
Cardúmenes de versos se aglomeran en mi alma,
Zigzagueantes, enloquecidos,
Hasta brotar por doquier como libres golondrinas;
Quieren gritar al amor, a la paz en desmedida,
Quieren volar papalote en playas de la alegría.
Miles versos de colores, van inundando la mar,
Van danzando entre las olas, saltarines, juguetones;
Cardúmenes de mi esencia, que se quieren expresar,
Hablando de mundo justo y sociedad de valores.
Tiburones y orcas depredadoras, atraviesan las barreras,
E invaden mi torrente con brutal gula voraz,
Tragan en cientos, poemas inspirados en mi tierra;
En mis sueños de que sea, eterna la primavera,
En segundos engullen los versos con atroz hambre rapaz;
Y ya, vacía de versos, mi alma no pudo hablar.