Histŏrĭa
“Me maravillo a menudo de que la Historia resulte tan pesada, pues gran parte de ella debe de ser mera invención”. Jane Austen
El Historiador Frank Moya, en el artículo Acerca de la enseñanza de la Historia, realiza de manera breve y sintetizada unos apuntes sobre “La Enseñanza-Aprendizaje de la historia”. Partiendo de su experiencia como docente, realiza un recorrido por las diferentes tendencias o corrientes historiográficas, en muchos de los casos emitiendo juicios sobre la misma.
Lo que hacemos produce estructuras. Lo que pensamos produce mentalidades e ideologías. Lo que decimos produce discursos. Lo que recordamos produce Historia. Por lo tanto todo lo que el hombre interviene es historia[1].
La historia es una reflexión que deriva en el conocimiento de sí y del prójimo, separando la intención propia del conocimiento histórico. Confronta el presente con el pasado, lo que cada uno es con lo que ha sido, el sujeto con los otros seres.
Hoy sabemos que el lenguaje y el discurso, la psicología social y la escritura, la ideología y la religión, y las mentalidades forman un tejido conjuntivo fundamental en el funcionamiento de las sociedades que son el objeto de estudio de la Historia[2]. Es importante la comprensión y los aportes de las corrientes historiográficas del siglo xx en el estudio y la enseñanza de la historia.
En su argumentación asume como punto principal que el aprendizaje de la historia es posible a través de la comprensión de las causalidades y de los sentidos de los acontecimientos. Esto es importante tenerlo en cuenta porque la explicación histórica tiene como objeto mostrar los acontecimientos en un orden espacio-temporal, es decir, cronológico.
Todo lo antes citado por el profesor Frank Moya Pons, solo hace referencia al papel del historiador sin mencionar la importancia de los estudiantes. Por lo tanto, surge la siguiente pregunta: ¿Cuál es el papel o rol del discente en el proceso de aprendizaje de la historia? Cuando lo que se pretende enseñar no es percibido por los discentes con la estructura epistemológica y sus características fundamentales, resulta difícil lograr un conocimiento científico, el cual debe ser la base en el aprendizaje de la historia. Los docentes, atendiendo a esta inquietud deben proveer las herramientas necesarias a los estudiantes para desarrollar las estructuras mentales según los niveles de comprensión.
Con referente a la historia que se enseña en las escuelas podemos decir que existen propuestas institucionales consistentes en la utilización de acontecimientos y efemérides históricas que pretenden justificar ideas o legitimar realidades políticas actuales. En ocasiones, los gobiernos y algunos políticos se esfuerzan en potenciar mitos y epopeyas históricas que parecen reforzar sus tesis sobre su presente.
[1]Frank Moya Pons, La Explicación histórica, (Santo Domingo: Editora Búho,2021 ), 57
[2] Moya Pons, La Explicación histórica, (Santo Domingo: Editora Búho,2021 ), 64