Al leer el ensayo “La Ética como camino a la felicidad” de la autoría del Prof. José Luis Escalante me surgen varias preguntas importantes. ¿Es correcta la definición que asume de moral y de ética? En tanto la definición que nos brinda es la que tradicionalmente se nos enseña en la universidad, sin embargo, el filósofo español Gustavo Bueno Sánchez nos informa que resulta absurdo definir la ética como el estudio de los valores morales y la moral como el conjunto de valores que cultiva una comunidad determinada, en cambio propone como definición de la Ética el conjunto de valores que buscan preservar la integridad de los individuos, muy particularmente la integridad física y como definición de moral dice que son el conjunto de valores dirigidos a preservar la integridad del grupo o comunidad, particularmente la integridad física.
Dice el Prof. Bueno, que los valores éticos y los morales muchas veces entran en colisión y otras veces son coincidentes. Por ejemplo, si un dominicano encuentra en la calle a un haitiano indocumentado, en situación de calle, con hambre, frío y enfermo, su deber ético es darle comida, medicina y abrigo. En este caso, sin embargo, las normas morales podrían advertirnos sobre lo potencialmente peligroso para la integridad física de la comunidad albergar a un desconocido. Como es evidente, aquí las normas éticas y las morales entran en colisión.
También me llama la atención la afirmación de que la ética aspira a la universalidad de los valores morales. Este es un sueño metafísico fallido como todos los grandes proyectos metafísicos. Los valores morales como ya habíamos planteado en nuestro ensayo sobre “El mito de los valores morales”, no tienen fundamentos materiales, objetivos o racionales. Los valores son un constructo social y como tal están sujetos a las convenciones y acuerdos de los grupos que los construyen y los asumen como verdad.
Los valores morales deben su vigencia a su valor como postverdad no porque en si mismo tengan algún fundamento. En este contexto preguntamos al buen amigo José Luis, ¿quién es o cuál es la entidad que daría fundamentos a unos valores con validez universal: Jesucristo, Buda, Alá, el papa, Donald Trump, Danilo Medina o Juan Hubiere?
Sobre el asunto de ser ético que propone el buen amigo para lograr la felicidad, me surgen varias preguntas. Ser ético podría en muchas ocasiones resultar inmoral. Pongamos por caso la situación narrada por el Prof. César Cuello en “La última cátedra” donde, “…un marido celoso entra a un aula y amenaza de muerte al profesor con una pistola si no le permite sacar a su compañera sentimental para matarla.” Si el profesor no la entrega, estaría obrando moralmente bien, porque protege la integridad física de un miembro de la comunidad, pero éticamente mal porque está poniendo en riesgo su propia integridad física.
En el hipotético caso de que el profesor decida obrar moralmente bien, cuando las redes sociales informen a sus hijos sobre la muerte de su padre, estos les reprocharan su falta de juicio por estar metiéndose en problemas ajenos.
Recordemos el caso del policía escolar despedido deshonrosamente por haberse escondido cuando un alumno entró disparando a la escuela donde prestaba servicios. Los oficiales de ese condado le reprochaban haber preferido preservar su propia integridad física.
El maestro Escalante nos habla también de la voz interior que sentimos cuando actuamos de uno u otra forma. Se advierte aquí que se asume la conciencia como si fuera una entidad metafísica, al estilo Kant, que todos los seres racionales dice las mismas cosas. Esta afirmación resulta confusa y deja sin explicación el fenómeno psicológico llamado conciencia. La conciencia no nace con el ser humano, la conciencia se va formando de acuerdo a las vivencias que vamos teniendo a lo largo de nuestras vidas, es un producto genuino de las distintas ideologías. La voz interior de cada sujeto, frente a un mismo hecho, dice cosas distintas.
Si tomáramos a un par de gemelos y lo separamos desde muy pequeño a uno lo mandamos a vivir con monjes budistas y al otro lo mandamos a vivir a México con el cartel de los Z, con toda seguridad que la voz interior, conciencia, de uno de ellos les dirá que decapitar personas por dinero está bien, mientras que la voz interior del otro le dirá todo lo contrario.