya a poner a trabajar, y así sucesivamente (J. Ortiz, comunicación personal, 23 de febrero de 2022).
Respecto a las prácticas que se realizan en el funeral del brujo, el entrevistado señala que en el velatorio existen personas que tocan palos. No obstante, el tipo de palo que se le toca es especial: palo muerto o de ser, el cual se caracteriza porque:
(…) son unas salves que se cantan con palos, con tambú, pero es lo que se canta solamente a los muertos, igual que las horas santas, igual que los rezos, cuando una persona que se muere, que hay canto para los rezos, hay cantos para leer la lectura, hay canto para las ofrendas y así sucesivamente, eso mismo pasa en la religión (…) (J. Ortiz, comunicación personal, 23 de febrero de 2022).
En otra tesitura, es costumbre realizar en este tipo de sepelios el totao. El entrevistado explicó que es la comida principal de los espíritus y que se prepara en una bandeja que ellos llaman layo. En este, se puede incluir maní y maíz. Por otra parte, respecto a cómo se prepara, este indicó que:
(…) Uno va a buscar en el mercado, va a comprar maíz, eso uno lo tuesta; va a tostar maíz, va a tostar maní, va a tostar ajonjolí, y ya. Y si tú le quieres tostar otra semilla, ya eso es opcional, dependiendo del servidor de misterio, lo que le quiera poner en su casa a su santo (J. Ortiz, comunicación personal, 23 de febrero de 2022).
De igual modo, indica que el brujo le debe añadir pan, masita y casabe. Por otro lado, al preguntársele lo que se realiza con estos ingredientes, añadió:
(…) con eso se hace… un secreto, que no lo puedo decir, porque no puedo explicar las cosas tan explícitamente por el motivo de que por algo se llama religión, porque la religión se basa en lo místico. Entonces, no puedo dar muchos detalles. Eso es solamente como una breve introducción porque el tema de la muerte de un brujo o el tema de por sí de la brujería o de la hechicería, brujería, como le quieran llamar, ese tema es muy amplio (J. Ortiz, comunicación personal, 23 de febrero de 2022).
Por otro lado, cuando se le preguntó acerca de los palos de muertos que suelen tocarse en los velorios de los santeros, este explicó que, a parte de los palos, suele tocarse tambú, pero, que realmente, este tipo de instrumentos los tocan los servidores de misterios dominicanos que trabajan con entidades haitianas y lo realizan en creole. De igual manera, señaló que también se implementan cantos de la iglesia católica porque la religión que profesan se desprende de ella. El santero hace la salvedad que, aunque no es lo mismo, tienen un elemento en común que es la utilización de cuadros. De igual modo enfatiza en que a pesar de que lo comparten, no son lo mismo “porque los católicos no van con lo mal hecho, con la brujería, no va con nada de eso… Pero, por los cuadros tenemos eso en común.
En otro orden, al indagarle sobre algunas costumbres que siguen los practicantes para recordar a sus seres queridos, este explicó:
Se hace prácticamente lo mismo. Se hacen, mensual, rezos y se hacen anual, como cabo de año. Esa tradición viene siendo igual que como lo hacen las personas que no practican este mundo, con la única diferencia de que, en esos cabos de año y en esos rezos mensuales que se le hacen al brujo o al servidor, cuando fallecen, tocan palos, palos muertos. Los cantos que se van a cantar ahí tocan el tambú o tocan palos. Hacen las alabanzas, hacen los rezos, a mediado del tambú o del palo. O sea, que se tocan. Esa viene siendo la diferencia (J. Ortiz, comunicación personal, 23 de febrero de 2022).
En otro tenor, el entrevistado hace referencia al mantenimiento de las prácticas de los servidores. Cuando este ha tenido grandes repercusiones en sus actividades místicas, es común que sean sus hijos quienes den continuidad a las mismas: “(…) si el servidor dejó alguna trayectoria, dejó algún legado, mejor dicho, ese servidor tuvo hijos, mayormente, el legado lo siguen los hijos. Y ahí viene el hijo, a suplir es rol que cumplía su padre”. Por otra parte, este señala que no todos los miembros de su estirpe tienen la disposición de aceptar continuar con este tipo de prácticas.
Como se ha podido percibir, los rituales de muerte de los seguidores de las 21 división dominicana tienen costumbres particulares en la realización de sus ceremonias. Esto permite que se infiera que existe una diversidad dentro de las prácticas que se realizan en el país. Unas prácticas que enriquecen el imaginario en la República Dominicana.
